El tiempo va pasando inexorablemente y este 1 de diciembre nos toca soplar la cuarta vela de este ilusionante proyecto que vinimos en llamar La Voz de Tomelloso. A pesar de todo (no estamos en el mejor de los tiempos para un proyecto periodístico), llegamos a nuestros primeros 1.461 días con las ganas intactas y la esperanza renovada y aumentada como prometíamos hace un año.

El 2021 ha sido un año complicado —no tanto como el 2020, claro—, en el que hemos tenido que sufrir los coletazos de la pandemia, aparentemente en franca retirada. Los negros nubarrones del coronavirus se han ido disipando. Aunque del sur nos viene un nuevo frente llamado “ómicron”, tenemos la esperanza de que se quede en un escaso y ligero chubasco dada la incidencia de la vacuna en nuestro país.

El engranaje de las distintas actividades se ha ido moviendo, con mucha responsabilidad y precaución, poco a poco en estos últimos 365 días. Tanto el importante tejido asociativo de la ciudad como las distintas administraciones y entidades públicas y privadas, con el Ayuntamiento a la cabeza, se ha ido reactivando y las convocatorias ha ido llegando al correo de La Voz de Tomelloso.

Ha sido un año de aniversarios: la Cooperativa Virgen de las Viñas ha cumplido 60 años y 20 su prestigioso certamen cultural, también la Fiesta de las Letras —no nos cansamos en señalar que es la inequívoca seña de identidad de Tomelloso— celebraba su 70 edición y, en cuanto se pudo, se continuaron con las conmemoraciones del siglo y medio del nacimiento de “El Obrero”.

Para nosotros ha sido muy satisfactorio contarles la titánica lucha de Victoria García —que también cumple años este 1 de diciembre— contra el cáncer. Siempre con una sonrisa y una sorprendente amabilidad hacía los periodistas de La Voz. La Voz ha sido el notario del paso de María Morales por MasterChef, con las inigualables crónicas de Carlos Moreno cada lunes. También les hemos contado las admirables historias de los que vencieron al COVID19: Isidoro, Concha, Basi, Pepe, Javier y Fernando. Estuvimos en el emotivo acto de la inauguración del monumento a las víctimas de la pandemia.

Poco a poco y al ritmo que lo iba haciendo Tomelloso, recuperábamos el pulso de la información. Volvieron las actividades culturales al Teatro —que ya se llama Marcelo Grande— y al Auditorio López Torres.  Nos empapamos, para así poder contarles, la esperada Feria, asistiendo a más de 50 actos. Con ella volvió la Fiesta de las Letras, con todo un mes de actividades culturales y dedicada a la Poesía de Quintería, el origen del fenómeno literario de Tomelloso. “Me gusta Tomelloso” y “Descorcha Tomelloso” marcaron la recuperación de la vida social en la ciudad.

Por supuesto, hubo noticias que no nos gustaría haberles dado. El trágico accidente de Argamasilla de Alba que se cobró la vida de tres jóvenes o los fallecimientos de Jesús Emilio Navarro, Paco Castellanos, Ángel Luis Cabañas o Wenceslao Robla, entre otros. Es muy difícil resumir un año tan intenso en 700 palabras.

Con nuestras posibilidades y conocimiento hemos intentado poner a Tomelloso en el centro, insistiendo en mantener el rigor informativo y el buen juicio. Ese es el concepto que nos mueve cada mañana. Como saben ustedes, nos gusta hablar bien de Tomelloso y de sus gentes, hemos entrevistado y lo seguiremos haciendo con quien tenga algo que decir.

Y hemos llegado a este nuevo 1 de diciembre gracias al trabajo de nuestros compañeros de DeSoft, al esfuerzo de nuestros anunciantes, a la fidelidad de nuestros colaboradores y articulistas —un grupo humano único que, sin duda, se merece un reconocimiento más amplio— y al cariño de ustedes, nuestros lectores que eligen La Voz para estar informados.

Juntos vamos a recorrer otro año con la mirada puesta en Tomelloso.