José Ángel Benito, el monitor multiusos del Área Municipal de Deportes, se encuentra muy a gusto trabajando con sus alumnas. “Estamos muy contentos. La pandemia fue dura para todos, pero para ellas mucho más. Echaban de menos su actividad deportiva y así me lo transmitían en el grupo de contactos que tenemos por wasap. La asistencia va aumentando y solo tenemos que lamentar una baja que tuvimos”.

En las sesiones, Benito busca “ejercitar la movilidad articular y trabajamos también la zona de las cervicales y en general todo el cuerpo. Se trata de hacer un trabajo compensado con el fin de que se sientan a gusto consigo mismas”, explica. El monitor se muestra encantado con la disposición y actitud que todas muestran hacia el trabajo.

Las mujeres se deshacen en elogios con el monitor. Una de ellas nos cuenta que “yo vivo en la otra punta de la ciudad, pero no me importan venir al pabellón San Antonio para trabajar con José Ángel  porque nos da mucho cariño, es una persona muy agradable. Estamos muy contentas con él por su dedicación y paciencia”. Otra de las alumnas va todavía más lejos y señala que “le tratamos como si fuera nuestro hijo, vale un imperio”. Alguien alude a los meses de pandemia en los que no se pudo hacer nada. “Fue duro de llevar porque nos solemos mover e ir a muchos sitios, además con las tristes noticias que llegaban de gente que fallecía”.

José Ángel, que trabaja con distintos grupos en el área, valora mucho el trabajo con mayores “sobre todo por la complicidad y cercanía que existe entre todos ellos”. A veces quedan para desayunar y alguien recuerda en tono de broma que “nos prometió una cata de tomate que es un desayuno saludable”. En las fechas navideñas que se acercan también  organizarán un nuevo desayuno. La convivencia no falta en este grupo donde las risas están siempre a flor de piel.

La clase llega a su fin. Por las cristaleras del pabellón entra a borbotones el sol del mediodía que viene a disimular unas temperaturas cada vez más frías en este noviembre que ya ha superado su ecuador. Justo lo contrario que estas mujeres que se despiden y gastan bromas con su habitual familiaridad y calidez.