Del pozo de las adicciones se puede salir. Por muy lejos que
nos parezca que está el brocal, siempre podemos alcanzarlo. Algo que es bien
sabido por este periodista. Hace 17 años dejó atrás el alcohol y encontró la
vida. Asora nació hace tres años y en ese tiempo ha tratado a muchos adictos y
a sus familiares. Quiero que Mari Carmen Serrano, su cara visible, me cuente su
experiencia.
Charlo con Mari Carmen en una de las dependencias del centro
de barrio. Largo y tendido, mirándonos a la cara, un alcohólico rehabilitado y
una mujer que rehabilita alcohólicos y adictos en general. Una conversación
franca y emotiva que lleva a este cronista por vericuetos retorcidos y
recuerdos amargos, pero alegre por haber abandonado el lado oscuro de la
adicción.
“Asora es gente
joven”
El Área Social de Rehabilitación de Adicciones (Asora) nació
de una necesidad y está integrada en la Asociación de Vecinos del Barrio San
Antonio. Un colectivo vecinal que renació hace 9 años, después de que la
asociación del barrio —una de las más antiguas de la ciudad— pásese a mejor
vida. Desde ese renacer «nos damos cuenta, sobre todo los jóvenes
de que las asociaciones de vecinos tienen que luchar por el bien común». A
partir de ahí, la dividen en distintas áreas «comenzamos por Juventud, que
enseguida tiene mucho éxito. Los jóvenes ven otra alternativa a las que
hay hoy en la sociedad. Después creamos el área de la mujer, con ella llevamos
a cabo un proyecto de un año de duración con la Junta de Castilla-La mancha. Y
luego después llega Asora».
El área de Juventud fue una experiencia innovadora y magnífica «logramos reunir un grupo de jóvenes comprometidos y valientes, ahora la mayoría son adultos. No consumen ningún tipo de droga… bueno, alguno fuma». Y aquel grupo de jóvenes era la plataforma ideal para poner en marcha Asora, me cuenta Mari Carmen, «porque aunque me duela decirlo, Asora es gente joven». Y es que, las asociaciones de alcohólicos —considera Carmen— «estaban un poco obsoletas. Hay que tener claro que la adicción es una enfermedad, con una patología determinada. Las técnicas que valían hace veinte años no sirven ahora». Porque —asegura tajante— «no solo hay que tratar la abstinencia. Hay que tratar más cosas, sobre todo cambiar de hábitos. Si tú a un joven no le das opciones, difícilmente saldrá del mundo de la droga».
Resultados positivos
Es decir, que la Asociación de Vecinos del Barrio San
Antonio ve unas carencias en Tomelloso en cuanto al tratamiento y
rehabilitación de las distintas adicciones, y en lugar de mirar para otro lado,
se encierran con ese morlaco. Ahí es nada, un colectivo vecinal que quiere
atajar un problema sociosanitario de los más importantes. «En el inicio tuvimos la suerte de contar con algunas personas que
tenían experiencia en este campo. Además, como nosotros entendemos que no
podemos hablar de tiburones si no hemos leído de tiburones, empezamos a
formarnos. Tenemos la suerte de contar en la asociación con un médico en el
último año de carrera, una psicóloga que está acabando sus estudios y nuestro
proyecto es tan atractivo que además, hay profesionales que empiezan a trabajar
con nosotros».
Los resultados en estos tres años son positivos «hay mucho trabajo, se personaliza mucho en
el enfermo y el familiar. En Asora empezamos a hacer algo que hacía mucha
falta, tratar al familiar y al problema de raíz ¿Por qué un niño con 19 años
empieza a consumir a los 13? ¿Por qué un alcohólico rehabilitado deja de beber
y sigue con las mismas actitudes que cuando bebía? Desde el primer momento
tenemos la suerte de contar con el apoyo de mucha gente, el Ayuntamiento de Tomelloso,
en la antigua legislatura y en la actual. Es muy importante, y así se lo he
dicho al actual Gobierno municipal, tener un Plan Local sobre Drogas». Y es
que en Asora saben por experiencia «que
el consumo de drogas es más habitual de lo que pensamos los padres». Mi
interlocutora insiste en la importancia de la formación, en que en este tiempo
han acudido, adictos y no adictos, a donde ha hecho falta, congresos,
simposios, jornadas.
