Quizá
cuarenta años no sean nada… y habría que esperar a que comenzara el cuarenta aniversario y un año
más de “EL CAFÉ DE LA GLORIETA”, para dedicarle unas palabras a este lugar de
encuentro, llamado así desde que un día alguien pensó que debiera llamarse DE
LA GLORIETA y no DE LA PALOMA como estaba previsto y así fue como
definitivamente adoptó ese nombre para empezar a vivir y en este día de Reyes se
merece así con este texto su regalo, un regalo que es como dicta la tradición,
para jugar.
Puedo tocar
y recorrer cada uno de los repujados de la puerta de entrada al espacio, puerta
que en tiempos se mostró en color blanco y ahora se ha fundido con las
tonalidades del interior. Esa puerta perteneció a algún lugar del edificio de
Las Cortes…si la primera historia de EL CAFÉ
que me narraron, antes del día de la inauguración, coincide. Aquel día
recuerdo a Viki tras la barra, ataviada con
pajarita negra y camisa blanca y de cómo iba” tirando las cañas” a petición de los
primeros clientes que entraban pisando el suelo blanco y negro, que hoy ya es cuarentón.
Y ahora, si me
acompañas, podrás jugar tú también en el día de hoy. Es día de Epifanía, día de
magia en la noche que se realizan los sueños por aquellos quienes dan el más
maravilloso don: el de la vida, por eso siempre sabremos que nunca dejarán de
existir para nosotros, quizá guiados por una estrella, tal vez tristemente
perdidos o maravillosamente presentes,
pero siempre en un lugar de nuestro corazón: nuestros Magos de Oriente.
En esta pasada
noche, ellos habrán dejado a cada cual: maravillosos presentes, deseos pedidos
o perdidos, más deseos para pedir o perder, o simplemente les habrán dejado más
solos o solamente les habrán dejado…, o quizá encontrado tras buscarles durante
largo tiempo. Los Magos son muy sabios y como tales, siempre saben lo que más nos conviene…
De nuevo, te
invito a abrir esa puerta de color verde carruaje que cubre la antigua laca
blanca ¡empuja! No te entretengas demasiado en la entrada mirando los
carteles anunciadores y sigue adelante. Entra
por la siguiente puerta, con ímpetu. Comenzando una gran aventura, un juego que
empieza en la tarde del día de Reyes. Y
ahora pon atención: bajando el primer escalón y dejando el simbólico árbol de
Navidad que queda a tu izquierda, cuenta trece losetas del suelo en el siempre
blanco y negro propio del local.
Despacio, no
vayas a ir por el camino equivocado que te lleve al lugar donde puedas
encontrar lo que escribiste en tu carta a los Reyes y que es tu mayor deseo no otorgado. Ve hacia el escondite, donde
ellos hayan dejado en “El Cafetín”
mientras tomaban un cava como descanso
en el camino, algo que hoy estará a tu alcance.
Si ya has
contado los pasos, estarás cerca del rincón que te invita a leer, en esos momentos
cuando nadie tenga que intercambiar su vida con la tuya, cuando buscas un poco
de silencio con fondo de alguna música elegida y no por ti, o cuando las
paredes de tu escenario se nublan para buscarte en otras, que son estas, podrás
estar allí, que es el sitio idóneo donde tendrás que permanecer ahora para
seguir la partida.
Revisa entre las páginas de un libro que habla `de lo que lleva de la ambición
al castigo y nos cuenta de lo que es lo predestinado o el albedrío en su
libertad. Aunque dudes, hazlo sin
miedo, no será tu caso, este juego no tiene sanción ni en la pérdida, ni en el logro que consiga la persona más
aventajada.
Cuando hayas
encontrado el libro, busca entre sus páginas y en las caras de la izquierda,
las siguientes palabras del dramaturgo: -
“Muy dudosa,
como dos nadadores extenuados que se agarran e impiden su destreza”
El texto está en una de las hojas del libro que habrás
hallado, del que te diré que es un libro pequeño y grandioso a la vez, y que
por cierto deberías pensar en él más detenidamente, luego más adelante, ahora
tienes otros planes: llegar al final.
Una vez lo
hayas encontrado, busca el número al que corresponde la página en la parte de
abajo, tu tesón e inteligencia te hará llegar al término de la prueba.
¿Ya conoces
el número? Pues solamente tienes que comenzar a contar las fotografías desde
donde se muestra y casi se puede escuchar a esa maravillosa vocalista frente a
un micrófono, la fotografía está al lado de la emblemática celosía del local y
que deberá quedar a tu izquierda. Cuidado para cuando llegues al número de
orden que te ha marcado la página del texto encontrado, para y piensa.
¿Nerviosa mi estimada persona atrevida a participar en este juego del día de
Reyes? Si has llegado hasta aquí has leído a algún clásico universal y
dramaturgo, eso habla bien de ti.
Mira la
fotografía y cuenta las letras que dan nombre al instrumento que aparece, pero
debe estar en plural. ¿Ya lo tienes? Perfecto.
