Provincia

La Mancha, tierra de molinos

Recorremos los molinos de Campo de Criptana, Alcázar de San Juan, Herencia y Puerto Lápice

La Voz | Jueves, 9 de Diciembre del 2021
{{Imagen.Descripcion}} Molino de Campo de Criptana Molino de Campo de Criptana

Es, sin lugar a dudas, El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, la inmortal obra de Cervantes, la que más ha hecho por el conocimiento de la provincia de Ciudad Real fuera de nuestras lindes. El Manco de Lepanto empezaba la que es la primera novela moderna con una frase que es conocida por todo el mundo «En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...».  En La Mancha, concretamente en la provincia de Ciudad Real, fue donde el Caballero de la Triste Figura vivió muchas de sus mágicas aventuras. El viajero puede conocer de primera mano unos lugares que son reales, sintiéndose como Don Quijote. Aquí es posible.

«En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo…», así comienza uno de los pasajes más recordados de El Quijote, el que nos trae al magín la icónica estampa de esos gigantes que se han convertido en una de las señas de identidad de La Mancha. Los molinos de viento. Vamos a recorrer en este artículo los de Campo de Criptana, Alcázar de San Juan, Herencia y Puerto Lápice. Los molinos manchegos se construyeron a partir del siglo XVI, con la llegada de los flamencos que acompañaban a Carlos I, en los cerros donde el aire cobra más fuerza, aprovechando la energía eólica para la molienda del cereal.


Alcázar de San Juan

Comenzamos por la localidad de Alcázar de San Juan. Es en el siglo. XVI cuando se desarrolla una segunda época de esplendor y crecimiento de la población. En el Cerro de San Antón se conservan cuatro de los diecinueve molinos de viento y dos de agua que llegó a tener la ciudad. Es el cerro un extraordinario mirador para divisar la llanura manchega. Desde lejos se puede contemplar la icónica estampa de estos gigantes en la llanura.

Los cuatro molinos de viento de Alcázar de San Juan son, Rocinante, Barataria, Fierabrás y Barcelona. De ellos se `pueden visitar dos, uno contiene el Centro de interpretación del Paisaje Manchego y otro con la maquinaria del siglo XVI a punto para realizar moliendas periódicamente, se informa de las fechas en la web del Ayuntamiento o en la Oficina de Turismo, www.turismoalcazar.es.


Campo de Criptana

Seguimos el viaje en Campo de Criptana, donde los molinos son un símbolo identificativo de la localidad y presiden altivos la Sierra de la Paz o de los Molinos. Estos Molinos de Viento inspiraron a Miguel de Cervantes para narrar la aventura más famosa de la literatura universal, la de Don Quijote contra los "Gigantes". El Catastro del Marques de la Ensenada recogía en 1752 hasta 34 molinos en la villa de Criptana. Entre los diez molinos actuales se encuentran los tres únicos molinos de la Península Ibérica que conservan la estructura y maquinaria original del siglo XVI, Infanto, Burleta y Sardinero, aptos para moler el cereal como se hacía siglos atrás. Estos tres gigantes fueron declarados monumentos desde 1979.

En el molino Culebro, se encuentra el Museo de Sara Montiel, una exposición que sirve de homenaje a la célebre actriz y cantante nacida en Campo de Criptana. En esta localidad también se realizan moliendas durante todo el año, que puede disfrutar en este viaje. Las distintas fechas se consultan la oficina de turismo o en la web de turismo, www.tierradegigantes.es.


Herencia

En 1790 se construyó el primer molino en Herencia, eran más baratos que los de agua, al no poseer el término cursos de agua permanentes. Se contabilizan hasta once molinos en 1807. Actualmente se alza la bella imagen de siete molinos con nombre propio: El Ama, La Sobrina, Dulcinea, Maritornes, La Dueña Dolorida, La Duquesa y Teresa Panza, puedes consultar mas información en la web www.herencia.es.


Puerto Lápice

Nuestra ruta llega a Puerto Lápice. Allí, a la vera de la autovía de Andalucía nos encontramos con los recuperados molinos de La Serranilla. Puerto Lápice debe su existencia a las ventas, una construcción típicamente manchega, levantadas entorno a un patio central, con soportales, establos, mesón y habitaciones para pernoctar. Ideadas para el alto de los viajeros y sus caballerías, que encontraban también acomodo en los establos y abrevaderos.

Se conservan tres de las cuatro ventas que al parecer existían: La posada del Rincón, entorno a un patio con arco y rejas está rodeado de viviendas; La posada de Dorotea Jiménez, citada por Azorín en su ruta del Quijote; y La Venta del Quijote, restaurante y posada que vuelca su actividad y su existencia en rememorar la novela y a su protagonista.

Recomendamos al viajero que brinde con el mejor vino y saboree el mundialmente conocido queso manchego y la gastronomía más tradicional. Puede ampliar esta información en  la web Turismo de Ciudad Real. Le sorprenderá la belleza de sus pueblos, la riqueza de su patrimonio y la hospitalidad de su gente. La provincia de Ciudad Real es el lugar que siempre recordará.


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