Aún con la prudencia y cuidado que todavía deben imperar, los engranajes de la vida cultural, social y económica de Tomelloso se van poniendo en marcha gradualmente. Un ejemplo lo tenemos en El Rinconcito, el dinámico bar del centro de la ciudad que quiere volver a poner en marcha esa actividad cultural que es uno de sus sellos diferenciales. Su propietario, Mario Caballero, anuncia que una decena de exposiciones que tuvieron que ser suspendidas por la pandemia, irán reapareciendo gradualmente y, algo importante, un veinte por ciento de lo que se recaude en esas exposiciones irá destinado a Fundación Kirira.
También se presentarán vinos de Elías López Montero, en el marco de ese proyecto Beat Wines que con tanta fuerza ha iniciado su andadura, además de acoger algunos networking de empresas. Toda esta actividad se retomará a partir del mes de septiembre.
Y otro de los eventos que albergará El Rinconcito será la presentación de los vinos de Vintopía un original proyecto de viticultura que regentan los hermanos Enrique y Clemente Ortiz en Cinco Casas. “Nuestro proyecto se basa en la viticultura artesana. Manejamos todo el proceso, desde la labor en nuestros viñedos a la elaboración”, empieza explicando Enrique que se ocupa de la labor del campo, mientras su hermano maneja la parte de elaboración.
Llevan elaborando vino desde el 2017 y tienen muy clara la filosofía a seguir. “Nosotros venimos de una familia de agricultores convencionales y hemos visto que el proceso acaba cuando descargas en la bodega. Nosotros pensamos que había que formarnos todo lo posible en elaboración de vinos y dar una mayor importancia al manejo del fruto en la viña y en la elaboración. Un fruto más modelado, con menos producción y más concentración de microelementos que nos den como resultado unos vinos más artesanos y naturales, sin aditivos, con muchos más aromas y matices. Nuestra producción se divide en un 80 por ciento natural y un 20 por ciento convencional”.
Enrique Ortiz distingue el calificativo de vino ecológico del de vino natural “donde no hay aditivos en ningún momento del proceso. Los vinos naturales van entrando bien en los mercados gracias a locales como El Rinconcito que nos han dado un voto de confianza. Además, el vino está bueno y sienta bien, con unos precios muy parecidos a los de los vinos convencionales, lo que suponen un esfuerzo enorme para nosotros ya que son muchas las horas que le dedicamos”.
Los hermanos Ortiz cuentan con 12 hectáreas en Cinco Casas y otras tres hectáreas en Tomelloso. La bodega la tienen en Cinco Casas, a donde su fueron sus abuelos de colonos. “Buscamos rentabilidad a nuestro, pero a costa de dedicarle mucho tiempo. En cualquier caso, estamos muy implicados en un proyecto que tiene un amplio margen de crecimiento”.
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