Las denominadas Casas Tercia del Priorato
de San Juan en la Mancha, eran instituciones fundadas y promovidas por la orden
sanjuanista en cada pueblo para residencia de sus Mayordomos-Administradores;
casa, asimismo, donde se hospedaba el Gran Prior si visitaba la localidad;
también podía utilizarse por los oficiales y servidores de la Orden si eran
enviados para realizar inspecciones o visitas. Por otro lado, en dichas casas
se entregaban y cobraban los diezmos y tercios que le correspondían a la Gran
Dignidad Prioral en las distintas localidades.
En cuanto a la Casa Tercia de
Argamasilla de Alba, además de sus dependencias: vivienda, patio, graneros y
corrales, tenía una gran huerta de dos
fanegas y ocho celemines, que era cruzada por el Canal del Gran Prior y llegaba
hasta la Calle de Alcázar actual.
Respecto a esta propiedad Prioral sabemos que,
1539, según anota el historiador Pedro Guerrero Ventas en su libro «El Gran
Priorato de San Juan en la Mancha», el Gran Prior, don Diego de Toledo, firma
una Provisión: ”Sobre que señalen solares y otras cosas en
Argamasilla”.
Posteriormente, cuando se acuerdan las
Capitulaciones de nuestra localidad, éstas dicen:
EN LA
VILLA DE ARGAMASILLA DE ALBA DE LA ORDEN DE SAN JUAN y de la Dignidad Prioral,
a tres días del mes de febrero, año del nacimiento de nuestro Salvador
Jesucristo de mil quinientos è quarenta è dos años, ante el muy ilustre Sºr.
Dn. Frey Diego de Toledo, de la Santa Casa y Hospital de Sn Juan de Hierusalen,
humilde Prior en estos Reinos de Castilla y León, del Consejo de Su Majestad,
Teniente General por el Reverendo Sºr. el Gran Maestre del Convento de Rodas y
de su común Tesoro, Gobernador en los dichos Reinos, estando en las casas de su
aposento, y en presencia de
mí el Escribano y Testigos [...], parecieron presentes Alejo de Zúñiga, y Diego
de Oropesa, y Pedro Yzquierdo, vecinos de dicha Villa del Argamasilla, por si,
y en nombre del Concejo, Justicia, è Regimiento de la dicha Villa...
Lo
anterior nos viene a señalar que, si al actual emplazamiento de Argamasilla se
trasladan los vecinos de Santa María en 1535 aproximadamente, siete años
después, la Casa Tercia ya estaba construida: al menos para que pudiera
hospedarse en sus aposentos el
Gran Prior.
Años
después, en las Relaciones Topográficas de Felipe II (1575), la emblemática casa es
de nuevo citada de esta manera:
El veinticinco capítulo se dice que en esta
dicha villa tiene el Prior de San Juan una casa suya que se dice la Tercia,
donde recoge y tiene los diezmos del pan que en esta villa se diezma y que en
ella vive el mayordomo que tiene cuenta de dicho pan.
Durante
los siglos XVII y XVIII el edificio siguió realizando las funciones que al
principio le fueron destinadas: vivienda del Mayordomo y cobranza de los
diezmos. Entre 1781 y 1785, a iniciativa del Prior de
San Juan el Infante D. Gabriel de Borbón, se llevó a cabo la construcción
de una fábrica de pólvora en Ruidera, siendo La Tercia de Argamasilla
desde donde se dirigió el Proyecto por el arquitecto real D. Juan de
Villanueva, con la colaboración del Administrador del Infante, D. Carlos
Herrero. Asimismo
se gestó, 1785, en sus dependencias (y se llevó en parte a cabo), un proyecto
importante para Argamasilla: una fábrica de agramar cáñamo.
Llegado
el siglo XIX, los bienes de las órdenes militares fueron desamortizados por las
Leyes desamortizadoras que el Ministro Madoz publicó en 1855 y 1856. Así pues, La
Tercia de Argamasilla, como el resto de bienes de la Orden de San Juan
en la localidad: molinos, batanes, terrenos, fue desamortizada en 1856, siendo Gran Prior
de San Juan el Infante Don Sebastián de Borbón.
Una vez
en manos del Estado éste la puso en venta y el primer comprador particular, en
1861, fue don Isidoro López Viñas, que también compró al Estado los derechos de
las aguas del Canal del Gran Prior, con sus molinos y batanes. Dicho señor
fundaría en París la «Sociedad de Riegos
del Valle del Guadiana», que tendría sedes, además de en la ciudad donde
fue fundada, en La Tercia de Argamasilla.
Mas, la vida de esta Sociedad no fue larga, debido a que surgieron
discrepancias entre la Sociedad y el Estado, volviendo, en 1878, esta propiedad
otra vez al Estado. Posteriormente, en 1886, la rescata don José Ignacio
Sabater, también relacionado con la Sociedad de Riegos antedicha.
Pero poco le duraría La Tercia a Sabater;
porque dicho señor vende la casa dos años después, 1888, a doña Eusebia Olmedo
Díaz, natural de Tomelloso y vecina de Argamasilla, la cual fue propietaria de
tan importante casa hasta 1892; esta propietaria
haría en 1890 dos segregaciones en la huerta de La Tercia, que vendería a
D. Joaquín Fernández Flores, médico de la localidad, y a D. Tomás Aliaga
Serrano; fecha en la
que la vende a don Juan Serrano Almarcha y doña Matilde Hernán Solís;
matrimonio que la conserva hasta el fallecimiento, 1906, de doña Matilde, la
cual, en su testamentaría, reparte la Casa entre sus 7 hijos.
Actualmente son sus descendientes ─biznietos─
los propietarios de un edificio singular, lleno de historia, situado en la
calle que recibe el nombre de LA TERCIA de Argamasilla de Alba.
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Viernes, 2 de Mayo del 2025
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