Los aficionados a la danza están de suerte, el sábado el Teatro Marcelo Grande va a acoger un espectáculo de altura, “Querencia”, nada más y nada menos. La compañía de danza española de Antonio Najarro va a estrenar en Tomelloso su último espectáculo, un montaje de gran formato compuesto por once cuadros y 16 bailarines en escena. Con música original de Moisés Sánchez en “Querencia” tienen protagonismo los boleros, ritmos flamencos y melodías que hacen referencia a creaciones de repertorio de los grandes compositores como Falla, Turina, Granados o Albéniz.

Antonio Najarro, bailarín y coreógrafo reconocido, dirige actualmente su propia compañía de danza después de dedicar casi una década de su carrera a la dirección del Ballet Nacional de España. Compagina esta labor con la creación coreografías para grandes compañías internacionales. También ha creado piezas para grandes figuras del patinaje artístico. Hablamos con el bailarín de “Querencia” y de danza española.

“Querencia” es un montaje que fusiona todas las disciplinas de la danza española, el folclore, el flamenco y la danza estilizada, siempre con un lenguaje vanguardista y con el toque personal que Antonio Najarro da a sus creaciones. Es la sexta producción del bailarín madrileño y está siendo un completo éxito de crítica y público, llenado los teatros donde se representa la función.

—Tengo entendido que encargó una composición musical nueva para “Querencia” …

—“Querencia”, que se estrenó el año pasado, es un espectáculo muy ambicioso. Lo primero que hice fue encargar una nueva composición sinfónica para danza española, con todo lo que ello conlleva para una compañía privada. El compositor Moisés Sánchez llevó a cabo una obra para piano y de ahí se hizo una versión completa para orquesta sinfónica. La grabamos con la Orquesta de Extremadura. Después de dirigir durante ocho años el Ballet Nacional de España creo que tengo la responsabilidad de solventar estos déficits que percibimos, como el de nuevos compositores para danza española en todos sus estilos, y me lancé a ello. El resultado ha sido una música espectacular en la que se hace referencia a los grandes iconos de la composición española como Falla, Turina, Albéniz o Granados, de una manera absolutamente novedosa y actual.

—“Querencia” suena a regreso, ¿no es así?

—“Querencia” hace referencia a la vuelta a nuestro lugar de origen, a las raíces. He hecho coreografía para muchos ballets, para el Nacional o para mi propia compañía, donde siempre se me ha definido como un gran innovador, fusionando estilos muy diferentes de danza y de música y haciendo cosas muy vanguardistas. En este momento sentía la necesidad de crear algo con un enfoque mucho más tradicional, aunque el resultado sea también muy vanguardista. Pero la base y la raíz es la vuelta a nuestra escuela bolera, a nuestra danza estilizada, hace referencia a nuestro folklore y, por supuesto, al flamenco. Es por eso que he querido llamar “Querencia” a este espectáculo. Volver a los orígenes, a todo lo que he aprendido de los grandes maestros como Marienma, José Antonio Ruiz, Antonio Ruiz Soler, Antonio Gades y transmitirlo en un espectáculo donde todo lo que se ve en el escenario es absoluta vanguardia, aunque el enfoque y la base sea tradicional

—Todo ello a través de un gran espectáculo.

—Primero, lo que he señalado antes, la composición musical a cargo de Moisés Sánchez. Es un pianista especializado en jazz y lo que ha hecho es una composición de base totalmente tradicional con ritmos de escuela bolera, hay zambras, guajiras, danzas populares de inspiración salmantina, una siriguiya o una bulería, esto es, ritmos flamencos llevados a la orquesta sinfónica. Cuando lo escuchas oyes música clásica española, pero tejido de una manera tan actual que parece absolutamente vanguardista.

El vestuario ha sido diseñado por Yaiza Pinillos, que es la diseñadora especializada en danza española más potente. Conté con ella para varias producciones del Ballet Nacional de España. Para “Querencia” ha hecho un vestuario espectacular en el que no falta la bata de cola, el mantón de manila o el sombrero cordobés. Rasgos de la tradición española pero llevados a unos tejidos y unos cortes de absoluta vanguardia. Otro tanto ocurre con la iluminación, que se la he encargado a Pau Fullana. Hemos creado con las luces elementos casi corpóreos, con efectos tridimensionales. Ha sido un trabajo en equipo, tanto de la música, como del vestuario, la iluminación o la coreografía, hemos querido que se muestre lo que está ocurriendo ahora mismo en la excelencia de la danza española.

