“Con la sed de todos”, fue finalista en el ‘Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística’ en su XXIX edición, y Natividad Cepeda, recordó que está dedicado a la memoria de la Madre Asunción González Burillo, Abadesa del convento de monjas de Clausura del Monasterio del Santísimo Sacramento de Manzanares , quien llegó al monasterio en el año 1958 desde su pueblo natal de Tomelloso. Falleció el 5 de septiembre de 2010, en el mismo monasterio en el que dedicó su vida durante 52 años a la oración. “Una mujer liberal y extraordinaria”,  dijo la autora

 También está dedicado el poemario a Blas Camacho Zancada, prologuista de la obra, “Con la sed de todos, es un libro para meditar más allá de las letras que se han colocado de modo magistral, las palabras, los poemas, los versos y sus contenidos”. Joaquín Navajas dio lectura a este bello prólogo en su intervención.

“Este es el libro que todo poeta quiere escribir. La Natividad más íntima aparece en este poemario donde se eleva una sed espiritual y vital que lo inunda todo. Nunca un título ha sugerido tanto”, dijo Luis Díaz-Cacho. El poeta solanero destacó que “Natividad Cepeda reflexiona profundamente sobre los valores de la vida en la esencia de Dios que viene a dar esperanza a nuestra existencia. Al fin y al cabo, la vida es esto, caernos y levantarnos”. En un mundo dominado por los intereses materiales, Díaz-Cacho resaltó también “el compromiso y denuncia constantes” de la autora. 

Sonaba el teclado de Dunia y los versos del libro que recitaron magistralmente cinco mujeres que para Natividad Cepeda tienen gran importancia y significado.  La autora cerraría el acto con una sentida intervención donde la palabra que más pronunció fue “gracias” a familiares, amigos poetas y escritores de diversos puntos de la provincia que le acompañaron, incluidos los miembro de La Media Fanega. Natividad Cepeda tuvo unas emotivas palabras de recuerdo Blas Camacho Zancada “que emprendió un camino que para nosotros está siendo importantísimo en la Causa de Ismael de Tomelloso que yo conocía desde que nací".

Terminó leyendo tres poemas del libro y anunció que los fondos de su venta se dedicarán a financiar las obras realizadas en el centro parroquial. Firmó numerosos ejemplares y recibió las felicitaciones de su gente en un acto profundo y entrañable al mismo tiempo.