Volvía la música clásica este sábado al Auditorio López con
un nuevo concierto organizado por la Asociación Guillermo González con el
patrocinio del Ayuntamiento de Tomelloso. Un recital de música de cámara a
cargo del Trío de Brahms, que gustó mucho al numeroso público asistente (estaba
el auditorio prácticamente lleno), que dedicó una gran ovación a los músicos. El
Trio de Brahms lo forman, Antonio Plata a la trompa; Bruno Vidal Moreno al violín y
Cheng-I V Chen Liu al piano.
Empezó el concierto con “Introducción, Tema y Variaciones
para trompa y piano”, opus 13 de Franz Strauss. Además de ser el padre de
Richard, Franz fue un reconocido trompista. Chen Liu y Plata interpretaron el
dúo con solvencia. Una pieza clásica en la que destaca el sonido de la trompa
sobre las notas del piano, un sonido melancólico a veces, elegante otras y siempre
con una alegría contenida.
El segundo número del concierto fue la “Sonata para piano y
violín en La mayor”, de Mozart, con el número 526 del catálogo de Köchel. La
penúltima sonata violinística del genio de Salzburgo gustó mucho al respetable,
que aplaudió (e hizo muy bien, pero eso es otro debate) todos y cada uno de los
tres movimientos de la pieza. El diálogo entre le violín, Bruno Vidal, y el
piano de Cheng-I nos transportó a la época más madura de Mozart (que moría tal
día como hoy de hace 230 años) y a la brillantez del músico.
En la segunda parte del concierto lo músicos interpretaron
el “Trío para trompa en Mi bemol mayor”, opus 40, de Johannes Brahms. Se trata,
como dijo la presentadora, de la mejor composición de música de cámara para
trompa. Los tres músicos demostraron su
buen hacer con esta pieza en la que combinan a la perfección el violín y el
piano con la nobleza de la trompa. Como saben los lectores, la obra conmemora la
muerte del compositor y esa melancolía se nota durante toda la obra. Los
intérpretes nos llevaron desde el nostálgico
Andante, al elegante Scherzo y de ahí al conmovedor Adagio (uno de los grandes
movimientos lentos del alemán, según sus biógrafos), para acabar con el
vigoroso Allegro.
El público premió al trío con una sonora ovación que hizo
que los músicos volviesen a interpretar uno de los movimientos del “Trío” de
Brahms. Una gran noche de música en el Auditorio López Torres, un consuelo para
el frío de la calle y una alegría para el espíritu.
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Sábado, 10 de Mayo del 2025
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Domingo, 11 de Mayo del 2025