El equipo de la cueva de los Toriles de Carrizosa excavará en la finca Los Villares de Ruidera en la que han aparecido huesos fosilizados de cabra, oveja y pequeños carnívoros, “posiblemente comidos por humanos”, de entre 300 y 400.000 años

Una antigua cueva de la que solo queda una explanada al aire libre, en la finca Los Villares del parque natural de las Lagunas de Ruidera, atrae otro verano a Ciudad Real al equipo del paleontólogo Daniel García Martínez, investigador de la cueva de los Toriles de Carrizosa, empeñado en desentrañar la prehistoria más ignota de La Mancha.

Se sabe que fue una cueva por restos de estalactitas y estalagmitas, reconocibles, esparcidos por el mismo lugar en el que hace más de cuatro décadas aparecieron huesos de cabra, oveja y pequeños carnívoros (los años setenta del siglo pasado). Los encontró el guarda de la finca Antonio Ruiz Reinosa.

Fósiles de cabra de 400.000 años

Esos fósiles llegaron al equipo de García Martínez hace poco, los dataron por geocronología, y salió que tienen entre 300 y 400.000 años de antigüedad. Son contemporáneos de la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos), cuando misteriosos homínidos, que no eran sapiens ni neandertales (lo más normal es que fueran homo heidelbergénsis) poblaban una extraña Península Ibérica.

La cabecera del río Guadiana, el más raro de los importantes ríos peninsulares, ya existía; las Lagunas, también, aunque de forma diferente a como son ahora los quince lagos que discurren entre las provincias de Albacete y Ciudad Real, formando barreras naturales por la precipitación del carbonato de sus aguas. Agua, comida, parece un lugar ideal para cualquier animal de esos tiempos pasados de la Tierra, incluidos los homínidos. Lo difícil, millones de años después es encontrar su rastro.

La búsqueda de los primeros ‘homos’ del Alto Guadiana

“Seguimos buscando a los primeros pobladores del Alto Guadiana, una tarea bastante complicada en esta zona de España, la submeseta sur, de uso eminentemente agrícola que propicia que los yacimientos al aire libre y en general el paisaje se altere o se pierda por la actividad agraria”, explica el paleontólogo García Martínez, de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid (estuvo en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolucion Humana, Cenieh).

Lo interesante de estos fósiles son las marcas. Los expertos han identificado alguna marca de corte testada con técnicas estadísticas que demostrarían «que esos huesos posiblemente fueron comidos por humanos” , hace algo menos de medio millón de años.

Se pueden contar con los dedos de una mano los yacimientos del Pleistoceno -cuando aparece la fauna más moderna sobre la Tierra- que se han investigado en Ciudad Real, menos aún con las ayudas anuales de la Junta de Comunidades a las campañas arqueológicas (solo Albalá, en Poblete, ha entrado en estas campañas en los últimos años).

Micromecenazgo, no tienen la subvención de la Junta

Tampoco ha habido suerte esta vez con la financiación de Los Villares, que concurrió a las ayudas a la investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico 2023, que se acaban de dar a conocer. Como ha ocurrido con las cuevas de los Toriles el proyecto se financia con micromecenazgo a través de la Fundación Goteo, y con mecenas destacados como el Ayuntamiento de Ruidera, Corcovo y el albergue Alonso Quijano que facilita el alojamiento a los investigadores, preparando la campaña en esta última semana de junio.

La Administración va a lo seguro

García Martínez no se lo toma a mal, “las administraciones públicas suelen apoyar proyectos que ya han dado resultado, actúan sobre seguro, cuesta conseguir que consiga que un proyecto nuevo tenga la suficiente relevancia como para que lo subvencionen”.

11 proyectos a Ciudad Real sin Los Villares-Ruidera

De los sesenta proyectos presentados en toda Castilla-La Mancha se han concebido ayudas a treinta y cinco, once de ellos en Ciudad Real (la provincia con más proyectos financiados), aunque Los Villares-Ruidera se queda fuera.

Que les hayan negado estas ayudas -tampoco las tuvieron en el caso de los Toriles- no les ha hecho perder entusiasmo en una excavación que plantean hacer en quince días, con un equipo multidisciplinar de paleontólogos, geólogos, arqueólogos y estudiantes de varias universidades, “diez o doce”.

La modesta campaña cuenta con 5.000 euros de financiación conseguido de donaciones particulares, aparte de los patrocinadores destacados. Los preparativos están en marcha esta última semana de junio.

Un proyecto “prometedor”

“Estamos muy ilusionados, es la primera vez que se excava y el yacimiento es prometedor, en toda la zona han ido apareciendo fósiles, sabemos que hay bastante registro paleontológico, ahora queremos ver qué sale de una intervención arqueológica científica. En todo el Alto Guadiana el potencial de restos fósiles es alto”.

También quieren arrojar luz sobre la geología del yacimiento, “sabemos que había cueva con acceso al agua, aunque el nivel freático estaría más bajo del actual”.

Como en Albalá o los Toriles encontrar restos de homínidos sería un hallazgo de relevancia mundial. Sin llegar a eso, el equipo se conforma con asentar en una campaña los cimientos para intervenciones futuras y seguir aportando luz sobre cómo ha sido la evolución humana en este territorio.

La explicación técnica del yacimiento Los Villares-Ruidera

En Los Villares-Ruidera nunca ha habido excavación arqueológica pese a ser uno de los  primeros yacimientos fosilíferos fechados del Pleistoceno Medio en la meseta del sur de la Península Ibérica, especialmente en la cuenca del río Guadiana. Los resultados iniciales demuestran el gran potencial de la localidad “para contribuir a llenar un vacío de conocimiento en el registro arqueológico-paleontológico del Pleistoceno Medio de la Península Ibérica. No obstante, reconocemos la necesidad de realizar excavaciones sistemáticas para tener no solo una mejor idea de las extensiones laterales y estratigráficas, así como de la composición taxonómica del conjunto fósil, y confirmar la presencia humana en el sitio”, afirma el equipo.

Breve historia del yacimiento Los Villares-Ruidera

En el límite entre Ciudad Real y Albacete se encuentra el yacimiento Los Villares-Ruidera,  que pretende llenar el vacío de conocimiento sobre la Prehistoria y la evolución humana en la zona. El hallazgo se produjo tras la construcción de una pequeña carretera en la urbanización de Los Villares, en Ruidera, donde se reconoció la presencia de material fósil en superficie identificada como restos de fauna. Los restos se entregaron a profesores de la Universidad Complutense de Madrid por vecinos de la urbanización y el resultado se ha publicado en la revista Cuaternario y Geomorfología (García-Martínez et al., 2022) Son huegos fosilizados de cabra, oveja, algo de carnívoro (pequeñito) y algún fragmento que puede no ser de fauna.