A
veces me pregunto qué tipo de sustancia estupefaciente nos han inoculado para
que la más abyecta infamia nos sea completamente indiferente, a pesar de ser
pública y notoria. ¿Cómo es posible que gente verdaderamente erudita sea
ignorada hasta por la santa madre que la alumbró y nos traguemos sin
despeinarnos horas y horas de disertaciones procedentes de tipos (y tipas)
mediocres que solo buscan utilizarnos en su propio beneficio?
Se
dice puritano y cristiano una persona que se declara contraria al aborto,
afirmando que el nonato debe ser equiparado a una persona y la bondad de tener
hijos para paliar los perniciosos efectos del envejecimiento de la pirámide
poblacional, a modo de un acto de patriotismo barato. En la actualidad viven en
nuestro planeta 8.000 millones de habitantes aproximadamente y según estimación
de la Organización de Naciones Unidas -ONU-, de las que un 10% está condenada a
la inanición, y entre las que naturalmente hay bebés y niños, pero dichos
puritanos -y puritanas- no hacen mención a que el déficit poblacional pueda
paliarse mediante la inmigración de ese tipo de personas debidamente
complementada con una verdadera política de integración. ¿Sera que esa gente son
menos personas que el nonato o directamente no lo son? Es más, critican con la
misma vehemencia la inmigración y al gobierno de turno por no tomar medidas más
eficaces y contundentes.
Tampoco
parece que a nuestro puritano/a aquellos semejantes que para su desgracia
parecen una de las denominadas enfermedades raras, que no son más que
enfermedades de escasa incidencia a las que las multinacionales farmacéuticas
no dedican recursos en investigación por no resultar rentables, condenando a
éstas a unas paupérrimas condiciones de vida, les quite el sueño o provoquen un
insoportable desasosiego interior.
Desde
la siniestra (y según algunos mal pensados que han tenido acceso a información
reservada provocada) crisis económica de 2008 un día sí y otro también nos
bombardean con la inviabilidad económica de nuestro actual sistema público de
pensiones. Esto ha provocado la interiorización del miedo a que cuando seamos
mayores y débiles carezcamos de medios necesarios para la vida, con lo que ha
habido un incremento de la suscripción de planes de pensiones privados, para
beneficio de los de siempre, esto es, bancos, entidades aseguradoras y demás
ralea.
Por
el contrario no he visto en todo este tiempo un análisis riguroso sobre el
verdadero coste de nuestra mastodóntica Administración pública, que consta de
un parlamento nacional, un senado, un gobierno y sus correspondientes
ministros, directores/as y subdirectores/as generales y demás cargos de
confianza nombrados discrecionalmente por el estadista de turno, 17 parlamentos
autonómicos, 17 gobiernos autonómicos con consejerías, delegaciones
provinciales, etc., 48 diputaciones provinciales, 8.131 ayuntamientos y una
cuantiosa aportación anual que estamos obligados a hacer para el mantenimiento del
parlamento europeo, la comisión y los otros órganos que la componen.
Digo
yo, quizás afectado por algún tipo de enajenación mental transitoria, que,
teniendo en cuenta que somos un país de 45 millones de habitantes, la ausencia
de coordinación entre dichos organismos oficiales más que facilitarnos la vida
lo que hace es imposibilitárnosla, dado que los requisitos válidos para un
territorio no lo son en el contiguo, quizás no sea necesario tanto y podamos
empezar recortando este tipo de cuestiones antes de recortar el estado del
bienestar.
Pero,
como dicen los castizos, con la iglesia hemos topado. La partitocracia requiere
apoyos para alcanzar puestos relevantes, y que una vez cumplidos los objetivos
el favorecido devuelva el apoyo a modo de nombramientos para cargos oficiales de
sus benefactores, por lo cual ese debate se obvia, y en el caso de hacerse no
se entra en las profundidades que la cuestión requiere.
Jeques del petróleo y demás millonetis árabes
de sangre azul (aristócratas) compran clubs de futbol europeos gastando
ingentes cantidades de dinero en la contratación de futbolistas, que no
amortizan ni de lejos acumulando deudas gigantescas, mientras someten a sus
súbditos a leoninas condiciones de vida, con la anuencia de las autoridades
europeas y las específicas del deporte, en tanto no le ponen trabas de ningún
tipo, lo que a todas luces supone una felonía para las más elementales reglas
de nuestra lógica y criterio. Muy al contrario, lo que se hace en los medios de
comunicación especializados es un debate sobre la imperiosa necesidad de que
determinado sujeto, especialmente dotado para ese deporte, debería tener una
remuneración más elevada, con un par de cojones.
El
imbécil de turno alardea de su éxito social comprándose un vehículo de alta
gama, de esos que cuestan más de 100.000 €, creyéndose que ha llegado a la
cima, mientras los jetas verdaderos dueños del pastel se reúnen en un hotel de
Lisboa, léase club bilderberg, gastándose en un fin de semana un millón o los
que hagan falta de euros, para charlar de sus cosas y tomar decisiones que de
seguro nos harán la vida un poco más insoportable. Como son educados y listos
invitan a los gobernantes de las naciones más ricas del mundo para asegurarse
su aprobación y complicidad. ¿Acaso ha habido algún debate criticando que
nuestros representantes se presten a tales praxis?
Esos
mismos luego se van al club privado que tienen montado en la costa del sol,
puerto banús, donde exhiben sus costosos yates, sus ferraris, sus relojes de
medio millón de euros (en el documental que vi al respecto dicen que son
verdaderas obras de arte) y espetan furibundos ataques a los malandrines de
turno que, con cierto ingenio, intentan adueñarse de esos pelucos para dejar de
ser unos parias de la vida ¡Es que no hay derecho, habiendo muertos de hambre a
los que incordiar!
Eso
digo yo, me gusta Málaga y su zona costera por lo que de vez en cuando me dejo
caer por allí, y, siendo curioso como soy, casi siempre dedico una tarde-noche
para ir a pijolandia, que aprovechen ese día dichos malandrines y me jodan un
poco más la vida, con un poco de suerte les toca una abogado de oficio decente
y no se pudren en la cárcel, ya que con lo que me puedan sacar a mí no les va a
dar para hacerse con los servicios de los mejores letrados penalistas, pero ni
de lejos. Venga yaaa
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Sábado, 4 de Mayo del 2024
Domingo, 5 de Mayo del 2024
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