La Asociación de
Vecinos del Barrio de San Antonio
Asora es un proyecto que es posible gracias a la Asociación
de Vecinos del Barrio de San Antonio «la
mayor de Tomelloso con más de 400 socios, que pagan 5 euros al año, a los que
informamos meticulosamente de todos los pasos que da esta asociación, incluida
el área de rehabilitación. Ellos son los que nos dicen que sigamos adelante».
Y gracias a contar con una treinta de jóvenes «que llevan el proyecto en vena y el movimiento asociativo no
remunerado».
A pesar de que lo niegue durante la charla, Mari Carmen ha sido quien ha inoculado el veneno del asociacionismo y la lucha social en este grupo de jóvenes comprometidos que uno ha tenido la suerte de verlos actuar. Personas que devuelven a la sociedad más, incluso, que ésta les ha dado a ellos y lo hacen, como si tal cosa, como si fuese lo más normal del mundo. «La artífice es la asociación, yo soy circunstancial». A partir de ahí, la charla nos lleva a hablar sobre la constitución de la asociación de vecinos (de la nueva asociación de vecinos, mejor dicho) y su recorrido hasta ahora.
Eliminar el estigma
de las adicciones y normalizar la situación
En estos tres años ha pasado mucha gente por Asora «tú sabes como va esto, unos se quedan y
otros se van, pero sí, ha pasado mucha gente». Mari Carmen es una persona
que no ha sufrido directamente la lacra de las adicciones y la experiencia de
tratar con quienes llegan —a mi parecer— debe ser, como poco, enriquecedora, «es duro cuando una persona llega
destrozada, pidiendo ayuda; es muy duro. Pero aunque me afecten todos los
casos, entenderás que lo haga más cuando acude un hijo. Como soy madre, eso me
llega al alma. Tú sabes que si la rehabilitación se lleva bien, se acaba bien».
En Asora hay muchas herramientas para que la rehabilitación sea un éxito «después creamos el área de Deporte». Y
cuando «a los cuatro o cinco meses, ves
que la cara del enfermo ha cambiado y a
la familia más tranquila, no necesitas más».
Cuando un enfermo pide ayuda es porque ha tocado fondo. Las
drogas —las que sean— le han hecho perder la familia, el trabajo, los amigos…
la vida, en definitiva. Además, el tener un hijo, o un marido y no digamos, una
mujer, alcohólico, ludópata o drogadicto es una vergüenza. Algo que se lleva
como se puede, pero casi siempre en secreto. Por ello Mari Carmen aboga por «eliminar al estigma que rodea esta
enfermedad y para luchar contra ella hay que ponerle cara. Hay que normalizar la situación y que la
sociedad no vea esto como un vicio, es una enfermedad. Es muy importante que
asociación, enfermos, familiares y profesionales vayan juntos».
Asora, ha recibido recientemente el premio al voluntariado
joven del Ayuntamiento de Tomelloso «y
subieron voluntarios y enfermos y no se sabía quién era cada uno. Nosotros
hemos eliminado el estigma». La asociación ha participado este pasado lunes
en el desfile de peñas locales del Carnaval de Tomelloso.
Cuando estás metido de lleno en una adicción, parece que sea
lo más grave del mundo, pero cuando logras medio salir de ese agujero se puede
ver que el mundo está ahí fuera. Hay que darle visos de normalidad y visibilidad «ningún enfermo de cualquier otra enfermedad pide perdón. Un adicto no
puede estar media vida consumiendo y la otra media pidiendo disculpas». Hay
que dejarlo atrás, es la única forma. Carmen cree que «es muy importante que las personas que habéis pasado por la enfermedad
deis testimonio de ello, como prevención» e insiste en que en Tomelloso
hace falta un Plan Local de Drogas.
