El almendro está considerado, desde el punto de vista agronómico, un árbol adaptable a distintos terrenos y a condiciones limitantes de suelo, clima y pluviometría. Castilla-La Mancha es una de las regiones con mayor potencial y un espacio ideal para aplicar un modelo productivo adaptado a la realidad de los recursos disponibles. El objetivo es trasladar al agricultor las técnicas de cultivo y los conocimientos necesarios para conseguir una explotación rentable y sostenible.

La inauguración correrá a cargo de la directora general de Agricultura, Cruz Ponce y acto seguido el profesor de Investigación del CSIC de Murcia abordará el manejo y características de las variedades extras tardías de almendro (makako y penta). El catedrático de la Universidad de Córdoba, Antonio trapero, disertará sobre las enfermedades fúngicas en el almendro, mientras que el ingeniero agrónomo del Centro de Investigación El Chaparrillo, Esaú Martínez, hablará sobre el control ecológico de plagas.

Tras una pausa con desayuno, intervendrán Octavio Arquero, que hablará de los criterios para la elección de material vegetal en el almendro y las densidades de plantación, y Reza Rahmatian, ingeniero químico en industria alimentaria que ofrecerá una conferencia sobre las perspectivas de negocio a nivel mundial.

El Forum concluirá con una mesa redonda que moderará el coordinador de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Ramón Gil y que contará con la presencia de Arturo Belmonte, director técnico del grupo Mañán; Francisco Urquiza, del grupo Arboreto-Crisol; Isabel Usero, directora de Producción de Almeriplant y Cristóbal Aránega, director general de Crisara.

“La almendra mediterránea tiene un valor añadido”

Precisamente Aránega ha explicado a La Voz de Tomelloso que el Forum se hace este año en Talavera “por su cercanía con Extremadura y por ser un territorio donde hay abundancia de agua, un recurso que tenemos que explotar racionalmente para hacer una agricultura sostenible”. El director general de Crisara destaca el nivel de unos ponentes “que están muy relacionados con el mundo de los leñosos, la investigación y también la comercialización. Se trata de ver las potencialidades y debilidades de España con respecto a unos Estados Unidos que producen cada vez más, aunque con evidentes problemas de agua y de contaminación de acuíferos. Nosotros queremos dar a conocer al mundo entero que tenemos un producto de calidad, claramente diferenciado en el mercado por su baja huella hídrica y de carbono. Todo esto hace que la almendra mediterránea tenga un valor añadido que reconoce el consumidor, con grandes valores sociales, medioambientales y también para la salud”.

Sergio Arribas, técnico de Prunotec, empresa de Tomelloso que lleva ya una andadura de siete años, valora los proyectos que la empresa está llevando a cabo en distintos puntos de España y también en Francia y Portugal. “Ahora queremos potenciarnos en la zona de Extremadura y demostrar que ahí también puede haber una agricultura ecológica y sostenible. Es una alternativa a los superintensivos masivos de almendro”.