Esas fotografías llevan años ahí, quizá todos sus
protagonistas nos estén mirando al igual que nosotros a ellos. ¿Las has
observado alguna vez despacio? ¿Sabes quiénes son? ¿Has oído su música? ¿Has
imaginado alguna historia, mirándolas una a una mientras tomabas un café? ¿Un
café corto, largo, descafeinado, desesperado, con sacarina, azúcar, manchado o
inmaculado, cortado o extrovertido? Pues… debo decirte que ahora no es el
momento, habrá más ocasiones de disfrutarlas .Ahora tienes algo pendiente que terminar. Es posible que alguien se te
adelante y no puedas llegar a concluir la prueba.
Dirígete a
la escalera, no es necesario que llegues al final, puedes visitar la exposición
en otro momento, quizá cuando hayas ganado el juego, o cuando simplemente hayas
abandonado por pensar que no merece la pena el esfuerzo para obtener no se sabe
qué…
Una vez en
la escalera, cuenta y sube cada uno de los peldaños que coincidan como antes
has leído: el número de letras con el nombre del instrumento en plural que se
muestra en la fotografía coincidente en el orden con la página del libro donde
aparece el texto.
Quizá suene Feeling Good por Nina Simone:
“Pájaros que voláis alto, sabéis como me
siento.
Sol en el cielo, sabes cómo me siento.
La brisa a
la deriva, sabes cómo me siento.
Es un nuevo
amanecer.
Es un nuevo
día.
Es una nueva
vida
para mí,
y me siento bien.”
Disfruta de la música, de ese tema u otro… y
del momento del juego.
Cuando hayas
llegado al peldaño, ahí y con quietud, observarás por la baranda y justo
debajo, mira y admira: es la trampa que cubre e ilustra. Desde ese peldaño
observa la parte del mural que señala a algo y en dirección hacia la izquierda,
descífralo coincide con algo que está en la barra, en la ya clásica encimera de
latón aunque no está habitualmente durante todo el año y con una única
coincidencia y tres diferencias entre ambos”. Solamente, únicamente una
palabra:” la sola” como dicen en Argentina, que es la única. Quizá ya sabrás
cuál es. Es la solución del acertijo final del juego adivinado genialmente y
quizá por ti.
Colócate delante de ello, mira a la derecha y
en el reloj contempla la hora, puede ser
que alguien se te haya adelantado. “El Café” lleva abierto desde las cuatro de
la tarde…
Javier,
quien regenta el local, estará como siempre tras la barra y atareado con la conversación, la música, y los deseos de cada cual, aunque
ya es un gran adivinador de los que son de “lo de siempre” y hará una parada en su tiempo y en el tuyo.
Dirígete a él y di la palabra mágica, como si
fuera la que es capaz de abrir la puerta del cobijo de los ladrones. Javier únicamente
una vez, asentirá y premiará. Solamente habrá una persona ganadora de la
ilusión del día de Epifanía.”
Quizá seas tú la primera persona que podrá
haber resuelto el acertijo dando un paseo algo más detenido al habitual por “EL
CAFETÍN”, para buscar tu regalo en la tarde de Epifanía, que el sueño de la
noche de Reyes ha dejado junto con este texto a modo de juego con sabor a roscón
y cava, y que está en un lugar por descubrir. ..
Cuenta, camina,
observa, lee, descifra y piensa. Ya que por haber sido buena persona este año y
audaz en este juego que nos devuelve la infancia, los Magos te dejarán un obsequio quizá no tan valioso como tu
perspicacia, pero sí digno de alguien que merece un trofeo, lo disfrutarás, si
has sido quien ha logrado ganar y si no
lo has conseguido aplaude a quien lo haya conseguido.
Confío en
que la magia de esta noche que ha pasado, te haya concedido todos tus deseos. Al
menos, si hoy pudieras ser capaz de sentirte de nuevo en la niñez para jugar,
tú le habrás concedido el deseo a la tradición y a la ilusión y así habrás
obrado con la misma ensoñación de los Magos de Oriente.
¡Juega!, Es
el día de disfrutar de los regalos que han venido en las alforjas de los camellos
desde lejanos lugares. Hoy, en el CAFÉ DE LA GLORIETA, quedarán tres copas
medio vacías o medio llenas, según para quien… junto a ellas habrá algunos
restos de mantecados y roscón, señal de que han pasado por allí “Sus
Majestades” y estarán esperando hoy verte disfrutar jugando. Te observarán desde lejos guiados por su
estrella de regreso a casa.
Yo, como obediente emisaria no hago más que
dejar este presente para que sea goce en tu lectura y te haga de guía, como el maravilloso
astro, hasta la última casilla del tablero en blanco y negro que te espera esta
tarde para jugar.
¡FELIZ DÍA DE EPIFANÍA Y
FELICIDADES POR TODOS VUESTROS DESEOS CUMPLIDOS!
MI DESEO: ¡QUE PERMANEZCA VUESTRA ILUSIÓN PARA
LOS QUE OS QUEDAN POR CUMPLIR!
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Viernes, 22 de Diciembre del 2023
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Miércoles, 27 de Noviembre del 2024
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