La pinacoteca, que celebra sus diez primeros años, «es un recurso cultural muy importante para Tomelloso y Castilla-La Mancha»
El Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena de Tomelloso está celebrando sus primeros diez años de vida. La pinacoteca nace del empeño del presidente de la Cooperativa Virgen de las Viñas, Rafael Torres, para albergar los fondos del Certamen Cultural de la entidad creado en el año 2001. Inauguró el museo la Infanta Elena el 23 de noviembre de 2011 con una exposición de bodegones de los siglos XVI al XXI, cedidos para la ocasión por varios coleccionistas privados y galerías de arte.
Desde su apertura, los fondos del Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena no han dejado de crecer. Se ha convertido en el referente del arte moderno de Castilla-La Mancha y va camino de ser uno de los museos que más importancia tengan en arte contemporáneo de nuestro país. En la colección permanente, se pueden encontrar obras de artistas actuales de tendencias diversas ofreciendo así pluralidad de visiones de la pintura de nuestro tiempo. Además, sus salas han acogido exposiciones de grandes artistas como Carralero, Eduardo Naranjo, Enrique Brinkmann, Bellver, Rafael Canogar, Carlos Alber, Caroline Culubret o Ángel Pintado.
Recorremos con Rafael Torres las salas del Museo Infanta Elena en una lluviosa mañana de abril. Estamos en una cooperativa vitivinícola y el copioso chaparrón es bienvenido. Se le nota a Torres su amor al arte, con reverencia hacía ellas va explicando a los periodistas las obras, deteniéndose en las que considera más destacables. Impresionan las salas, vacías de público pero abarrotadas de arte, con un silencio que resalta aún más los magníficos trabajos que atesora el museo.
Mientras, Rafael Torres nos cuenta como se gestó el Museo Infanta Elena y el Certamen Cultural Virgen de las Viñas que nacen de la obra social de la cooperativa. El presidente se siente orgulloso de la importante labor social y cultural que con el museo y certamen lleva a cabo la entidad en la ciudad de Tomelloso.
—¿Cómo nació el Museo Infanta Elena?
—Los orígenes de este museo se fraguan en el transcurso del Certamen Cultural. En el año 2001, tras conocer el funcionamiento de la cooperativa y sabiendo los fondos de promoción y educación que teníamos, propuse a la Junta Rectora la realización de un certamen cultural. Empezó con muy pocos patrocinadores, Caja Castilla-La Mancha y Caja Rural de Ciudad Real en los premios de pintura y la entonces Caja Madrid que auspiciaba el de periodismo. Entran también dos empresas de Tomelloso, Altosa y DVT España. En la primera edición se presentaron sesenta o setenta obras, fue in crescendo y en la actualidad nos llegan más de trescientas obras.
Tuvimos la gran fortuna de contar con la generosidad de parte de los patrocinadores y algunos colaboradores que donaban a la cooperativa los premios que habían patrocinado. Llegó un momento en que teníamos obras colocadas en todas las paredes, incluso almacenadas y no sabíamos que hacer con ellas. Se me ocurrió hacer un museo de arte contemporáneo y así se lo propuse al Consejo Rector. A los miembros les pareció bien la idea, si bien acordamos que la cooperativa tenía importantes necesidades en cuanto a infraestructuras y, por tanto, no podíamos meternos en un gasto de ese nivel.
—Y afortunadamente superó esa dificultad.
—Pensé en pedir ayuda. Me dirigí a Caja Rural de Ciudad Real; a la Junta de Castilla-La Mancha, que entonces la presidía José María Barreda y también al Ayuntamiento de Tomelloso, que era Carlos Cotillas el alcalde. Con las aportaciones de estas entidades pudimos acometer las obras del museo con ciertas garantías de éxito.
Pero no me detuve ahí, quise seguir pidiendo más ayudas. Y así lo hice a La Caixa y a la Caja de Castilla-La Mancha que también nos ayudaron y la mayoría de las empresas que intervinieron en la construcción del museo hicieron descuentos muy importantes, de un 20 o 30 por ciento y hubo algunas que no cobraron nada para que la cooperativa tuviese un museo de arte contemporáneo y así también Tomelloso y Castilla-La Mancha. Cuando fragüé todo esto lo expuse en una Asamblea General que me dio el visto bueno para llevarlo a cabo.
