Volvemos a las calles ante muchas cosas por
cambiar en la sociedad y en los centros de trabajo: Una brecha salarial del 18%
en Castilla-La Mancha; mayor parcialidad, mayor temporalidad, peores
condiciones laborales, la enorme penalización por la maternidad, la mayor
presencia femenina en los permisos y excedencias porque no hay una
corresponsabilidad adecuada, la segregación en el empleo, la desigual
distribución en el uso del tiempo, los techos de cristal, la violencia sexual y
la violencia de género
La
conmemoración hoy del 8 de marzo nos llega con ilusiones renovadas, con ganas
de volver a conquistar las calles y retomar las
reivindicaciones históricas que mujeres, sindicatos de clase,
asociaciones y colectivos feministas reclamamos no solo en este día, también en
los 364 días restantes del año. Después de dos años de “obligada reclusión”, hay
ganas de volver, y nos sobran los motivos, como cantara Sabina: Una desigualdad
salarial de un 18% de brecha media en Castilla-La Mancha; mayor parcialidad;
mayor temporalidad; peores condiciones laborales; una enorme penalización por
la maternidad; mayor presencia femenina en los permisos y excedencias derivados
de los cuidados, porque no hay una corresponsabilidad adecuada; segregación en
el empleo; desigual distribución en el uso del tiempo; los techos de cristal,
que a veces parecen de diamante; el gravísimo problema de la violencia sexual
(cada vez con una incidencia mayor y entre personas más jóvenes), y esa lacra
social que supone la violencia machista, con un nuevo asesinato machista hace
pocos días de nuevo en nuestra comunidad, el último caso de esa vergonzosa
cifra de seis mujeres asesinadas en este 2022.
Contra
esta realidad, los hombres y mujeres de este país lo diremos alto y claro hoy y
cada día: No habrá igualdad social si no existe igualdad en el ámbito laboral,
porque el empleo de calidad y la independencia económica es un factor clave
para el desarrollo individual de cualquier persona, especialmente para las
mujeres y para poder alcanzar una sociedad igualitaria, no cabe duda que la
violencia de género, encuentra un aliado perfecto en una dependencia económica
por la que muchas mujeres no se atreven o no se ven capaces de poner fin a esas
relaciones dependientes.
Desde CCOO de CLM, en este 8 de marzo, bajo el lema confederal ‘de las palabras a los hechos, para la igualdad; tenemos un plan’ y con la legitimación de ser el sindicato mayoritario en la región, llevaremos la herramienta feminista de los planes de igualdad a tantas empresas como sea posible, independientemente del número de personas en las plantillas, para dar una mayor cobertura y una mayor protección tanto a mujeres como a hombres, en unas relaciones más igualitarias y que beneficie tanto a unas, como a otros. Contamos además con que la nueva legislación laboral y la subida del SMI serán un balón de oxígeno para muchas mujeres, beneficiadas por estas nuevas medidas que dejan unas relaciones laborales de más garantías, especialmente para las personas más vulnerables; las que tienen salarios más bajos y sufren más precariedad laboral, y que son de manera muy mayoritaria mujeres y jóvenes. Pero no podemos confiarnos; igual que hemos logrado importantes avances y reconocimientos legislativos en materia de igualdad entre hombres y mujeres en el empleo y la ocupación, los últimos movimientos políticos presenciados en algunas comunidades autónomas nos hacen adivinar que sobre esas conquistas pesa una seria amenaza. Las políticas en materia de igualdad y contra la violencia de género están seriamente amenazadas por esas políticas reaccionarias; el sistema capitalista y patriarcal ha encontrado en esas políticas de ultraderecha su mayor alianza.
Rosario Martínez Pedrosa, secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI en CCOO CLM
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
Sábado, 23 de Noviembre del 2024
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