Navidad

Un juego como regalo de Reyes para el Café de la Glorieta y para ti

María Encarna Cabañas | Viernes, 6 de Enero del 2023
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Quizá cuarenta años no sean nada… y habría que esperar a que  comenzara el cuarenta aniversario y un año más de “EL CAFÉ DE LA GLORIETA”, para dedicarle unas palabras a este lugar de encuentro, llamado así desde que un día alguien pensó que debiera llamarse DE LA GLORIETA y no DE LA PALOMA como estaba previsto y así fue como definitivamente adoptó ese nombre para empezar a vivir y en este día de Reyes se merece así con este texto su regalo, un regalo que es como dicta la tradición, para jugar.

Puedo tocar y recorrer cada uno de los repujados de la puerta de entrada al espacio, puerta que en tiempos se mostró en color blanco y ahora se ha fundido con las tonalidades del interior. Esa puerta perteneció a algún lugar del edificio de Las Cortes…si la primera historia de EL CAFÉ  que me narraron, antes del día de la inauguración, coincide. Aquel día recuerdo a  Viki tras la barra, ataviada con pajarita negra y camisa blanca y de cómo iba” tirando las cañas” a petición de los primeros clientes que entraban pisando el suelo blanco y negro, que hoy ya es cuarentón.

Y ahora, si me acompañas, podrás jugar tú también en el día de hoy. Es día de Epifanía, día de magia en la noche que se realizan los sueños por aquellos quienes dan el más maravilloso don: el de la vida, por eso siempre sabremos que nunca dejarán de existir para nosotros, quizá guiados por una estrella, tal vez tristemente perdidos  o maravillosamente presentes, pero siempre en un lugar de nuestro corazón: nuestros Magos de Oriente.

En esta pasada noche, ellos habrán dejado a cada cual: maravillosos presentes, deseos pedidos o perdidos, más deseos para pedir o perder, o simplemente les habrán dejado más solos o solamente les habrán dejado…, o quizá encontrado tras buscarles durante largo tiempo. Los Magos son muy sabios y como tales,  siempre saben lo que más nos conviene…

De nuevo, te invito a abrir esa puerta de color verde carruaje que cubre la antigua laca blanca ¡empuja! No te entretengas demasiado en la entrada mirando los carteles  anunciadores y sigue adelante. Entra por la siguiente puerta, con ímpetu. Comenzando una gran aventura, un juego que empieza en la tarde del día de Reyes.  Y ahora pon atención: bajando el primer escalón y dejando el simbólico árbol de Navidad que queda a tu izquierda, cuenta trece losetas del suelo en el siempre blanco y negro propio del local.

Despacio, no vayas a ir por el camino equivocado que te lleve al lugar donde puedas encontrar lo que escribiste en tu carta a los Reyes y que es tu mayor deseo  no otorgado. Ve hacia el escondite, donde ellos hayan  dejado en “El Cafetín” mientras tomaban un cava  como descanso en el camino, algo que hoy estará a tu alcance.

Si ya has contado los pasos, estarás cerca del rincón que te invita a leer, en esos momentos cuando nadie tenga que intercambiar su vida con la tuya, cuando buscas un poco de silencio con fondo de alguna música elegida y no por ti, o cuando las paredes de tu escenario se nublan para buscarte en otras, que son estas, podrás estar allí, que es el sitio idóneo donde tendrás que permanecer ahora para seguir la partida.

Revisa  entre las páginas  de un libro que habla `de lo  que lleva de la ambición al castigo y nos cuenta de lo que es lo predestinado o el albedrío en su libertad.  Aunque dudes, hazlo sin miedo, no será tu caso, este juego no tiene sanción ni en la pérdida,  ni en el logro que consiga la persona más aventajada.

Cuando hayas encontrado el libro, busca entre sus páginas y en las caras de la izquierda, las siguientes palabras del dramaturgo:                  -

“Muy dudosa, como dos nadadores extenuados que se agarran e impiden su destreza”

El texto  está en una de las hojas del libro que habrás hallado, del que te diré que es un libro pequeño y grandioso a la vez, y que por cierto deberías pensar en él más detenidamente, luego más adelante, ahora tienes otros planes: llegar al final.

Una vez lo hayas encontrado, busca el número al que corresponde la página en la parte de abajo, tu tesón e inteligencia te hará llegar al término de la prueba.

¿Ya conoces el número? Pues solamente tienes que comenzar a contar las fotografías desde donde se muestra y casi se puede escuchar a esa maravillosa vocalista frente a un micrófono, la fotografía está al lado de la emblemática celosía del local y que deberá quedar a tu izquierda. Cuidado para cuando llegues al número de orden que te ha marcado la página del texto encontrado, para y piensa. ¿Nerviosa mi estimada persona atrevida a participar en este juego del día de Reyes? Si has llegado hasta aquí has leído a algún clásico universal y dramaturgo, eso habla bien de ti.

Mira la fotografía y cuenta las letras que dan nombre al instrumento que aparece, pero debe estar en plural. ¿Ya lo tienes? Perfecto.

