La meteorología, como bien sabemos quienes vivimos en el
mundo rural, da para muchas conversaciones, es un asunto muy recurrente y
especialmente importante. No en vano estamos en una zona agrícola y el cielo
siempre ha estado ahí como un factor decisivo para las cosechas y mucho más. En
Tomelloso tenemos un observatorio de la AEMET, la Agencia Estatal de
Meteorología, uno de los más importantes de la provincia y que lleva en activo
desde 1911, nada menos. El de nuestra ciudad es el observatorio de la región
que más precipitaciones ha registrado en los primeros días de febrero, es por
ello que La Voz de Tomelloso ha querido hablar con Pascual Duran Loren,
responsable de la infraestructura y Observador, que lleva 40 años con el tiempo.
Empezamos repasando los datos, “algo relativo”, nos cuenta Pascual.
Durante todo el 2017se recogieron 221 m/m en Tomelloso y desde el 1 de enero hasta el 12 de febrero se
llevan registrados 57,8 litros. Es decir, en menos de dos meses ha caído del
cielo la cuarta parte de agua que lo hizo el año pasado. Nuestro interlocutor
nos asegura que es anecdótico que hayan caído 29 litros en un par de días “la
sequía está ahí. A ver si el mes de febrero viniera con más agua y, sobre todo,
la primavera”. Y es que la media de precipitaciones de la provincia de Ciudad
Real, que son 400 litros, señalaba Durán, “ya llevamos unos años que nos
estamos quedando por debajo”. Esa media baja sensiblemente en Tomelloso, nos
cuenta nuestro Durán, llegando a los 340 litros/año.
El observatorio de
Tomelloso
En Tomelloso se llevan registrando los datos meteorológicos
desde 1911 “con la primera estación que ya no existe”. En la antigua Escuela de
Capataces “se monta una estación biométrica que comienza a funcionar en 1966”.
En el año 1984 es ya completamente automática
“en ella se miden parámetros como precipitación, temperatura máxima y
mínima, viento y presión”. En el 2006 se instala la estación meteorológica
actual “ya mide insolación, radiación, visibilidad, tiene un sistema que distingue
si cae lluvia, nieve o granizo, además de los datos que señalábamos antes”. Los
datos recabados en Tomelloso se pueden ver en tiempo real en la web de la
AEMET. Junto con la de Valdepeñas, nos
cuenta Pascual Durán, la de Tomelloso es el observatorio más completo de la
provincia.
Los datos recabados por la estación “tienen un valor enorme”,
cuando una instalación de este tipo tiene al menos treinta años “se puede
elaborar una meteorología y ya se pueden empezar a sacar conclusiones sobre el
clima de su zona”. Los datos obtenidos son muy importantes de cara a las
predicciones, que se obtienen de dos formas, mediante el estado de atmosfera y
de “manera determinista” para la que influye la climatología.
Nos asegura que la gente del campo “son grandes meteorólogos”
porque tienen “una estadística propia en la que con determinados fenómenos climatológicos,
las nubes, la observación de las aves o el viento, saben lo que va a ocurrir en
breve”. Pero para predecir a más tiempo
necesitamos algo más científico basado en formulas y en el empirismo. Y es que
—señala Pascual— la atmósfera es gas y para saber predecir su evolución
necesitamos datos, cuantos más, mejor. Durán señala que los ordenadores de uso genérico
mayores del mundo “los tenemos en meteorología”. En ese sentido, los meteorólogos
están tranquilos actualmente con las predicciones, con respecto a las que se
hacían hace unas décadas. “Entonces era un arte con mucha intuición”.
Tras hablar con Duran acudimos a las instalaciones del
IRIAF, lugar donde está instalada la estación meteorológica de Tomelloso. Allí
convive la tecnología más puntera con la más tradicional. Antiguamente, nos
cuenta Ángel Burillo, existía un heliógrafo, un aparato que registraba la
insolación por medio de una lupa que iba haciendo quemaduras en un rollo de
papel circulaba continuamente.
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Martes, 7 de Enero del 2025
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