La descripción de esa parte del sector olivarero realizada en la fase inicial de la elaboración del Plan Estratégico ofrece un diagnóstico preocupante, según UPA. Entre sus debilidades destaca que el sector está excesivamente atomizado y la escasa eficiencia en sus costes de producción frente a otras tipologías de cultivo de olivar. Así, Agricultura decidió incluir en el PEPAC una intervención sectorial destinada a mejorar la situación del olivar tradicional.

Para la puesta en marcha de esta intervención sectorial es necesario, en primer lugar, la constitución y reconocimiento de las organizaciones de productores como entidades solicitantes y ejecutantes de dicho programa sectorial y es el propio Ministerio quien debe regular los requisitos sobre tal reconocimiento, para lo cual se ha propuesto un borrador de Real Decreto de reconocimiento de OPs, cuyo plazo de presentación de alegaciones acaba hoy. Sobre dicho Real Decreto de reconocimiento de OPs, UPA cree que la propuesta planteada por el MAPA no es el mecanismo adecuado para la puesta en marcha del programa sectorial propuesto. Las OPs, tal y como se plantean en el borrador de RD, no deben tener como objetivo canalizar ayudas a los agricultores. En todo caso se debe evitar que unos pocos grandes productores puedan crear sus propias OPs mediante la revisión de los parámetros incluidos en el RD de su reconocimiento.

Para corregir esta situación, UPA ha presentado una serie de alegaciones a Agricultura que en la práctica significan un cambio de estrategia en la hoja de ruta a seguir en la protección del olivar tradicional. “La estrategia planteada es totalmente equivocada”, aseguran desde UPA. La organización defiende que se ponga en marcha una ayuda asociada con una dotación presupuestaria suficiente, solicitando al MAPA que renuncie a la aplicación del programa sectorial propuesto y modifique el PEPAC.

El objetivo debe ser establecer una ayuda asociada directa a los olivareros tradicionales que formen parte de un programa de reestructuración de costes de producción limitada a municipios de olivar tradicional de alta pendiente y baja producción con un claro carácter social que tenga en cuenta el tamaño de la explotación mediante una importante modulación de este apoyo y que, además, pudiese tener algún requisito relacionado con la gestión conjunta de explotaciones que condujese a la reducción de sus costes de producción.

Hasta este momento siempre se había trabajado con la hipótesis de no apoyar estructuras de comercialización ya formadas con el presupuesto del primer pilar de la PAC. Si ahora esta situación es condición necesaria para poder acceder a este programa sectorial dirigido al olivar tradicional, UPA ha mostrado su “profundo rechazo” al mismo. No hay que olvidar que el presupuesto destinado a este programa sectorial, dotado con 30 millones de euros al año, se nutre de la ficha financiera total de España y bajo el punto de vista de los agricultores “no tiene ningún sentido que se detraiga ese presupuesto entre todos los perceptores de la PAC de nuestro país para apoyar las inversiones de grupos ya consolidados en la comercialización de aceites de oliva”.

“Se estaría haciendo un reparto injusto que solo beneficiaría a dichos grupos ya consolidados. El presupuesto que nutre esta novedosa actuación sale de los agricultores y tiene que ir destinados a ellos, no a crear o apoyar entidades que ya cuentan con otro tipo de incentivos”, asegura UPA.

Por último, UPA recuerda que siempre ha demandado una ayuda asociada al olivar con mayores dificultades como ya hiciera en 2014 y en 2016, “sin ningún tipo de respuesta por parte del Ministerio en aquellas ocasiones”. Desde la organización entienden que ahora las dificultades del olivar tradicional de alta pendiente y baja producción son incluso mayores que entonces, por lo que resulta “indispensable” que esa ayuda asociada se incluya en el PEPAC que dirigirá la PAC en nuestro país a partir de 2023.