Se nota que Antonio Linares ha madurado desde la última vez
que hablamos con él. Han pasado cuatro años que parecen un siglo y un sinfín de
acontecimientos, la pandemia entre otros. El diestro, que se muestra más sereno,
más pausado, mantiene intacta su ilusión por torear en “su casa” en la plaza de
Tomelloso. Descubrimos que las nieves del tiempo han teñido su sien, como decía
Gardel.
Siempre es un placer charlar con Antonio Linares, franco,
directo, habla con sinceridad, sin pelos en la lengua. Asegura que viene ilusionado
al coso tomellosero, con ganas de triunfar en su pueblo, “no me voy a dejar
ganar la batalla en mi feudo”. El diestro prevé confirmar su alternativa el
próximo año en La Ventas.
—Vuelve Antonio Linares al cartel de la Feria de
Tomelloso…
—No nos los esperábamos. Después del parón de la pandemia, aunque
toreé la corrida benéfica de la Romería del 21, en este año en el que he vuelto
a hacer temporada para conseguir un lugar más elevado en el escalafón, logfrar
un trozo de esta tarta, que a mí me gusta mucho como es la plaza de mi pueblo,
ha sido una gran alegría. Y encima, hacerlo con un gran cartel de figuras.
—¿Cómo se siente?
—La verdad es que muy ilusionado. Le tengo que confesar que
me hubiera gustado que la corrida se hubiese celebrado en la semana de la
feria, parece que las fiestas piden toros. Aún así, creo que un domingo 20 de
agosto, que la gente ya ha cogido las vacaciones, puede ser una bonita tarde,
muy disfrutable.
—Lleva sin torear desde 2021, precisamente aquí en
Tomelloso en la corrida benéfica, ¿no es así?
—Eso es, mi última corrida fue la corrida benéfica de la
Romería del 21. Como por entonces estaban vigentes muchas restricciones como el
control de los aforos o las mascarillas, la verdad es que no hubo mucho festejo.
La gente no estaba para fiestas… lo que hemos vivido con la pandemia. No tenía
mucho sentido seguir toreando. En 2022 por otras circunstancias no pude hacer
temporada y ya este año, que me encuentro más encajado y con otro tipo de vida,
he podido compaginar y prepararme.
—En pocas semanas va a tener unas cuantas actuaciones…
—Parece que las piezas se han colocado de una manera
perfecta. Torear el día 30 de julio en Almadén, el fin de semana siguiente
estar en Socuéllamos en otro buen cartel con Cayetano y Curro Díaz, estar a
expensas de lidiar en la Virgen de Agosto son tres o cuatro corridas en un mes
que te dan mucha frescura a la hora de venir a torear a tu casa. Y, por
supuesto, con miras a cerrar bien la temporada, así tengo cerrado el 9 de
septiembre en Fuencaliente. La idea es meternos en el ivierno con la mentalidad
de ir el año que viene a confirmar la alternativa a Las Ventas.
—¿Le está siendo difícil su rol de torero?
—Es complicado, hay que reconocer que la afición taurina tienes
sus idas y venidas. Estamos muchos matadores de toros en el escalafón, casi
160. Del número 20 hasta el 160 torean tres o cuatro tardes como mucho, algunos
ni eso. Hay localidades que se han quedado sin toros, por política o por falta
de afición. Es muy difícil abrirte camino y sumar una cantidad importante de
festejos en una temporada. Como no tengas una tarde en la que consigas un
triunfo importante en una plaza de relevancia es muy complicado preparar
temporada cada año.
—Pero usted no defrauda cuando le dan la oportunidad…
—Intento llevar el camino lo más limpio posible, ser
diferente, no meterme en el círculo en el que no debo estar. Lo que toreo lo
disfruto. Estoy contento con el camino andado, también de haber sabido
aprovechar las pocas balas que he tenido. Siempre intento dejar todas las
puertas abiertas, ser cercano con la gente ya que es el público el que te pone
en pie y, por encima de todo, sin perjudicar a nadie. En este momento de la
vida en el que me encuentro en el que uno tiene su madurez y su poso, me tomo
las cosas de otra manera… y las disfruto mucho más. Disfruto ir al campo a
tentar, disfruto entrenando, no tengo presión. Lo único es mi lucha interna
personal por mejorar.
—¿Es muy importante y duro el trabajo que hay detrás,
hasta que un torero hace el paseíllo?
—Es muy duro y
complicado y más cuando tienes otras vidas paralelas que tienes que llevar como
la misma intensidad como la vida laboral o la familiar. Es muy estresante, te
tienes que organizar muy bien los horarios, evitar lesiones, ya no recupero
como cuando tenía veinte años. Todos los días hay que coger el capote y la
muleta y la mayoría de los fines de semana, montarte en el coche para hacer seiscientos
o setecientos kilómetros e irte a torear al campo. A pesar de lo pesado que
resulta, en primavera notas que tu cuerpo está fuerte, equilibrado, que no te
pesa nada. A la hora de ponerte el traje de luces es reconfortarte esa
preparación previa.
—A pesar del tiempo que lleva sin torear en Tomelloso,
¿sigue recibiendo el cariño de sus paisanos?
—La vida es el presente, cuando estás, estás y cuando no,
parece que hayas desaparecido. En la calle la gente me pregunta que cuando voy
a torear, “hay que volver a verte”, “tienes que triunfar en el pueblo”, “a ver
si subes”. No he notado nunca que el calor de la afición haya disminuido.
—Háblenos del cartel del 20 de agosto en Tomelloso.
—Se trata, sin
ninguna duda, de un cartel muy bonito para Tomelloso. Diego Ventura es una
figura del rejoneo. Él y Pablo Hermoso de Mendoza son los mejores rejoneadores
del escalafón. Morante es un torero con poso, que lleva muchos años siendo un
número uno. De hecho, este año ha cortado un rabo en La Maestranza, algo que
llevaba mucho tiempo sin suceder. El año pasado toreó un montón de corridas y
cumplió todas las tardes. Según está el panorama nacional, de festejos y de
toreros, el de Tomelloso es un cartel muy atractivo. Tiene además la garantía
de dos grandes ganaderías como Fermín Bohórquez y Carlos Núñez. Y encima, un
domingo, que la gente de la comarca puede venir a disfrutar.
—Y también va a estar Antonio Linares.
—A pesar del parón del año pasado, Antonio Linares no se va
a dejar ganar la batalla, ni por Morante, ni por Ventura, ni por nadie. Quien
viene a pagar una entrada para ver a Morante, Ventura y Linares no se puede ir
aburrido de la plaza, lo tengo más claro que el agua. Y menos en mi plaza. Vengo
a Tomelloso con ganas de triunfar en mi pueblo.
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Lunes, 25 de Noviembre del 2024
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