Juli Espinosa puso de salida a Kike Reguero en la portería, con Morales y Johan Montes en los laterales y Borja y Juanda como centrales; en el medio campo se situaron Agustín y Molinero; las bandas fueron para Abraham y Roberto, quedando como hombres más adelantados Dani Lozano y Joaquín.

No tardaron en pasar cosas en un primer tiempo frenético  con el Manchego llevando la iniciativa y un Tomelloso que hacía daño al contraataque, sobre todo si la pelota caía a los pies de un inmenso Abraham. El 19 es exquisito en los controles , uno contra uno y último pase. Cuanto más intervenga en los partidos, más se beneficiará el conjunto auriverde.

El Manchego encontró  los caminos por la izquierda de su ataque donde Morales sufrió ante Verdú. De hecho, el penalti que pudo adelantar a los capitalinos fue por una falta del hoy lateral cuando el extremo le encaró por dentro. Pena máxima que no aprovecho, Nacho Huertas, un ex auriverde que atacó el balón con escasa carrera y  Kiko Reguero le adivino la intención para atajarlo. Las leyes del fútbol dicen que quien perdona paga y solo cuatro minutos después, Abraham recibía por la derecha, se zafo con calidad de varios rivales y trenzó un pase de maestro para Dani Lozano que no perdonó ante Mena.

Tras el gol encajado, el Manchego se fue otra vez con todo arriba y encontró premio en el 40 con el gol de Iván, culminando una jugada que volvió a gestarse por la izquierda del ataque mancheguista. Antes Nacho Huertas buscó el palo largo en un tiro envenenado al que respondió Reguero con una soberbia parada y también estuvo cerca del gol el local Joaquín cuando el marcador estaba cero a cero y los auriverdes tenían todavía energía para salir a la contra.

 El Manchego encontró pronto el gol en la reanudación, Iván ganó la posición de remate entre los centrales y su impecable cabezazo acabó en las mallas. Juli cambió su banda derecha, dando descanso a  Morales y Roberto, muy desgastados, y dando entrada a Franco y Gallego. El delantero empezó a crear problemas a la zaga mancheguista con su lucha sin tregua y esa capacidad para hacer buena cualquier pelota. 

Pero la expulsión de Molinero, en el 65, por dos amarillas empezó a decantar el duelo del lado visitante. No mataron el duelo los capitalinos por las paradas de un excelente  Reguero, que fue capaz de mantener a sus compañeros en el partido. Lastima su expulsión, bastante rigurosa, al final que le impedirá estar en Villarrobledo a no ser que prospere el recurso que prepara el club porque la jugada fue más que dudosa. Al final, 1-2, y la sensación de que el Atlético tendrá que exprimirse al máximo para competir con equipos de mucha jerarquía. Hoy lo hizo ante el Manchego, pero hay que dar ese paso para que esa espíritu competitivo y actitud se traduzca también en puntos.

Ante un rival de tanta calidad, Molinero y Agustín tuvieron que correr mucho sin balón, lo intentaron hombres como Joaquín y Roberto y también mostró destellos de calidad el autor del gol, Dani Lozano. Pero el mejor auriverde fue Abraham,uno de esos futbolistas que pueden cambiar el rumbo de un encuentro. A poco que le acompañen, dará buenas tardes en el Paco Gálvez.