Con unos días de retraso, debido a su participación en el acto institucional de Europe Direct en Toledo junto al García Pavón, el Instituto Eladio Cabañero está celebrando este viernes el Día de Europa. Ha sido una actividad sencilla pero llena de emotividad y, sobre todo de espíritu europeo (tan necesario en estos negros días de guerra), en el que ha intervenido Pilar Nieto, Coordinadora del Programa de Escuelas Embajadoras del Parlamento Europeo; alumnos y alumnas del centro que son “embajadores junior”, la concejala de Educación, Nazareth Rodrigo y el director del instituto, José Ángel Martínez. También ha asistido el concejal de Medio Ambiente, Lorenzo Donoso.

Pilar Nieto ha recordado durante su intervención la gestación de Europa, en la posguerra, a través del proyecto de integración de Robert Schuman que fructificó con la creación de Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951 y con la firma. En 1957, de Tratado de Roma, que dio lugar a la Comunidad Económica Europea. Ha citado la profesora, la incorporación de España en 1986 o la creación de la Unión Europea con el Tratado de Maastricht en 1992.

Queda muy atrás la posguerra, pero a las puertas de la UE la egolatría y la vileza de algunos dirigentes pueden acabar con la paz, ha sentenciado Nieto. Es por ello, que ha señalado la importancia de que la Unión Europea siga haciendo valer uno de sus principales principios, la solidaridad. Apuntando que la UE nos hace más tolerantes, ha recordado que el 2022 es el Año Europeo de la Juventud.

Ser europeo es defender la paz

María, una alumna del centro, ha contado lo que supone para ella pertenecer a la Unión Europea. Ha señalado que la sociedad avanza y necesitamos protección para no ser invadidos por no pensar igual. Recordando a Ucrania, María ha calificado la UE como lugar de protección.

Paola se ha metido en la piel de una alumna de instituto ucraniana, desde que en febrero sonó la sirena de alarma hasta que, por fin, su familia se ha podido reunir en España. Echa de menos la vida en el país eslavo. Otro alumno ha leído pasajes del capítulo 54 de El Quijote, el que trata del encuentro con Sancho con el morisco Ricote, como ejemplo de tolerancia. Pilar Nieto, que ha introducido los distintos pasajes, ha defendido una Europa libre, plural, acogedora y en paz.

El director del instituto, José Ángel Martínez, ha recordado que la Segunda Guerra Mundial se gestó por las ansias expansivas de Hitler y la pasividad de las potencias europeas. Algo que no está ocurriendo con la invasión de Ucrania ya que la reacción, gracias a la UE está siendo diferente. El Eladio Cabañero, ha apuntado, lo tuvo claro desde el primer momento y se embarcó en el Proyecto de Escuelas Embajadoras Europeas, algo de lo que “nos sentimos muy orgullosos”.  Ha manifestado Martínez que el instituto seguirá con el espíritu europeísta con la ayuda del Ayuntamiento, señalando para acabar que “ser europeo es defender la paz”.

Unidos somos más libres y más fuertes

Ha sido Nazareth Rodrigo la última en intervenir, mostrando su alegría por que este viernes “la plaza se llena con vuestro esfuerzo”. La concejala de Educación ha agradecido, no solo lo que se muestra este viernes, también el esfuerzo que realiza el centro a lo largo de todo el curso con el alumnado. Ha recomendado a los alumnos y alumnes que luchen por ser personas formadas, pero sobre todo, por ser buenas personas. Ha recordado que de seis Escuelas Embajadoras de la región dos son de Tomelloso, el propio Eladio Cabañero y el instituto García Pavón.

La historia ha enseñado, ha recalcado la concejala, que unidos somos más fuertes y más libres. Europa esta ahí y es fundamental que sepáis lo importante que es pertenecer a ella, ha recomendado.

El acto ha acabado con una coreografía de la canción “This is me”, que pertenece a la banda sonora de la película “El gran showman”, que ha cantado Irene Serrano. Según ha explicado Pilar Nieto “recoge muchos de los principios de la Unión Europea como son la diversidad, el valor, la justicia o la empatía”. El colofón lo ha puesto el himno de Europa y un sentido minuto de silencio por las víctimas de la invasión rusa de Ucrania.