Morales lo vio claro. En una entrevista con La Voz de Tomelloso, cuatro días antes del partido, Morales, uno de los grandes protagonistas de la temporada y de esta eliminatoria, lo tenía muy claro. “Confíamos en nosotros y en el ambiente que puede crear nuestra afición en el Paco Gálvez. En nuestro campo ya se han vivido grandes gestas y nuestros rivales saben que el Atlético Tomelloso siempre acaba apareciendo”. Ese miedo escénico al que se refería el extremo lo sufrió el Cazalegas que, a pesar de que casi siempre fue delante en la eliminatoria, siempre tuvo muy presente que le tocaba sufrir hasta el final. El tempranero primer gol de Morales alimentó las esperanzas de remontada, el empate fue un jarro de agua fría, pero con el  2-1 obra de Gallego la gente empezó a creer de nuevo: los que jugaban y los que animaban. Cuando llegó el tercer tanto, otra vez Morales, quedaba muy poco pero todo el mundo sabía que el cuarto gol caería por pura inercia y así fue. 

La filosofía de Juli Espinosa: trabajo, trabajo y trabajo. La perseverancia de Juli Espinosa en la dirección del equipo es otra de las claves del ascenso. El técnico acabó dando con un once muy definido que fue el que puso en el campo ayer domingo, analizó concienzudamente las fortalezas y debilidades de los rivales y aún en los momentos en que peor se pusieron las cosas siempre confió en los suyos. Le acompañó un buen equipo de ayudantes que tuvieron muy clara su  función y sumaron mucho y, por supuesto, estuvo siempre respaldado por una junta gestora que le brindó su apoyo desde el inicio. La estructura del club tiene un nivel más elevado que lo exigido por una regional preferente. En aquellos complicados días de enero, cuando los futbolistas se plantaron para defender a su entrenador estaban dando el primer paso para el éxito que  se vivió ayer. Ese emotivo abrazo que le dio a su mujer y a sus hijos al término del partido fue muy significativo.

Bravo por la cantera. De los 18 futbolistas que convocó ayer el técnico, trece se han formado en la cantera de Tomelloso, dato elocuente que habla del buen trabajo que se está realizando desde la base. Semanas atrás, el Juvenil A conseguía una meritoria permanencia en categoría nacional y ayer se rindió un pequeño homenaje a los alevines de la Escuela de Fútbol que han conquistado el provincial. Tal y como está el fútbol ahora, contar con la cantera, más que una opción, es una obligación.

Una gran afición. El comportamiento de la afición fue espectacular y para el recuerdo quedará esa invasión de campo de aficionados una vez que el colegiado pitó el final del partido. El día de Pedroñeras estuvo ahí y ayer su respaldo fue todavía mayor ayer con más de mil trescientas personas en la tribuna. “¡Sí se puede, sí se puede!” gritaron repetidamente los incondicionales auriverdes que animaron desde el minuto uno al noventa. El público empezó a ganar la promoción de ascenso con su generoso aliento. En la nueva categoría es esencial contar con una afición sólida que devuelva al club a los lugares que por historia, entidad de club y población le corresponden.