—Los fondos del Museo Infanta Elena no han dejado de crecer desde su inauguración…
—El museo lo inaugura la Infanta Elena en el año 2011 y hemos ido aumentando desde entonces su colección. Cuando echó a andar ya teníamos en fondos propios más de la mitad de su capacidad. Aquello me animó y pensé que eso podía ser bueno para la cooperativa y para Tomelloso. Y así ha sido, actualmente el Museo Infanta Elena está lleno y tenemos unas cuarenta obras en el almacén, creaciones que vamos sacando y rotando para que sea más atractiva al público nuestra colección. También aumenta la colección del museo con las obras que ceden los artistas que llevan a cabo exposiciones temporales.
—Porque el museo también acoge importantes exposiciones temporales, ¿no es así?
—Hemos tenido exposiciones de pintura o grabado. La primera que llevó a cabo la Cooperativa Virgen de las Viñas dentro de su obra social fue en la calle del Campo, una colectiva con de obra gráfica original de artistas de renombre mundial como Picasso o Dalí. Ya en el Museo hemos expuesto la obra gráfica de Dalí y otros muchos artistas. Cuando es interesante y, previa autorización del comité asesor, se llevan a cabo las muestras temporales.
Hemos tenido a grandes artistas, de Tomelloso, Ángel Pintado y Caroline Culubret. En el Infanta Elena también han expuesto pintores de fama internacional como José Sánchez Carralero, Eduardo Naranjo, Enrique Brinkmann, Bellver o Rafael Canogar. También han venido escultores importantes como Carlos Albert. Creo que estamos programando unas exposiciones que no se han conocido antes en Tomelloso y que no hacen más que enriquecer el panorama cultural de la ciudad.
—¿Está contento con el Museo Infanta Elena?
—Estamos muy contentos con este museo que forma parte de la obra social de Cooperativa Virgen de las Viñas. Pensamos que es un recurso cultural muy importante para Tomelloso y para Castilla-La Mancha. Creo que este museo será uno de los de más importancia en arte contemporáneo que tenga España. Están viniendo artistas muy buenos y tenemos piezas muy valiosas. Todo esto se ha visto incrementado porque algunos empresarios, que sin participar en el Certamen Cultural, han hecho donaciones de obras.
—Algo que en un principio pareció extraño, como es que una cooperativa dedicase su obra social al arte, se ha convertido en la seña de identidad de Virgen de las Viñas…
—Es raro aquí en La Mancha, en el norte hay museos importantes en bodegas, incluso en alguna cooperativa. En ese aspecto hemos sido pioneros. Pero tuvimos la fortuna de encontrarnos con unos patrocinadores cuya generosidad ha sido muy grande con nosotros y con el arte. Como he dicho antes, si no hubiese sido así no podríamos haberlo llevado a cabo, no podía pedirles a los socios que hiciesen un sacrificio económico para un museo teniendo otras necesidades que acometer.
Ahora esto ya viene rodado, tenemos muchos artistas que quieren exponer aquí. Pero como es lógico, tiene que haber una selección y, además, más de dos o tres exposiciones al año no hacemos en este museo.
—Como hemos dicho, el museo se nutre fundamentalmente de las obras del Certamen Cultural. En ese sentido, inmediatamente se aprecia el buen gusto y el conocimiento del arte moderno del jurado.
—Naturalmente que sí. Los miembros del jurado son reconocidos pintores de gran prestigio en todo el mundo y también críticos de arte que aportan su conocimiento para se haga una buena selección de obras y se premie —dentro de su criterio— lo mejor posible.
Como consecuencia de las diferentes tendencias que tienen los artistas y el jurado que falla el Certamen Cultural, la obra que atesora el Museo Infanta Elena no está enclavada en una sola dirección. No son únicamente obras abstractas, realistas o impresionistas, hemos hecho una colección que recoge diferentes técnicas, temáticas y estilos que hacen que nuestro museo sea muy atractivo para los amantes del arte.
—¿Qué nos puede decir de la apuesta tan clara que el Museo Infanta Elena ha hecho por el grabado?
—Junto con la Universidad de Castilla-La Mancha, la Fundación Antonio Pérez y el Museo de Valdepeñas hemos creado el Concurso Internacional de Grabado de Castilla-La Mancha. Se trata de una técnica con muchos años de historia que actualmente está teniendo mucho auge, sobre todo porque la pintura es muy cara. El grabado permite que el coleccionista pueda tener en su casa una obra de arte más asequible. Las obras premiadas y seleccionadas en la primera edición del certamen están expuestas en el museo con mucho éxito.
Vamos a seguir en la misma línea. La filosofía de esta empresa es la elaboración de vinos y aceites, pero también tenemos otras actividades paraempresariales como la docencia, para formar a nuestros empleados y, con respecto a la cultura, el Museo Infanta Elena y el Certamen Cultural Virgen de las Viñas. Con esto estamos cumpliendo una importante labor social en Tomelloso de la que nos sentimos muy orgullosos.
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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