El Gobierno, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), movilizará un total de 38.394.002,24 euros en Castilla-La Mancha para la modernización de regadíos hasta 2026, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). En concreto, el Plan de Modernización de Regadíos destina a Castilla-La Mancha una inversión de 30.715.201,79 euros procedentes del Plan de Recuperación, a lo que se suman las aportaciones privadas, para movilizar un total de más de 38 millones de euros para obras de mejora en la eficiencia y sostenibilidad de los regadíos.
El Plan de Recuperación consigna un total de 563 millones de euros de inversión pública a nivel nacional para la modernización de regadíos, a lo que se suman más de 140 millones de euros procedentes de aportaciones privadas, para movilizar una inversión total de 703.750.000 euros. Estas cifras son clara muestra del esfuerzo inversor del Gobierno en esta materia, con una inyección superior a 2.100 millones de euros hasta 2026, que permitirán modernizar hasta 200.000 hectáreas de superficie en regadío.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y el presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), Francisco Rodríguez Mulero, han firmado este jueves el convenio de colaboración para la ejecución de la segunda fase del Plan de Modernización de Regadíos para impulsar la mejora de la eficiencia y sostenibilidad en regadíos.
Este programa, incluido en el Plan de Recuperación, cuenta con una inversión pública de 303 millones de euros en esta segunda fase, que financiarán un total de 40 actuaciones en 15 comunidades autónomas y movilizará un total de 378 millones de euros gracias a las aportaciones privadas. En la firma del convenio, Planas ha asegurado que el regadío sostenible es clave para afrontar los retos del cambio climático en la agricultura y poder mantener en el futuro el modelo de producción de alimentos que dé respuesta a la demanda de la población.
El componente del Plan de Recuperación que gestiona el MAPA tiene entre sus prioridades la modernización del regadío, capítulo al que destina el 53,5% de su presupuesto total. De los 563 millones de euros procedentes de fondos europeos entre 2021 y 2022, la primera fase del Plan de Modernización de Regadíos ya incluía 260 millones de euros para acometer 42 actuaciones -el correspondiente convenio se firmó el 25 de junio de 2021-. Todos los proyectos incluidos en esa primera fase tienen ya firmados los convenios de actuación entre Seiasa y las correspondientes comunidades de regantes, que cofinancian el 20% de las actuaciones.
Apuesta por el regadío sostenible con más de 2.100 millones hasta 2026
El ministro Planas ha destacado que este paquete forma parte de la apuesta firme y decidida del Gobierno por el regadío sostenible, necesario para mantener un sistema de producción de alimentos suficiente en el futuro y en un escenario de menor disponibilidad de recursos hídricos.
“Tenemos el desafío de la suficiencia alimentaria en todo el planeta, y tenemos que responder en un escenario que nos exige afrontar lo urgente sin dejarnos atrás lo necesario”, ha dicho y se ha referido a la situación de cambio climático con fenómenos extremos como sequías o incendios causados por las altas temperaturas. Por ello ha asegurado que “es necesario hacer un mejor aprovechamiento del agua”, y un sistema de gestión de los recursos “más moderno y eficiente”, que resulte sostenible.
Y para dar respuesta a este reto, el Gobierno está comprometido con la mejora de la eficiencia de los regadíos. Además de las inversiones financiadas con fondos europeos del Plan de Recuperación, las actuaciones en modernización de regadíos se completan con presupuestos propios del ministerio.
Así, en los próximos cinco años se promoverá una inversión superior a 2.100 millones de euros, con una media de 420 millones por año, cuando en los primeros 21 años de este siglo la inversión fue de 150 millones de euros anuales. Estas actuaciones permitirán modernizar 200.000 hectáreas de regadíos, de las que se beneficiarán unos 20.000 agricultores.
“La modernización del regadío, su transformación digital, con un uso más eficiente, inteligente y sostenible va a contribuir a la prosperidad del sector agrario y es una de las grandes apuestas de presente y de futuro”, ha recalcado el ministro.
Sostenibilidad ambiental, eficiencia y nuevas tecnologías
Los proyectos incluidos en el convenio suscrito este jueves han sido seleccionados a propuesta de las comunidades autónomas, de acuerdo a los requisitos de sostenibilidad ambiental, eficiencia energética, e implementación de nuevas tecnologías exigidos por la Unión Europea para la aplicación de los fondos de recuperación. Al estar financiados con estos fondos, las obras deben estar terminadas en el año 2026, con lo que en la selección de proyectos se han considerado aquellos con un mayor grado de madurez para que su ejecución resulte más fácil.
Entre otros aspectos, se priorizan cuestiones como el menor consumo de recursos hídricos, la sustitución de aguas superficiales y subterráneas por las regeneradas o salinizadas, la incorporación de energías renovables que supongan un ahorro, o la instalación de contadores de telecontrol e instrumentos de precisión en el sistema de riego.
La selección de los proyectos no ha sido fácil, ya que las comunidades autónomas llegaron a presentar más de 300 propuestas de posibles actuaciones. El Gobierno ya ha anunciado que va a ampliar la dotación de fondos europeos en regadíos sostenibles, a los que se destinarán 410 millones de euros de los 800 millones en los que se ha ampliado el presupuesto del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Agroalimentario.
Planas ha reiterado que el regadío es un distintivo del sistema de producción agroalimentario español, que permite que la producción agraria haya alcanzado en 2021 la cifra récord de 56.400 millones de euros, o que las exportaciones mantengan una línea de crecimiento constante con un valor que en el año móvil a abril superaran los 63.000 millones de euros.
España cuenta con la mayor superficie de regadíos de Europa, 3,8 millones de hectáreas, el 54 % de las mismas con sistema localizado. Aunque el regadío apenas representa el 22,6 % de la superficie agraria cultivada en España, en ella se obtiene el 65 % de la producción final agraria. El regadío multiplica por seis la productividad agrícola, aumenta hasta en cuatro veces la renta de los agricultores y genera tres veces más empleo por unidad de superficie que el secano.
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