La entrega de los títulos Viñadores 2021 ha vuelto a ser un fiel muestrario de la gente que hace grande a Tomelloso. En su 24ª edición fueron distinguidos en el ámbito de la economía, Panadería Feliciano Martínez; de la cultura, el guitarrista José Almarcha; de la agricultura, Vinícola de Tomelloso y de la acción social, AFAS.  El acto  ha culminado  con la entrega de un Viñador de Honor muy especial y merecido, otorgado al personal sanitario y no sanitario del Hospital, Centro de Salud y 112. La gala ha estado presidida por la alcaldesa, Inmaculada Jiménez; el teniente de alcalde, Iván Rodrigo y delegado provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, Francisco Pérez. 

Las emociones se han sucedido este sábado en el Teatro “Marcelo Grande” en el que los discursos, ovaciones y agradecimientos  han armonizado con la música exquisita de Mariely Blanco al piano e Irene López con la flauta para interpretar los temas que han pedido los premiados.  La periodista de CMM Media, Marina Moreno, ha presentado con sobriedad y elegancia un acto en el que se han cuidado al máximo todas las medidas de seguridad.   

Una apuesta por la innovación  y la calidad

El presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, ha apadrinado a Vinícola de Tomelloso. “En Vinícola se apostó por la modernidad y un cambio de mentalidad que tenía un difícil encaje en aquel año 86. Introdujeron nuevas variedades y con marcas como el Añil empezaron a conquistar los mercados. Un empresa como Vinícola hace pueblo, región y país”, ha señalado. La música de la banda sonora de Piratas del Caribe se pudo escuchar antes de que el responsable de la cooperativa, Fernando Villena, recibiera el galardón, portando como amuleto un viejo reloj de cadena de su abuelo. “Para una bodega de 35 años es un orgullo recibir este reconocimiento. Con tenacidad y perseverancia apostamos por la innovación y hemos elaborado vinos embotellados de la máxima calidad y con una personalidad propia”.

Villena ha compartido el premio con los socios y trabajadores de la entidad y ha agradecido a los consumidores su confianza. En un brindis imaginario con el Añil, el responsable de la bodega, ha abogado por unos precios justos para el sector y una mayor rentabilidad para el trabajo del agricultor. 

“Llevar pan  en los momentos más duros de la pandemia”

Nuestro compañero, Francisco Navarro, ha sido el padrino de Panadería Feliciano Martínez, destacando los sesenta años de una trayectoria que continúa “con esa herencia de amor que es la elaboración del pan”. Ha comenzado y ha terminado su intervención con unos versos de Eladio Cabañero y ha subrayado el espíritu solidario de una empresa demostrado en los momentos más difíciles. “En lo más duro de la pandemia, los vehículos de reparto salían todos los días a la calle. El empeño de Lorenzo y sus hermanos fue el de llevar el pan a todo el mundo en aquellos oscuros y difíciles días”. 

También la hostelería fue testigo de esa entrega sin límites de Panadería Feliciano, la empresa que fundara Feliciano Martínez Martínez. “Sin un chavo, con un horno moruno, cuatro máquinas viejas y toda la ilusión del mundo Feliciano Martínez fundo en 1960 su panadería, -ha continuado explicando Navarro-. Fue actualizando el obrador y en 1975 instaló una modernísima línea para la elaboración de barras. En 1976, tras sufrir un infarto, se incorporó a la incipiente Panificadora de Tomelloso. En 1985 abandonó el proyecto ya que no le gustaba ni el método de trabajo que se tenía, ni las circunstancias de la empresa, ni la calidad del producto. Volvió a su panadería de la calle Oceanía. Fue el 20 de marzo de 1985 y sobró más pan del que elaboraron. Pero al día siguiente ya faltó y la producción y la demanda comenzó a aumentar hasta el día de hoy en el que combinan modernidad con el modo de producción artesanal”.

Ha sonado el legendario “Maneras de vivir” de Leño antes de que Lorenzo Martínez, el más joven de los tres hermanos que ahora regentan la panadería recibiera el premio. Ha agradecido la fidelidad de la clientela “nuestro mejor patrimonio” y el trabajo y entrega de sus empleados a los que ha llamado compañeros. Su recuerdo más emocionado ha sido para sus padres, Feliciano y Antolina que “que pusieron en marcha la panadería con más ilusión que medios. Creo que hoy estarían muy orgullosos nosotros y de su pueblo”, ha concluido.