“Tenemos un problema
importante con las drogas”
La entrevistada considera que en Tomelloso hay un problema
importante con las drogas «hablando con
los enfermos jóvenes te das cuenta de lo que hay. Solo hay que ver que un
número importante de niños con 15 años ya consumen cannabis. Habrá que decirle
a los padres que fumar un porro no es bueno, que la marihuana puede ser letal».
El pasado Día Munidal sin Alcohol, el 15 de noviembre, Asora estuvo en el “12
de Octubre” con el Delegado del Plan Nacional de Drogas «que nos aseguró que el principal problema que tienen es el alcohol y
sobre todo en menores. El 90 por ciento de las violaciones se producen por
causa del alcohol y eso es algo que tienen que saber los padres».
Y Mari Carmen continua, vehemente y sin dar tregua «a las mujeres adictas hay que abrirles una puerta. El tipo de consumo es distinto al de los hombres, ellas lo hacen en su casa… ¡Y si un hombre está mal visto, una mujer mucho más! Tiene más miedo de decir “tengo un problema, por favor que alguien me ayude”».
Y seguimos charlando de la situación de los jóvenes, niños
en algunos casos. Vivimos en una sociedad tan hipócrita que en lugar de
intentar resolver el problema lo aleja, lo esconde y así no existe. Nos
conformamos con que nuestros hijos pasen las noches del viernes y el sábado
bebiendo en un descampado, pero “ojos que no ven…” escondiendo el problema. «Pensamos que eso no va con nosotros y, por
desgracia, en casi todas las familias hay alguien con un problema de adicción.
Es muy difícil de reconocer. Cuando vais a las asociaciones es porque lo tenéis
todo perdido». Y continua señalando que «los padres si no dejamos ir a nuestros hijos de 14 años al botellón pensamos
que los estamos aislando de la sociedad. Creemos que vamos a crearles un
problema cuando realmente el problema es beber con esa edad».
Una oportunidad para
salir del infierno de las adicciones
Lo que está claro es que Asora —y los distintos colectivos
que luchan contra las adicciones—ofrece una oportunidad a quien la quiera
coger. El primer paso es la acogida, algo que desde la asociación han preparado
muy bien «hemos hecho cursillos,
preparándonos en ese aspecto, por ejemplo en entrevistas motivacionales. La
entrevista de acogida siempre la hacen un enfermo y un familiar. Ahí tratamos
de explicar lo que van a encontrar en Asora. Tenemos la suerte de que, casi
siempre, nos cuentan un montón de cosas en esa primera toma de contacto. Como
ya he dicho, acto seguido los derivamos a la UCA, es necesario que medicamente
veamos que la abstinencia es efectiva. Después, se ofertan todas las
herramientas que tiene esta asociación, sin imponerlas a nadie. Por ejemplo, el
Área Deportiva con la que estamos obteniendo muy buenos resultados. Los
miércoles tenemos un taller de comunicación donde tratamos habilidades
sociales, terapias de enfrentamiento… todo aquello que en terapia de autoayuda
no se suele tratar. Trabajamos mucho el factor humano y el acompañamiento. Damos
esperanzas pero siguiendo unas pautas, esto no es una varita mágica».
En la asociación tratan todas las adicciones «desde la adicción a las nuevas
tecnologías, trastornos de alimentación, ludopatía y todas las drogas, incluido
el alcohol».
Se puede salir
Para acabar le pido a Mari Carmen un mensaje de optimismo,
que le asegure a nuestros lectores que se puede salir del agujero de las
adicciones. Sonríe, me mira y asegura que «claro
que se puede salir. La adicción es una enfermedad con unas patologías
determinadas y, por tanto, tiene un tratamiento. Se puede reformar la vida y
vivir lo que no has disfrutado. Y yo tengo la suerte de verlo día a día y
semana a semana como los enfermos mejoran. Tienen sus altibajos, hay que
decirlo, porque esto no es un camino de rosas. No es fácil ni para el enfermo
ni para los familiares pero se puede salir. Se puede salir».
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Martes, 7 de Enero del 2025
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Miércoles, 8 de Enero del 2025
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