Al entrar a la sala de exposiciones temporales del Museo
Infanta Elena, los periodistas sienten una innegable explosión de color. Las
obras de Santiago Picatoste iluminan, aún más, el espacio con un colorido
optimista. El artista está ultimando la instalación de las obras de “Trasmute”,
la gran exposición que se inaugura este jueves, se le nota contento con la
muestra.
Santiago Picatoste es un artista mallorquín nacido en 1971. Ha
llevado a cabo numerosas exposiciones en España, Estados Unidos, o diferentes
países europeos como Dinamarca, Portugal o Italia. Participa en ferias de arte
nacionales e internacionales, como ARCO, donde asiste desde 2002, o algunas
como Pinta y Pulse (Nueva York), SP Arte (Sao Paolo), Art Verona o Arte Fiera
(Italia). Su obra se desarrolla tanto en pintura como en escultura. En sus
composiciones abstractas hay un claro predominio de los colores vivos, con
trazos anárquicos. Su abstraccionismo llega a Tomelloso para enriquecer, no
sólo el patrimonio cultural de Virgen de las Viñas Bodega y Almazara, sino de
toda la ciudad.
—Documentándonos para la entrevista, hemos visto que la
mayoría de los críticos se refieren a usted como pintor alquímico…
—Es porque me interesan mucho los procesos alquímicos. ¿Qué
significa esto? He llegado a pintar y a experimentar, por ejemplo, con
cloroformo industrial; un compuesto que ensambla el metacrilato, pero también
desintegra el pigmento. Eso significa que puedes pintar con un proceso
alquímico, en este caso de desintegración de la propia pintura. A partir de
ahí, utilizo todo tipo de materiales o soportes, como metacrilato, aluminio,
acero y obviamente óleo. Pero siempre con ese punto de investigación para crear
un binomio que me interesa muchísimo. Por un lado, lo tradicional, entendido
como pintura, acrílicos, óleos o lienzo y lo industrial.
—¿Con qué material se siente más cómodo dentro de la
amplia panoplia que utiliza?
—Me siento cómodo moviéndome por la superficie del estudio,
que es una nave industrial. Me he dado cuenta a lo largo de los años que, según
el espacio, la mente se habitúa y crece o se contrae. Este espacio que comento,
es como un baile, como la teatralización del expresionismo abstracto en todas
sus facetas. Con lo cual, trabajo desde el suelo al plano vertical. Los
materiales que más utilizo pueden ser espráis, acrílicos y lienzo, pero de
hecho los procesos son bastante amplios. Por ejemplo, esta pieza (nos la
muestra) es una xilografía, la primera técnica del ser humano para estampar
imágenes. Con lo cual, estoy siempre intentado plasmar mi leitmotiv que es el
color y la hiperestética de la abstracción con todo tipo de materiales que pueda utilizar o con los que experimentar.
—Su obra es una explosión de color…
—Yo nací en una isla, en Mallorca, allí no usaba el color porque
goza de una naturaleza exultante. Fue salir e irme a vivir a urbes como Madrid
o Nueva York cuando el color me sale como necesidad, lenguaje principal, leitmotiv
y sello de identidad para una base de exploración. Sí, mi obra es una explosión
de color, pero dentro de un cuidado estético.
—Explíquenos ese concepto.
—La abstracción que conocemos todos a partir de Pollock, Franz
Kline, de Kooning o Rothko, invade toda la superficie. Lo que yo hago es
convertirla (la abstracción) en personajes que flotan en un mar de color neutro.
La hiperestética del pop-art en
combinación con mi abstracción, despejada y flotando sobre la superficie, crea
una dinámica, un movimiento que me interesa muchísimo.
—¿Corren buenos tiempos para la abstracción?
—Hay épocas para todos los movimientos. El arte se nutre de
ellos, como el cine o la moda. Ahora está el movimiento del arte urbano, creo
que cuando pase un tiempo va a venir mi momento, el de la abstracción. De todas
formas, el arte va y viene, en los 90 se decía que la pintura había muerto. Es
ahí cuando salen los Young British Artists con una vaca partida; lo transgresor
era lo máximo. Yo apuesto porque el color y la belleza sean lo máximo.
—Santiago Picatoste es un artista conocido y reconocido,
¿le produce intranquilidad estar en primera línea?
—Llevo trabajando desde 1994 y lo veo como una oportunidad.
Una oportunidad de llegar a más gente, me interesa que mi mensaje lo vean
muchas personas. Estamos para eso, para sembrar.
—¿Cuánto tardó en
encontrar su camino artístico?
—Soy un artista muy trabajador. Lo que estoy haciendo por la
expresión es afianzar series o códigos estéticos. Hay algunos muy consolidados
como la serie “White”; mi serie de metacrilatos está en el libro “Arte español
contemporáneo”, que es otro reconocimiento. Ahora estoy trabajando en la serie “Lego”
y le cuento como primicia que me ha fichado la conocida empresa danesa de
juegos de construcción. Hacen películas, desde hace cinco años trabajan con escultores
y ahora quieren contar con artistas del mundo entero; tengo la suerte de ser
uno de los primeros españoles fichados por Lego. Las obras de esas series
entran dentro del movimiento Comic Abstraction, pero los códigos siguen siendo
los mismos, el color y una tendencia a lo urbano. Un grafiti semideconstruido
por el paso del tiempo que viene a ser la huella del ser humano, como en las cuevas
de Altamira. Digo esto porque me interesa esa fuente, las huellas de la
civilización actual están en un cartel medio arrancado en Nueva York o en un
grafiti semi borrado en Londres. Todo eso son las capas de la cebolla hasta
llegar a la mía, la final.
—¿Sabe que Tomelloso es cuna de artistas?
—Claro que sí, cómo quiere que no lo sepa. Hace un rato
hemos estado en la plaza admirando la escultura de Antonio López.
—Ahora desembarca en el Museo Infanta Elena por todo lo
alto con “Transmute” …
—He de decir que el trato ha sido exquisito en todos los ámbitos,
desde las montadoras, responsables, directores o el presidente. Me he sentido
muy acogido, esto solo me había pasado en Alemania.
—¿Conoce el Certamen Virgen de las Viñas, ha participado?
—Lo conozco, claro, pero por tiempo no me presento a
certámenes. Ahora creo que me va a parecer políticamente incorrecto presentarme a la siguiente edición del Virgen de las Viñas.
—¿Qué va a encontrar el público que acuda a “Transmute”?
—Todas las piezas que componen la exposición se han hecho
exprofeso. Vine a visitar el museo para conocer de primera mano el espacio
expositivo. “Transmute” es la trasmutación de una realidad a otra, en el plano pictórico
es la transformación de un paisaje de hace treinta años, que está a la entrada
de la exposición, a la abstracción. En toda la obra hay un guiño a la
naturaleza, aparte de los conceptos urbanos. A nivel estético los espectadores
van a encontrar la celebración de la plástica. Aquí hay una exaltación del
expresionismo abstracto, del action painting o del dripping; también van a
encontrar una línea muy cuidada dentro de los parámetros de hiperestética, de la
depuración del arte. Creo que el siglo XXI en arquitectura o interiorismo, muy
presente en ARCO, ha depurado todo, hacía una decoración exquisita. Estoy
obsesionado por traducir todo el expresionismo a una hiperestética.
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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