Zatón ha empezado recitando versos de Eladio Cabañero para iniciar un acto que aguardaba una maravillosa sorpresa final.  Su padrino ha sido, Jesús Puerta Pelayo, científico, también músico y amigo de toda la vida, que ha estado cercano y brillante a la hora de hablar de su admirado Miguel. “Mi amistad con Miguel empezó pronto, íbamos al mismo colegio y éramos vecinos, pero fue nuestra coincidencia en Viena la que potenció esa amistad que conservamos desde hace más de veinte años. En Viena hacíamos gachas y hablamos tomellosero con acento alemán”, ha ido explicando con esa naturalidad, sencillez y retazos de fino humor que siempre lleva en su mochila. 

El padrino ha confesado que su pasión por la opera se la transmitió Miguel. “Me fascinaba lo bien que explicaba la ópera: su historia, composición, estructura…Demostraba una capacidad pedagógica increíble, siempre desde la humildad y con otra virtud añadida: su valentía para tomar determinadas decisiones  para hacer lo que siempre ha querido hacer”.

Jesús Puerta ha dado paso a un vídeo que resume el carácter cosmopolita del artista y su eterna vinculación con Tomelloso. Ana Hernández, Pepe Ruiz, Sonia de Munck, Ana Ibarra, Luis Muelas, Leticia Martín, Luis Miguel Cobo, Maite Marquina, Carlos Arroyo, Mari Fe Marquina, José Morago, Cristina Bernal, Erik Fau, La Bernalina, Greta Benini, Julián Rubio…le han transmitido emotivos mensajes y recuerdos. “El mayor placer de una persona es recibir el cariño de su gente”, ha concluido Puerta.

El momento más especial del acto ha sido cuando ha recibido el galardón de Tomelloso Ausente, un trofeo con el escudo de Tomelloso entre los aplausos del público. Miguel ha pedido a los técnicos que iluminaran el patio de butacas. “Me gusta ver a la gente” ha señalado al tiempo que agradecía las palabras del padrino.  Huertas ha contado cómo nació su vocación por la música, que  fue gracias a una pianola de su bisabuelo en la que pudo escuchar zarzuela y ópera y  también por la complicidad de unos padres que le dieron todo tipo de facilidades para que cultivara su gran pasión. Se marchó a Estados Unidos, donde se vio en la encrucijada de quedarse o volver, pero al final volvió para emprender una exitosa carrera como pianista. Antes de concluir ha agradecido a la asociación AMAO que le propusiera para este título y se ha acordado también de la Asociaciación Pro Música Guillermo González, gracias a la cual ha ofrecido conciertos en Tomelloso.

El acto lo ha cerrado Inmaculada Jiménez manifestando que “uno de los grandes patrimonios de Tomelloso es su gente y estamos obligados a ponerla en valor. A los tomelloseros ausentes los tenemos muy presentes y la trayectoria de Miguel es un ejemplo de esfuerzo y trabajo para convertirse en uno de los mejores músicos. Sin duda, forma parte de la historia viva de nuestra ciudad. Allá donde te lleve la música, en Tomelloso tendrás tu casa”, ha concluido.

Y al final, Miguel Huertas ha querido agradecer el galardón y las infinitas muestras de cariño de su ciudad tocando el piano. “Van a ser solo dos minutos y ustedes me dirán si conocen lo que voy a tocar”. Y eran los acordes del himno de Tomelloso, interpretado majestuosamente, en una maravillosa mezcla de graves y agudos y  soberbios cambios de ritmo. El acto no podía tener un final más brillante.