«Sentí mucha alegría al volver a jugar. El fútbol es muy importante para mí y volver a disfrutar de él fue muy emocionante», subraya Richi, de 24 años, que asegura haber tenido «muy buenas sensaciones» en esos minutos en los que salió al terreno de juego del Quintanar, con esa posibilidad clara de haber marcado el gol del triunfo.

Más emotividad da a este regreso la dureza de una larga y difícil recuperación desde que se lesionara el 4 de abril en el José Camacho ante el Conquense. Un par de meses después fue intervenido quirúrgicamente de esa rodilla, para comenzar desde entonces el proceso de rehabilitación. «Fue duro, es una lesión complicada y la recuperación lleva un tiempo. Gracias a la familia y a los fisioterapeutas ha sido todo más llevadero. A finales de año empecé a entrar con el grupo y con mis compañeros fue más fácil también», describe.

Richi reconoce que desde la grada «sufres más, no puedes ayudar en el campo y solo te queda apoyar desde fuera». En esa pasada temporada, su primera en el Manzanares tras jugar en equipos como el Carrión y La Solana, lamenta así como se quedó en la segunda fase sin poder ayudar en la lucha por una permanencia que no pudo lograr el equipo.

Ahora, para lo que resta de curso en el Grupo 1 de Preferente y con el equipo segundo a siete puntos del líder La Solana (con un partido menos), sí que desea con muchas ganas colaborar sobre el césped en el objetivo de retornar a Tercera: «Eso es lo que queremos y estamos metidos de lleno en la pelea. Queremos llegar al final en la primera posición o, al menos, la segunda», sentencia finalmente un futbolista que, diez meses después, ha vuelto a disfrutar en el campo de lo que más le gusta.