Paloma Larrosa es la ganadora del Premio de Poesía “José Antonio Torres” de la Fiesta de las Letras de Tomelloso con un trabajo titulado “El faro de Kiev”. Hablamos con la autora del poemario galardonado, de poesía y de literatura. Es el primer premio que gana y es un impulso a su obra. Asegura que la poesía “es un oficio de minorías que sirve a la mayoría”, que requiere una atención y dedicación pausada si queremos obtener respuestas.

Nació en mayo de 1994 en Madrid. Larrosa hizo el grado de Estudios Ingleses en la Universidad Autónoma y un máster en Formación de Profesorado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Actualmente se dedica a la docencia del inglés como segundo idioma. Acude a talleres de poesía en Madrid. Ha publicado varios poemas en la revista electrónica Aschel y en el libro Versos en el aire VIII en la editorial Diversidad Literaria.

—¿Qué ha supuesto para usted recibir este premio?

—Este premio es un impulso a mi poesía. Me siento muy agradecida por haber recibido este reconocimiento. Es el primer premio que gano y me ha transmitido mucha fuerza para seguir leyendo y escribiendo. Por otro lado, este tipo de certámenes literarios me hace valorar aún más el trabajo y obras de otros poetas, lo que siempre es un placer.

—¿Cuándo le llegó la vocación literaria? ¿Qué le movió a coger la pluma?

—Lo cierto es que de pequeña me gustaba leer, aunque no tanto escribir. Me gustaba observar aquello que otros pasaban por alto, eso sí. Mi vocación por las letras llegó en la adolescencia, entonces yo ya tenía claro que quería estudiar alguna filología. Mi pasión por la poesía la descubrí en la carrera de filología inglesa, leyendo libros en el tren. Me gustaba crear imágenes en mi cabeza a partir de alguna reflexión o pensamiento. Desde entonces lo que sobre todo me mueve a escribir es mirar al entorno que me rodea como si de unos ojos nuevos se tratase.

—¿Poesía o prosa?

—Si se puede, diría que las dos. Me resulta difícil elegir entre poesía o prosa tanto o más como tratar de separar la música de la poesía. Sin embargo, no he escrito prosa hasta el momento. Me gusta leer y escribir poesía. En la prosa o el teatro soy una espectadora.

—¿Es la poesía de minorías?

—Sí, la poesía es un oficio de minorías que sirve a la mayoría. En mi opinión el panorama poético está en decadencia en tanto que los buenos poetas andan ocultos y la poesía más pop o comercial está a gran alcance. Afortunadamente, los talleres y escuelas de escritores al igual que certámenes como los de Tomelloso dan esperanza a la poesía.

—¿Qué va a encontrar el lector en El faro de Kiev?

—El faro de Kiev es un poemario que reúne todos los versos que he ido escribiendo desde que decidí emprender el camino de la poesía. El título de la obra da alguna pista de lo que el lector puede esperarse. Al faro de Kiev uno va a coleccionar imágenes que no corresponden con la realidad a menudo, y que de algún modo te llevan a reflexionar. La irracionalidad está presente en mi poesía. Es una manera de entender el mundo desde esos ojos nuevos. En una sociedad donde la prisa nos llega hasta el pensamiento, me gusta crear imágenes que no casen con un orden o una lógica, que puedan emocionar y llamar la atención del lector e incluso que sienta la necesidad de leerlo varias veces para buscarle un sentido. Creo que la poesía requiere de una dedicación y atención pausadas si uno quiere encontrar alguna respuesta, al fin y al cabo, no somos más que testigos de nuestro tiempo y la sociedad necesita salir de tanto frenesí si se quiere tener libertad de pensamiento.

—La Fiesta de las Letras de Tomelloso es un referente literario y artístico ¿Qué le parecen iniciativas como esta? ¿Había participado antes en ella?

—Como he ido diciendo antes, todos estos concursos literarios dan mucha esperanza a la literatura y desde luego, son una gran fuente de energía para el arte en general. Dan oportunidades a artistas desconocidos, visibilidad y recompensa al esfuerzo, lo que es una garantía de que se reconoce el talento y no la fama. Por mi parte, me siento muy orgullosa y agradecida.

Había participado hace 2 años en uno de los premios de poesía. Ese año no pudo ser. Sin embargo, no me desmotivó para volver a intentarlo este.

—¿Conoce Tomelloso? ¿Sabe de su fama artística y literaria?

—He ido a Tomelloso cuando era pequeña con mis padres varias veces. Estoy deseando volver y conocerlo mejor. Conozco La Fiesta de las Letras y el museo del pintor Antonio López Torres. Recuerdo sus bodegas y viñedos.

—¿En qué anda metida actualmente?... Si se puede contar, claro.

—Actualmente estoy en un taller de poesía online con unos compañeros y compañeras excepcionales y sigo escribiendo poesía con la aspiración de publicar en el futuro.

En el trabajo, me dedico a la enseñanza del inglés y español tanto en academias como en clases particulares.