La nueva PAC entrará en vigor a partir del año 2023 y según ha explicado Maestre “beneficiará a la rentabilidad, sostenibilidad y modernización del sector primario. La PAC  es compleja y contiene muchos aspectos, algunos poco conocidos, en un sector que se ve amenazado por el cambio climático, los aranceles, las guerras comerciales o el brexit. Por eso era importante aprobar una PAC que fortalezca el sector.  Para lo que resta, y buscando ese consenso entre todas las comunidades autónomas,  nos interesa escuchar sus demandas y propuestas”.

La nueva figura del ecoesquema. Clara Aguilera, que ha sido artífice en las duras negociaciones, ha subrayado que el sector que más cambios normativos tendrá en la nueva PAC será el del vino. “Esta PAC supone la mayor reforma realizada y da un salto considerable. El Estado español decidirá cómo se repartirán las ayudas entre los agricultores y ganaderos. Partiendo de los reglamentos europeos, los Estados desarrollarán cada uno su propia política”. Aguilera ha asegura que hay un mayor compromiso medioambiental y aparece una figura nueva, el ecoesquema, “que persigue que ese agricultor que quiera hacer voluntariamente más cosas a favor del medio ambiente, percibirá más dinero, entre un 20 y un 25 por ciento más”.

Aguilera ha destacado también la dimensión social del acuerdo. “Por primera vez se tendrá en cuenta la calidad del empleo agrario. Los agricultores, la gran mayoría, que cumplen la normativa laboral no tendrán que preocuparse, en cambio, los pillos sí”. La eurodiputada ha considerado  un gran éxito para España que se mantenga el presupuesto “teniendo en cuenta que la mayoría de los programas europeos han sufrido recortes”. También ha destacado la ampliación de las autorizaciones de derechos de viñedo hasta el 2045 y la incorporación del etiquetado nutricional en el vino.

“Tenemos el mismo presupuesto y lo acordado viene bien a los intereses de España. Ahora es el Estado el que tendrá que hacer el reparto y sé que el ministro está trabajando duro en este sentido junto a las Comunidades Autónomas”, ha concluido.

“Ningún agricultor se quedará atrás”. Por su parte, Francisco Martínez Arroyo, ha explicado que antes de fin de año se tiene que enviar un plan estratégico nacional a Bruselas para recibir su visto bueno. “En la conferencia sectorial del pasado miércoles se dieron los primeros pasos y hay que destacar  que en esta PAC no habrá ningún agricultor y ganadero que se quede atrás. Por pequeños que sean podrán recibir las ayudas, fue un error excluirlos en la PAC actual. Queremos que la agricultura familiar, los pequeños y medianos, sean el corazón de la Política Agraria Común porque son la base del tejido social y económico de nuestra región y era algo que siempre habíamos reclamado desde Castilla-La Mancha”.

La condicionalidad social. Martínez Arroyo considera clave la existencia de la condicionalidad social “para que se respeten los derechos de los trabajadores. Los que no cumplan con la normativa laboral y social no podrán ser perceptores de las ayudas de la PAC. Esto es una excelente noticia para todos y daremos una imagen más moderna del sector”. El consejero también ha incidido en el importante papel que tienen las mujeres rurales en el primer pilar de la PAC.

Finalmente, se ha referido a la inclusión de un apoyo específico al olivar de bajo rendimiento “que va a contar con 30 millones de euros anuales para toda España y que va tener mucha influencia en nuestra región. Hablamos de un cultivo social al que se le va a ayudar para que sea más rentable y viable. Esta es una PAC que va a ser más justa y estamos convencidos de que Castilla-La Mancha saldrá beneficiada. Aunque todavía hay campo para trabajar y mejorarla todavía más”.