Como la música y tantas otras cosas, Halloween es una celebración de ida y vuelta. Nació en Europa, cruzó el charco y de un tiempo a esta parte a regresado con fuerza al viejo continente. El escritor y colaborador de este medio, Dani Cuadrado, reivindicó el origen europeo de la festividad —que ha devenido en disfraces y calabazas y de la que muchos reniegan al considerarla una colonización cultural yanki— con una interesante y amena charla en la Biblioteca Municipal García Pavón que tituló “Halloween. La herencia de los celtas”.

La concejala de Cultura, Nazareth Rodrigo, que estuvo presente en la conferencia mostró su ilusión por la conferencia que iba a ofrecer Daniel Cuadrado. Recordó que ya ofreció una charla en el mismo sitio sobre mujeres “nos pareció importante su propuesta de seguir ofreciendo conferencias dado el éxito que tuvo aquella”. Agradeció la buena disposición del escritor para colaborar con otra charla, en este caso sobre Halloween, “que esperamos que el público disfrute”.

Cuadrado explicó los orígenes de Halloween, “una fiesta que tenemos por muy norteamericana y es muy europea”. Durante la conferencia, el escritor explicó que la para encontrar los orígenes de la celebración nos tenemos que remontar tres mil años atrás, a la época prerromana. Ya entonces los celtas celebraban “Shamain”, que era el principio de la estación oscura. 

El origen celta

En los prolegómenos de la conferencia y a preguntas de este medio, recomendó el escritor a los furibundos detractores de Halloween por considerar la fiesta una especie de colonización cultural norteamericana “que lean, que se documenten. Es cierto que se ha desvirtuado en casi tres milenios, pero la raíz está ahí”.  

Cuadrado centró durante la charla lo que era ser celta, el origen y la expansión de este grupo de pueblos que compartían dioses, costumbres y lenguajes. Agrupados en tribus, los pueblos celtas eran temidos por las legiones romanas, especialmente sus ritos religiosos que, explicó Daniel Cuadrado, que ni romanos, ni posteriormente cristianos pudieron erradicar del todo. Una de esas costumbres rituales, incidió el conferenciante es Samhain, el origen de nuestro Halloween.

Detalló Cuadrado que los celtas tenían una manera muy particular de dividir el año en el que la luna marcaba los días y los meses. Tenían dos estaciones, la clara, correspondiente a los meses de luz y calor y cuando se realizaban las labores agrícolas, y la estación oscura, el tiempo del invierno. El último mes del año era Samonios, cuando tiene lugar la fiesta de Samhain, el año nuevo. Se trata de referente más antiguo de la celebración que derivó en Halloween. Los romanos, apuntó el conferenciante, adaptaron la festividad a su propio calendario y los cristianos hicieron lo propio.

Todos los Santos

El cristianismo implantó nuevas celebraciones ritos, como el día de Todos los Santos, que originalmente se celebraba en mayo, se creó porque la Iglesia, que pretendía dedicar un día del calendario a cada santo, ante la avalancha de mártires, no podía conceder un día a cada uno. De modo que le dedicó una conmemoración colectiva a todos aquellos que habían ido al cielo. Posteriormente se hizo necesaria la creación de otro día complementario que honrase a aquellos que aún se encontraban en el Purgatorio, la Iglesia denominó a esta nueva festividad Día de Difuntos, que se cambió a las fechas actuales.

Por último, Cuadrado explicó el origen del Halloween más moderno, exportado por los irlandeses que emigraron a América. Detalló el origen de las calabazas —antes fueron nabos— por medio de la leyenda de “Jack, el de la linterna”, un granjero tan malo que engañó varias veces al mismo demonio. De sus chanchullos con satanás deriva el “truco o trato”.