—Y con un elenco estupendo, aseguran las críticas.

—Para reflejar todo eso cuento con un elenco con los mejores bailarines de danza española que tenemos en nuestro país. Especializados en la escuela bolera, en el folklore español, con una técnica maravillosa y una progresión increíble. Son bailarines de una inmensa valía artística, yo los necesito para defender un espectáculo de tanta categoría, precisión y excelencia técnica y artística como requiere “Querencia”.

—¿Qué le diría al público neófito en la danza? ¿Es “Querencia” una buena excusa para introducirse en ella?

—Desde que empecé en el mundo de la danza, yo tendría quince años o así, hasta ahora, he creado todas las coreografías para que el público entendido, las disfrute y saboreé y para quien nunca ha ido a un espectáculo de danza, lo disfrute y lo saboreé igual.  Lo único que pido al espectador que vaya a “Querencia” es que se relaje, se siente en su butaca y se deje emocionar. Para mí, el objetivo principal, con todo el trabajo que hay detrás, es que el público se emocione. Este espectáculo lo estamos presentando en distintos países con públicos absolutamente diferente y tiene un éxito rotundo, ovaciones de diez o quince minutos con el público puesto en pie. Ahora venimos de Cannes, Francia, y el público del Palacio de Festivales ha estado ovacionando más de diez minutos en pie. Vayamos donde vayamos el público reconoce la gran calidad de “Querencia”, aunque sea la primera vez que haya visto un espectáculo de danza.

Merece la pena que el público que no lo ha hecho vea por primera vez un espectáculo de danza española con “Querencia”. Lo van a asimilar con mucha facilidad, no hace falta leer un programa para entenderlo, es un espectáculo en el que se brinda buen hacer, buena danza, un vestuario espectacular, un diseño de luces muy cuidado, una música con una sensibilidad estupenda y unos bailarines que tienen una proyección y una fuerza que no deja indiferente a nadie. Invito al público de Tomelloso y de Ciudad Real a que acudan al teatro, no se van a arrepentir.

—¿Cuánto tiempo lleva preparar un espectáculo tan complejo como “Querencia?

—Puede llevar casi dos años. Desde que se gesta la idea, hasta que se comienza a componer la música, mano a mano con la creación coreográfica, y se lleva a cabo el diseño del vestuario y las luces. Y cuando está todo eso tengo que crear individualmente toda la coreografía del espectáculo.

—¿Qué diferencia a la danza española de otras, su mestizaje tal vez?

—La danza española bebe ahora mismo de la danza contemporánea, se viste además de una forma más actual. En muchas ocasiones he contado con diseñadores de moda para vestir a mis bailarines, para unir fuerzas en cuanto a la innovación de la moda, de la pintura, de la fotografía o del cine español. Todo el gran talento artístico que tenemos en España, llevarlo de la mano y unirlo a la danza, para que sea una bomba cultural. Igual que Antonio Gades se unía a Saura o Antonio Ruiz Soler se unía a Falla y Picasso. Esas uniones virtuosas hay que hacerlas hoy en día para mostrar la verdadera vanguardia de la creación cultural de España.

—El obligatorio preguntarle por sus proyectos…

—Estoy muy feliz porque no paro de trabajar, además de la gira nacional e internacional que estoy haciendo con mi compañía. Tenemos muchas funciones que es algo de agradecer en los tiempos que corren. Acabo de llegar de Detroit de donde vengo de coreografiar la ópera “Ainadamar”, del argentino Osvaldo Golijov, dirigida por la brasileña Deborah Colker, que habla de Federico García Lorca. Antes la coreografié para la Ópera de Escocia y el próximo año para el Motropolitan de Nueva York. Se trata de producciones muy potentes en las que pongo mi granito de arena para llevar la música española a estos países. Tengo también muchos proyectos de creaciones para compañías extranjeras, que no son necesariamente de danza española, pero a las que yo pongo mi sello.