Organizado por Saber Sabor, el tour comenzó a las cinco de la tarde. Los periodistas de La Voz iniciamos el singular periplo en la cueva de Cándida Grueso. Una cueva que conserva la esencia de esos tesoros subterráneos de Tomelloso y en la que se puede apreciar su evolución a través del tiempo. Allí, María, una terrera, hija de Remedios y Francisco, el último tinajero, relata al público pasajes de su vida que son la historia de un pueblo viñero y vinatero.  Su marido, explica era uno de los “de la vela”, es decir, un empleado que atado a una cuerda y con una vela en la mano comprobaba si había “tufo”. Entre veras y bromas nuestra guía señala que cada una de las cuevas de Tomelloso nos habla de una familia.

Acabada la primera etapa de este jugoso recorrido, los periodistas nos unimos al grupo para cumplir con la siguiente. Se trata de la chimenea de la fábrica de alcohol de Espinosa. Situada en la calle Julián Besteiro, la torre es una de las muchas que la ciudad ha conservado en su casco urbano. La actriz le habla a un saltamontes sobre la plaga de la filoxera en Francia, una circunstancia que sirvió para el despegue económico y social de La Mancha y, especialmente, de Tomelloso, gracias al cultivo de la vid. En Tomelloso, cuenta, nos da de comer el vino y trabajamos cuidando viñas. Explica nuestra “antepasada” que las fábricas de alcohol surgieron como necesidad ante la dificultad de los tomelloseros para transportar sus vinos al resto del país y del mundo.

Con gran pesar, los plumillas hemos de abandonar el recorrido para atender otras actividades del nutrido programa del Día del Enoturismo en Tomelloso. Volveremos, tan pronto como podamos, a recorres y conocer Tomelloso de esta singular y amena forma.