 Esas fotografías llevan años ahí, quizá todos sus protagonistas nos estén mirando al igual que nosotros a ellos. ¿Las has observado alguna vez despacio? ¿Sabes quiénes son? ¿Has oído su música? ¿Has imaginado alguna historia, mirándolas una a una mientras tomabas un café? ¿Un café corto, largo, descafeinado, desesperado, con sacarina, azúcar, manchado o inmaculado, cortado o extrovertido? Pues… debo decirte que ahora no es el momento, habrá más ocasiones de disfrutarlas .Ahora tienes algo pendiente  que terminar. Es posible que alguien se te adelante y no puedas llegar a concluir la prueba.

Dirígete a la escalera, no es necesario que llegues al final, puedes visitar la exposición en otro momento, quizá cuando hayas ganado el juego, o cuando simplemente hayas abandonado por pensar que no merece la pena el esfuerzo para obtener no se sabe qué…

Una vez en la escalera, cuenta y sube cada uno de los peldaños que coincidan como antes has leído: el número de letras con el nombre del instrumento en plural que se muestra en la fotografía coincidente en el orden con la página del libro donde aparece el texto.

Quizá suene Feeling Good por Nina Simone:

 “Pájaros que voláis alto, sabéis como me siento.

 Sol en el cielo, sabes cómo me siento.

La brisa a la deriva, sabes cómo me siento.

Es un nuevo amanecer.

Es un nuevo día.

Es una nueva vida

 para mí,

y  me siento bien.”

 Disfruta de la música, de ese tema u otro… y del momento del juego.

Cuando hayas llegado al peldaño, ahí y con quietud, observarás por la baranda y justo debajo, mira y admira: es la trampa que cubre e ilustra. Desde ese peldaño observa la parte del mural que señala a algo y en dirección hacia la izquierda, descífralo coincide con algo que está en la barra, en la ya clásica encimera de latón aunque no está habitualmente durante todo el año y con una única coincidencia y tres diferencias entre ambos”. Solamente, únicamente una palabra:” la sola” como dicen en Argentina, que es la única. Quizá ya sabrás cuál es. Es la solución del acertijo final del juego adivinado genialmente y quizá por ti.

 Colócate delante de ello, mira a la derecha y en el reloj contempla  la hora, puede ser que alguien se te haya adelantado. “El Café” lleva abierto desde las cuatro de la tarde…

Javier, quien regenta el local, estará como siempre tras la barra y atareado con la conversación,  la música, y los deseos de cada cual, aunque ya es un gran adivinador de los que son de “lo de siempre”  y hará una parada en su tiempo y en el tuyo.

 Dirígete a él y di la palabra mágica, como si fuera la que es capaz de abrir la puerta del cobijo de los ladrones. Javier únicamente una vez, asentirá y premiará. Solamente habrá una persona ganadora de la ilusión del día de Epifanía.”

 Quizá seas tú la primera persona que podrá haber resuelto el acertijo dando un paseo  algo más detenido al habitual por “EL CAFETÍN”, para buscar tu regalo en la tarde de Epifanía, que el sueño de la noche de Reyes ha dejado junto con este texto a modo de juego con sabor a roscón y cava, y que está en un lugar por descubrir. ..

Cuenta, camina, observa, lee, descifra y piensa. Ya que por haber sido buena persona este año y audaz en este juego que nos devuelve la infancia, los Magos te dejarán un  obsequio quizá no tan valioso como tu perspicacia, pero sí digno de alguien que merece un trofeo, lo disfrutarás, si has sido quien ha logrado ganar  y si no lo has conseguido aplaude a quien lo haya conseguido.

Confío en que la magia de esta noche que ha pasado, te haya concedido todos tus deseos. Al menos, si hoy pudieras ser capaz de sentirte de nuevo en la niñez para jugar, tú le habrás concedido el deseo a la tradición y a la ilusión y así habrás obrado con la misma ensoñación de los Magos de Oriente.

¡Juega!, Es el día de disfrutar de los regalos que han venido en las alforjas de los camellos desde lejanos lugares. Hoy, en el CAFÉ DE LA GLORIETA, quedarán tres copas medio vacías o medio llenas, según para quien… junto a ellas habrá algunos restos de mantecados y roscón, señal de que han pasado por allí “Sus Majestades” y estarán esperando hoy verte disfrutar jugando.  Te observarán desde lejos guiados por su estrella de regreso a casa.

 Yo, como obediente emisaria no hago más que dejar este presente para que sea goce en tu lectura y te haga de guía, como el maravilloso astro, hasta la última casilla del tablero en blanco y negro que te espera esta tarde para jugar.

¡FELIZ DÍA DE EPIFANÍA Y FELICIDADES POR TODOS VUESTROS DESEOS CUMPLIDOS!

 MI DESEO: ¡QUE PERMANEZCA VUESTRA ILUSIÓN PARA LOS QUE OS QUEDAN POR CUMPLIR!


 

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