Flamenco, no solo en Andalucía

Llegados al ecuador de la gala, José María Rodrigo, presidente de la peña Los de Montoya y Chacón, ha apadrinado a José Almarcha. Ha repasado la trayectoria del guitarrista desde que aprendiera con Óscar Herrero a sus primeros éxitos pasando por su llegada al Conservatorio de Córdoba y sus fructíferas etapas en el Bar Los Tarantos y con Basilio Villalta. “Desde muy joven se le vieron grandes cualidades e inquietudes por sacarle todo el jugo al flamenco”, ha asegurado. No pudo estar presente el galardonado al que unos compromisos profesionales han llevado a Francia, pero se le pudo escuchar en un vídeo inmediatamente después que sonara el maravilloso “Entre dos aguas” del gran Paco de Lucía. 

“Este premio supone una mezcla de orgullo y responsabilidad”, ha manifestado el guitarrista que ha destacado la gran afición al flamenco que existe en Tomelloso y el trabajo que se viene realizando en la peña flamenca Los de Montoya y Chacón. “El flamenco de calidad, no solo puede encontrarse en Andalucía”.

“AFAS  ha calado hondo y fuerte en la sociedad”

Mercedes Moya amadrinó a AFAS llevando a cabo un completo y detallado repaso de la historia de la entidad, deteniéndose en los momentos y logros más importantes y valorando su espectacular crecimiento en personal, usuarios, servicios e instalaciones. “AFAS ha calado hondo y fuerte en la sociedad, es un referente nacional en la Plena Inclusión trabajando para que las personas con discapacidad tengan los mismos derechos y oportunidades y estén atendidos en todas las etapas de su vida”, ha manifestado. La madrina ha destacado el trabajo de las directivas, profesionales, voluntarios y familias, deteniéndose en la figura de Luis Perales “lo que AFAS es y representa te lo debemos a ti”, le ha dicho y también en la figura de su marido el siempre recordado Ramón González, que fue quien instituyó estos Viñadores en su época de alcalde. El público irrumpió en una larga ovación.

Mariely e Irene entonaron las notas del “Somos una variedad de gente” de Macaco justo antes de que Luis Perales recogiera el premio junto a una usuaria, Carmen Gijón; una empleada, Ana Julia y una voluntaria, Ángela Correas y contara los complicados, pero ilusionantes comienzos de la aventura de AFAS. “Se trataba de garantizar un futuro a nuestros hijos cuando nosotros no estuviéramos. Teníamos las ideas muy claras para alcanzar el objetivo de una atención a la persona discapacitada en todas las etapas de su vida. Hemos avanzado mucho, pero todavía queda un largo camino por recorrer”, indicó. Perales dedicó el premio a las personas con discapacidad que han fallecido en esta pandemia, a Ramón González y a todos los profesionales del centro “que han hecho un trabajo de diez sobreponiéndose a grandes dificultades”.

Tanto Luis Perales como la madrina ensalzaron la figura de Blas Camacho Záncada que jugó un papel esencial para que el Centro Reina Sofía pudiera ser una realidad.

“Dieron todo lo que tenían”

Solo quedaba ya la entrega del Viñador de Honor al personal sanitario y no sanitario del Hospital, Centros de Salud y 112. Como es tradicional, fue la alcaldesa quien amadrinó este galardón subrayando el orgullo, respeto y admiración por el trabajo que hicieron y siguen realizando estos profesionales. “En unos momentos muy difíciles, de mucha presión e incertidumbre dieron todo lo que tenían”. Inmaculada Jiménez recordó a los médicos de urgencias fallecidos, José Manuel Iriarte y Andrés Estudillo, que dio lugar a otro de los grandes aplausos de la noche”. 

La emoción subió de grado cuando sonó el “Viva la vida” de Coldplay y  profesionales de todos los estamentos del sistema sanitario subieron al escenario a recibir el premio. Silvia Quemada, directora del Hospital;  Ana Isabel García, enfermera de Atención Primaria; Luisa María López-Ortega Olmedo, fisioterapeuta; Rosa, del servicio de UVI Móvil; Águeda Buendía, Correas TCAE; María Ángeles Valverde Salazar, administrativa; María Teresa Olmedo Ruiz, del servicio de limpieza; Ángel Luis Castellanos Sánchez, de mantenimiento; Ana Isabel de la Calle Toledano, de cafetería y Antonio Gallardo Martínez, celador se llevaron la ovación más larga de la gala.

Una enfermera del Hospital, Noelia Vargas, añadió más emoción cantando una canción. En nombre de todos ellos hablaría Antonio Gallardo que agradeció la distinción. “Todos somos los eslabones de una gran cadena que luchó las 24 horas de los 365 días del año, unos más visibles que otros, pero todos entregándose en la lucha contra el Covid.  Gallardó agradeció el gran apoyo que recibieron de la sociedad de Tomelloso, insistió en la necesidad de no bajar la guardia y de avanzar en la vacunación. “Cuídense mucho”, terminó diciendo. La Gala de Viñadores, que se alargó dos horas y media, concluyó con la interpretación del Himno de Tomelloso.