Feria 2022

Rafael Martínez: “Mi padre y yo mamamos este oficio desde niños”

Rafael Martínez Castellano, el cuarto eslabón de Martínez Carnicería celebra el título de Viñador que recibirá el próximo 28 de agosto

Carlos Moreno | Miércoles, 17 de Agosto del 2022
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Martínez Carnicería  camina ya por la cuarta generación. Este conocido establecimiento familiar al que  casi todos  identifican como “la carnicería del chino” sigue ganándose la confianza de una clientela que aprecia la calidad de sus productos  y el cuidado servicio. Su trayectoria ha sido premiada con el´Viñador en el ámbito de la Economía, galardón más que merecido para una familia trabajadora que ha sabido enfrentar los retos y circunstancias de cada tiempo. La Voz ha entrevistado a Rafael Martínez, el cuarto eslabón de una familia trabajadora y muy tomellosera.

-Son los viñadores en el ámbito económico ¿Lo esperaban?

-Sinceramente no, pero lo agradecemos mucho.

-¿Qué supone para ustedes este premio?

-Es un orgullo, mucho más sabiendo que te eligen asociaciones y personas de Tomelloso que votan entre diferentes propuestas. Pensando en la figura de mi padre es un premio muy merecido porque ha luchado mucho durante toda su vida. El premio lo recogerá  mi padre y yo seré su padrino. Los dos hemos mamado este oficio desde niños. 

-Su sobrina María les hizo una buena promoción en MasterChef…

-María es muy tomellosera, una persona muy auténtica que defiende a su pueblo allá donde va. En cierto modo, ella encarna el espíritu de una familia que queremos y defendemos siempre a Tomelloso. 

-Hablamos de un negocio de gran tradición familiar ¿dónde están sus orígenes?

-Todo esto parte de mi abuelo, Rafael Martínez, pero retrocediendo más atrás llegamos a mi bisabuelo que era ganadero. Un hermano de mi abuelo, Jerónimo el chino, fue el primer carnicero de la familia y fue el que le enseñó el oficio. Mi abuelo tenía un puesto en el mercado, en el que muy pronto, con once años, trabajaría también mi padre. Mi abuelo le compró un puesto en el mercado y estuvieron algunos años cada uno con su propio puesto. Posteriormente, en 1957, mi padre consiguió el traspaso de un local para tener una tienda también fuera del mercado, igual que la tenían  otros carniceros conocidos como los Catalinos o los Paulones. Con quince años le empecé ayudar yo y cuando se jubiló me quedé  regentando el negocio. Llevo ya 27 años entre esas cuatro paredes.

-Usted es diseñador gráfico y se acabó decantando por la carnicería ¿por qué?

-Fue el oficio que mamé desde pequeño. Enfrente de un ordenador me faltaba el trato con el público, no era lo que yo quería. Me gusta hablar con las personas, establecer esa complicidad y cercanía. Tenemos clientes que los ha atendido mi abuelo, mi padre y yo. Sin duda, esto es un motivo de orgullo. 

-Tiene mucho mérito mantener tantos años una carnicería con la creciente competencia que han tenido que enfrentar ¿no es así?

-Es difícil. La pandemia ha traído un distanciamiento. Gente más joven se inclina más por compras a través de internet y las plataformas. Pero aquí seguimos defendiendo un producto de calidad, comos nuestros chorizos del chino, nuestras salchichas, embutidos…y ese servicio cercano que la gente siempre agradece. Como dice mi padre, nosotros no despachamos, atendemos a las personas. Explicamos al cliente como puede sacar el mayor provecho al producto que se lleva.

-¿Qué debe hacerse para ganarse la confianza y el aprecio de la clientela durante tanto años?

-Dar mucha calidad y frescura. Esta misma mañana tuve que partir un cerdo entero para dar dos tiras de tocino que me pidió una señora. Es un ejemplo  que demuestra hasta donde podemos llegar para satisfacer a un cliente. Defendemos calidad y nos inclinamos por la fórmula de traer continuamente producto fresco.

-No dejaron de trabajar en la pandemia…

-No paramos. Puse  comunicaciones por las redes sociales, serví a domicilio y la verdad es que la gente se volcó conmigo, de este modo pude superar esas circunstancias tan adversas que nos tocó vivir.

-¿Se sigue apoyando mucho en su padre a la hora de trabajar?

-Inevitablemente hay que recurrir a la experiencia y mi padre siempre ha sido un punto  de apoyo muy importante. Mi padre ha sido una persona admirable y el solo hecho de igualarlo supone un gran reto para mí. Ha sido una persona muy emprendedora, alguien con una garra y energía arrolladoras. Siendo ya mayor aprendió informática y tras trabajar en la carnicería un montón de horas se refugiaba en la pintura, era su válvula de escape. 


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