El primer galardonado en subir al escenario fue Francisco Navarro, periodista de La Voz de Tomelloso, ganador del Premio Periodístico “Juan Torres Grueso” por un gran trabajo sobre las cuevas de Tomelloso. Tras recordar con emoción a la directora del Lanza, Conchi Sánchez, que nos dejaba ayer, Navarro aseguró que “este es un premio muy repartido, un trabajo de equipo en el que han tenido activa participación Carlos Moreno, Ana Palacios, María Carretero, y especialmente, José María Díaz, el último tinajero, el hombre que nos ha facilitado las visitas a ciento cuarenta cuevas de Tomelloso. Allí hemos encontrado la hospitalidad de los propietarios que nos han abierto de par en par las puertas de sus casas”. 

Entre versos de Eladio Cabañero, el recuerdo de los grandes escritores de la ciudad y la proyección de un estupendo vídeo sobre Tomelloso, los presentadores llamaron a los ganadores de los premios de Fotografía Analógica, Xavier Ferrer Chust, de Vila Real (Castellón), por “Buen Provecho” y   de Fotografía Digital a Francisco Díaz Salas, de Madrid por “Paraíso Perdido 1”. 

Se entregaría a continuación el Premio de Dibujo “Francisco Carretero”, dotado con 3.000 euros, a la obra de María Moraleda Cabezas “Opus 2: Madre”. “Esta es mi obra más personal”, confesó la autora que dedicó el premio a su madre y recordó con cariño al tomellosero con que se casó, Jesús Peña Escámez.

El premio de Pintura “Antonio López García” dotado con 9.000 euros y diploma, se concedió ex aequo, a David Martínez Calderón, de Huercal de Almería (Almería) por su obra “Estudio de Paolozzi VII”  y a Luis Paltré Jiménez, de Cabra (Córdoba), por “Mantón”.

La magia de la Poesía

Cantó el presentador antes de dar paso a los premios de poesía. Carmen Pilar Redondo Muñoz, ganadora del Premio Local de Poesía “Ángel López Martínez” elogió la apuesta del Ayuntamiento por la cultura, agradeció el apoyo de su familia y dio lectura a unos preciosos versos del poema premiado. “Y entre tanta ruina/ de sol y bronce encuentra/ el viento su camino/ desterrando los lamentos.

Francisco Javier Alonso Martínez,  galardonado con el Premio de Poesía “José Antonio Torres”  ensalzó la labor de los poeta. “La poesía es una de las artes más antiguas, acentúa los significados del mundo de los sueños  y del subconsciente. En esa membrana que separa el mundo interior del mundo exterior está la poesía”. También puso versos al final de su discurso “¿Qué deja el viento en la noche, en la lumbre del silencio, en la tierra que se esconde?

Salvador García Ramírez, ganador  del XXV Premio de Poesía “Eladio Cabañero” consideró admirable mantener vivo un certamen durante 72 años. “Este premio me ha permitido conocer a un poeta de la talla de Eladio Cabañero. Me ha introducido en el alma y el corazón del paisaje de la Mancha. Concluiría su intervención con versos de Eladio y la gran ovación del público

Nuria Parra logró el Premio Local de Narraciones Félix Grande con su obra “Rojo”. “Estar en esta Fiesta de la Cultura con mayúsculas, el mejor escaparate de Tomelloso ante el mundo es una de las cosas más bonitas que la vida me ha regalado”, señaló antes de dedicar el premio a su madre 

El último galardón en entregarse fue el XXV Premio de Novela Policíaca “Francisco García Pavón” que se llevó la navarra Estela Chocarro Bujanda con “La mala esposa”. La autora recordó que no es la primera navarra en mantener un conexión con la obra de Pavón pues en su tierra se gestó la el proyecto de la serie Plinio para televisión. “Los ojos de la mujer se abren de par en par cuando lo extrae. Comprende que lo único que evitaba que la sangre escapase a borbotones era el propio cuchillo. Solo entonces, a pesar de que el dolor intenso, de que la muerte inmediata le han deformado las facciones, la reconoce”.

Los viajes de los Baroja

Antes de presentar al mantenedor, los conductores del acto se descalzaron para proclamar, en una sentida puesta en escena, la importancia de la tolerancia y de saber ponerse en el lugar del otro. También sonaría la guitarra de Alejandro Lozano, una bellá Soleá que siguió agrandando la categoría y elegancia del acto.

El mantenedor  repasó y ensalzó la obra y trayectoria de la familia Baroja en la literatura, el cine, la pintura y la televisión. El espíritu viajero de los Baroja, muy al uso en la Generación del 98, les llevó a estas tierras.  Habló de su tío abuelo Pío Baroja y su hermano Ricardo;  también de su tío, Julio Caro Baroja y de su padre, Pío Caro Baroja, grandes creadores todos, antes de exponer su tesis de “pérdida acelerada de identidad” y de expresar su disconformidad con los cánones que impone la era digital “que está afectando a la relaciones humanas y a la forma de comunicarse”. 

Pío Caro Baroja se confesó un furibundo defensor de lo analógico, lo tangible, lo físico “frente al mundo inhóspito de la tecnología digital y que mejor que hacerlo en este lugar donde convergen literatura y sueños”. Al final, los músicos interpretaron el himno de Tomelloso con el público cantando el estribillo y acompañando con palmas. La noche había caído ya sobre la ciudad cuando desde el Paseo de las Moreras se inició el desfile hacia los Jardines del Parque.