El espectáculo comienza con una desconcertante escena en la que, gracias a la luz, aparecen miembros separados, cuerpos incompletos, como en un circo de fenómenos, como en “la parada de los monstruos”. Con sus acrobacias y en absoluto silencio los artistas nos van contando una historia de relaciones humanas, de convivencia, de lucha por el espacio. Como en el traje nuevo del emperador, en los primeros compases de la obra, son los niños que han acudido a la función los únicos que comprenden que lo que estamos viendo es un espectáculo circense y se ríen a carcajada limpia. Los adultos buscamos en silencio no sé qué profunda explicación a la obra. ¡Pero si hasta la música suena a película muda de risa! Poco a poco los mayores aplaudimos y reímos.

NUYE es una propuesta circense y coreográfica para seis acróbatas, que nace de la exploración sobre las dinámicas de las relaciones de pareja, y que recoge “nuestro ir y venir entre uno mismo y los demás, en una búsqueda constante para completarnos”. Equilibrios acrobáticos, banquinas y juegos icarios tienen lugar en un escenario ocupado por dos artefactos de madera que toman vida (paredes modulares las llama la compañía), con agujeros y puertas y, con muchas caras.

El espectáculo es una virtuosa coreografía con sorprendentes números de acrobacia por parejas, dos durante la mitad del montaje. Levantan alturas de hasta tres personas, realizan unos saltos mortales que sorprenden por la velocidad de ejecución y la altura que consiguen. Y NUYE se anima cuando del patio de butacas aparece una pareja de chicas pareja (“Hola, somos de la asociación El Faro y venimos a dar luz”). Con ellas llega la juerga y el descontrol, los números se aceleran las acrobacias se multiplican y los aplausos del público no dejan de sonar ejercicio tras ejercicio.

eia no dio tregua con un montaje que resultó hipnótico en muchas ocasiones, sobre todo cuando los artistas juegan con los dos elementos móviles. En el espectáculo, salvo las dos plataformas, no hay grandes aparatos circense, NUYE está basado en los artistas, en sus cuerpos, sus evoluciones, sus relaciones.

NUYE de la Compañía de Circo eia es un espectáculo brillante, fue un lujo para el público de Tomelloso. La hora de duración se nos quedó corta, nos dejó con ganas de más, que es lo mejor que se puede decir de un espectáculo teatral. El público premió a los artistas con una larga ovación teniendo que salir a saludar varias veces.