Opinión

Encuentra fortuitamente últiles prehistóricos del achelense en la cuenca del Alto Guadiana

Salvador Jiménez Ramírez | Viernes, 10 de Septiembre del 2021
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Lo que hoy es el ámbito de las “Lagunas de Ruidera” o Alto Guadiana, presenta “huellas” de   grupos de individuos, de remotísimas etapas prehistóricas bastante “oscuras”, que en estas pocas líneas nos es posible darles la “luz” que merecen…

  El casual hallazgo, ha tenido lugar cuando el ingeniero de montes José Luis Zafra,  natural de Ossa de Montiel, paseaba por unos terrenos, propiedad de su familia, (así nos lo participa) en la zona alta de las “Lagunas de Ruidera”. José Luis es un perfecto conocedor del entorno del Parque Natural, principalmente de su vegetación y flora; muy interesado y preocupado por los postergados bienes culturales y por los negativos “derroteros” medioambientales de este ecosistema sin par…

  Las apuntadas herramientas líticas de cuarcita, escasísimas en estos parajes, por su morfología y técnica de talla, (son más abundantes los chopper y choping tools o cantos, tosca, pero astutamente trabajados, como se puede comprobar en la “EXPOSICIÓN ARQUEOLÓGICA DEL ALTO GUADIANA” del ayuntamiento de la localidad de Ruidera)  presentan la típica tipología de bifaces lanceolados, (foto y dibujos del autor de este artículo) de entre trece y quince centímetros de longitud; parcialmente espesos, bien rematados en su parte distal  con un “talón” o parte proximal redondeado y escasamente retocado; con cristalina pátina y adherencias o película de calcita de considerable grosor, fruto de un rodamiento fluvial durante  miles de años, con posterioridad a la elaboración del utensilio.  Hecho el consiguiente paralelismo, su correspondencia con un Achelense Medio, salvo posteriores puntualizaciones o dataciones, resulta evidente. Los individuos que los tallaron, se asentaron, temporalmente, o deambulaban por parajes de Ossa de Montiel; aledaños de los  ríos Alarconcillo, Pinilla y arroyos de “El Sabinar”, coincidiendo, probablemente, con  interestadiales o interglaciales del Cuaternario Medio.

  Todo apunta a África oriental como “cuna” del “Homo humano”, por haberse localizado allí restos de criaturas antropoides. Varios paleoantropólogos consideran que el Ramapithecus, sería el más antiguo de los homínidos que, hace unos catorce millones de años, habitaba en África y la India.  

Expertos en la materia, hacen hincapié, en que los verdaderos homínidos, (los nuevos descubrimientos están “reescribiendo” nuestro linaje, comienzo, lugar…) surgieron en aquellos territorios africanos, a finales del Plioceno Superior, (de nosotros a unos seis millones de años) bajo la “forma” de Australopithecus.


Éstos serían contemporáneos del Homo hábilis (hombre?); “fabricante” de toscos artefactos líticos como los mencionados choppers y chopping tallados por una y dos caras en su parte distal; localizándose algunas piezas en rañas del Pliocuaternario, en las inmediaciones de la cuenca del Alto Guadiana. Aunque es de suponer que las herramientas y artefactos Osteodontoqueráticos: huesos, garrotes, astas, colmillos, palitroques…, también formaban parte de su “arsenal armamentístico” y sobrio utillaje.

  El Homo erectus, que según estudios apareció hace la friolera de millón y medio de años, manufacturaba úiles líticos encuadrados en en el grupo de los cantos  trabajados y también de la “industria” lítica del Achelense. Tal vez por causas ecologico-selectivas desaparecen estas especies y aparecen otras como el Homo sapiens, Neandertales, Los Cromañones, etcétera. Parece ser que el Neandertal se extingue por una perturbación anormal del medio, por razones de consanguinidad y por tener que competir con el violento y, paradogicamente, hipercooperante, entre sí, Homo sapiens. Los utensilios que fabricaban tanto los Neandertales como el Homo sapiens, se puede decir que, la morfología de las herramientas, análogas a las de la foto,  denota un buen domino de la simetría y por que no decirlo de la estética.

  Es evidente que, las alteraciones “escandalosas” del Medioambiente, rivalidades y belicosidad intergrupos y etnias, han sido y son la causa de la regresión y extinción de multitud de especies. Resumiendo. Si desde los Australopitecos, nuestra capacidad craneana ha aumentado dos veces y media, ¿Cómo es posible que seamos tan imbéciles? El Homo sapiens ha pisado un peldaño muy alto en su trayectoria evolutiva, pero aún no se encuentra en la grada final. El Homo sapiens, con su cerebro atestado de buenas y malas inteciones, tiene que dirigir más la mirada hacia el entorno natural de “su Planeta”; “tenderle la mano” y no creerse un Dios.

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