Opinión

Arcaicas modalidades humanas de información y alerta: “Las Ahumadas” las más importantes

Salvador Jiménez Ramírez | Miércoles, 29 de Septiembre del 2021
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  No abundamos aquí en las clases de información actual, consideradas como noticia que, según el periódico de papel, digital; el organismo de un partido político; el órgano confesional y el juego de los egos humanos, (medios independientes o imparciales pocos) las noticias tendrán diferente “Valor”… Creemos que fue Emil Dovifat quien dijo: “…; las noticias son comunicaciones sobre hechos surgidos en la lucha por la existencia del individuo y la sociedad”. Mc Dougall dejó caer: “quien controle el detonador del mecanismo de la conducta humana, está en condiciones de controlar la marcha de la historia”. Bernard Voyenne acotó: “La noticia no es un objeto, sino el producto de un juicio”.

  Los componentes de los diversos grupos humanos que han venido poblando el planeta Tierra, desde sus más remotos orígenes, al tener que sobrevivir en ecosistemas plagados  de competidores, “coacciones” biológicas…; (siendo ellos mismos los más violentos entre sí: senicidios-gerontocidios, infanticidios, canibalismos… Y a la vez, paradójicamente, hipercooperantes) se vieron obligados a desarrollar cualidades y aptitudes de todo tipo; entre ellas la necesidad de comunicarse con sus semejantes y miembros del clan o grupo afín… Permaneciendo unidos, en alerta permanente, individual y colectivamente para hacerles frente a un sinfín de peligros y obstáculos, que la propia naturaleza en su conjunto tenía y a multitud de especies física y vitalmente superiores… “La unión en el rebaño, obliga al león a acostarse con hambre”. Proverbio africano.



  Desde los domos de unos cerros, que han sido testigos de tantos y tantos “tiempos”…; divisamos donde se asentaron, hace milenios, comunidades humanas que, en cierta medida ya habían configurado el armazón de una conciencia de grupo… Su cronología, ascendencia étnica y procedencia, entrañan multitud de enigmas y dificultades, dado el estado de abandono en que se encuentran… Contemplamos parte de la “cadena” de aquellos poblados, ubicados con miras, auténticamente, defensivas y también con la finalidad de aprovechar los recursos del ecosistema fluvio-lacustre. Desde mogotes, con esplendida visión de la llanura manchega, nuestra consciencia medita que, debían estar alerta con sistemas de aviso acústicos: cuernas, silbos, vocerío, caracolas…; siendo los más efectivos los ópticos: “Las Ahumadas” o señales de humo que alcanzaban la lejanía los días “claros” cuando el viento estaba en calma. Utilizando “códigos” que solo ellos sabían descifrar, transmitían avisos de irrupciones y ataques de otros grupos… También daban a conocer acontecimientos relevantes, órdenes, fiestas, ritos, enlaces…

   En retazos de su historia, el griego Polibio, menciona la transmisión de información de Eneas el Táctico, al conjugar agua y fuego en un receptáculo llamado clepsidro. En el pueblo de Ramiro, de la provincia de Valladolid, había una loma-altozano, donde hasta hace no tanto, se utilizaba el sistema de “Ahumadas”. En el Medievo, ya en el año 1405, a Enrique lll de Castilla, que se encontraba en Segovia, se le comunicó por medio de “Ahumadas”, desde montículos situados estratégicamente, el nacimiento de su hijo Juan, que había tenido lugar en la población de Toro, que distaba unos doscientos kilómetros. Entre lo que sucedía en un determinado punto y lo que el receptor último captaba, acerca de lo que acaecía, existían “repetidores” intermediarios enclavados a distintos niveles que “cursaban” los mensajes, entre emisores y receptores.

  Allá por  el año 1664, el científico inglés Robert Hooke, expondría la original idea sobre el telégrafo óptico que, aunque presentada muy técnicamente en La Royal Society de Londres, no tuvo el apoyo que merecía, por parte de los investigadores de entonces… No obstante, aproximadamente, un siglo después, aquel nuevo invento arredraría las arcaicas señales de humo o “Ahumadas”.

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  Cuando nos encaramábamos por la abrupta ladera de un cerro, hasta alcanzar un descollante mogote; posible punto de primitivas “Ahumadas”, en tiempos de la Edad de los Metales, un individuo-guardés, que ahora envía mensajes por WhatsApp, nos apercibe, con talante de cazurro, que estamos caminando por una propiedad privada… Tal amonestación nos orienta, que la especie humana  es la especie triunfadora; que, por fin, ha conseguido escriturarse a su nombre el planeta Tierra… Pero el carlancón sujeto también nos ha robado el entusiasmo y un fabuloso universo recién traído hacia nosotros… Un universo recién creado… Pero no nos ha podido quitar, que hemos sido más altos que nuestra estatura, en lo alto de unos montes desde los que un día, “Las Ahumadas” ascendían hasta el infinito y se desvanecían con sus mensajes, como la propia vida…


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