El espectáculo “Currents”, según el dossier de prensa de la compañía, está basado en la histórica disputa que mantuvieron Edison y Tesla sobre la corriente continua y alterna, respectivamente. Con esa premisa, la compañía mezcla en el escenario los sonidos electrónicos con los conocidos y aclamados números de percusión de Mayumaná.

Mayumaná no dio tregua al respetable, uniendo sus números in crescendo, aumentando el ritmo del espectáculo con una energía más fuerte que la electricidad que es el leitmotiv del show. Los ocho actores mostraron sus increíbles destrezas con la danza, su virtuosismo haciendo música o cantando para llevar al publico a su terreno. Porque durante el espectáculo el público del Marcelo Grande, como ahora contaremos, fue el componente número nueve de Mayumaná.

Los artistas de la compañía hacen sonar durante el espectáculo baterías, guitarras eléctricas y bajos, tambores, pero también una imaginaria pelota de pingpong o unas fosforescentes aletas de buzo. Utilizan su voz, su cuerpo, el escenario, sus emblemáticos cubos de basura o el agua para crear su arte, en una orgía de sonido que no deja que estemos quietos en nuestra butaca. El show está perfectamente sincronizado, todo se mueve como un reloj (de los que tantas veces aparecen en la pantalla), la facilidad con la que los actores llevan a cabo sus prodigios denota horas y horas de ensayo y una increíble fortaleza física.

El espectáculo incorpora un logrado montaje multimedia con proyecciones coloristas e integrando al público aún más en la función. En un momento determinado dos de los componentes de la compañía bajan a la platea para interactuar en directo con el respetable, emitiéndolo en directo en los paneles del escenario. Y es que, como decimos, el público ayer dio palmas, canto, saltó, pataleó, grito y se divirtió de lo lindo. El respetable aplaudió todos y cada uno de los números de “Currents”, durante los casi 90 minutos del show se notó el gran ambiente, se percibía que el público disfrutaba.

En definitiva, que Mayumaná nos fue llevando durante cerca de hora y media a través de un espectáculo único, haciéndonos disfrutar hasta el final, permitiéndonos desconectar de nuestros problemas cotidianos. El público pudo admirar la fabulosa coordinación de los miembros de la compañía, la perfecta sintonía para unir en un show, y hacerlo bien, teatro, danza, música, clown, mimo y percusión. Mayumaná recibió una merecida ovación por parte del público.