«Lesme» es una de esas palabras que cuesta encontrar su origen, porque en el diccionario de la RAE no hay nada ni medio parecido (o no lo hemos encontrado). Pero sí en el de nuestro vecinos portugueses. Gracias a ellos hemos podido descubrir que “les·ma” viene del Latín limax, que es caracol o babosa. De ahí viene también el verbo “les·mar”, lo que en tomellosero sería «Lesmear» que es acción y efecto de ser Lesme. En portugués lo definen como
1. Arrastrarse
2. Caminar o hacer las cosas muy despacio.
3. Estar parado sin hacer nada.
Salvo la primera acepción, las dos siguiente coinciden perfectamente en nuestro idioma.
Otro término parecido y muchas veces sinónimo también, es «Manflo». En castellano sí que existe el término Manfla, que según la rae viene de otro término árabe que quiere decir originalmente “alianza por mutuo juramento”. La palabra en castellano la define como “Mujer con quien se tiene trato ilícito” o en otra acepción “Mancebía” (prostíbulo). Su probable uso en femenino podría haber derivado paulatinamente para acabar usándose en ambos géneros o que originalmente también se usara para llamar a uno “puto” o asiduo a sus establecimientos, el caso es que el devenir de su uso ha dado lugar a un bonito adjetivo para todo aquel que tiene poco fuste, energía o habilidad.
¡Si es que todas estas cosas no nos las sacamos de la manga!
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Domingo, 20 de Abril del 2025
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