Entraron mejor los manzanareños, muy acertados desde el perímetro, para ponerse 2-13, aunque el primer cuarto acabaría 11-20. Siguieron más entonados los visitantes en el segundo, favorecidos por una defensa que quizá daba excesivas facilidades, permitiendo cómodas posiciones de tiro al Manzanares. En ataque, pesaba la responsabilidad y tampoco acaban de salir bien las cosas. Al descanso, 30-41.

En el tercer cuarto hubo un momento muy complicado. El Manzanares se fue de 18 puntos y parecía que el partido se escapaba sin remedio. Pero siguieron creyendo los de casa, que empezaron a dominar el juego interior, a correr en el contraataque y a aplicarse en defensa. Ya no estaban tan cómodos los visitantes que empezaron a bajar su porcentajes de acierto en el tiro. Al final del tercero, 47-55 y la sensación de que había partido.

Y vaya que sí lo había. Fernando Ramos y César Morales impusieron su ley bajo tableros; Chicho empezó a descubrir vías de penetración y Santi La Paz empezaba a ofrecer los destellos del gran jugador que es. El resto ayudaba y mucho: los hermanos Bonillo, Rafa Román, Gaspar, Santos, Sánchez que vivió un bonito duelo con su hermano Alfonso. La diferencia se fue reduciendo y a falta de cuatro minutos para el final, el Basket Atlético Tomelloso ganaba 60-59 y los puntos que quedaban solo fueron locales para llegar a ese definitivo 66-59 que hizo estallar de júbilo al San José. Solo cuatro puntos anotaron los visitantes en el último cuarto, señal inequívoca de la gran defensa que hicieron los hombres de Pedro Nieto.

Queda solo un partido de la liga regular que también hay que ganar para estar en esos play off. No será fácil, pero el corazón y calidad de este equipo nos hace ser optimistas.