Tomelloso

Javier Navarro: “Orientaremos los fondos europeos para que cubran las necesidades reales de los vecinos de Tomelloso”

Justo cuando se cumplen sus primeros cien días al frente del Ayuntamiento, La Voz de Tomelloso entrevista al alcalde de la ciudad

Carlos Moreno/Francisco Navarro | Lunes, 25 de Septiembre del 2023
{{Imagen.Descripcion}} Javier Navarro en el Ayuntamiento Javier Navarro en el Ayuntamiento

Suele el periodismo hacer parada en los cien primeros días de una gestión política. El periodo es todavía corto para llegar a conclusiones, pero sí puede ser suficiente para atisbar los primeros trazos, propósitos  e intenciones de un equipo de gobierno. Javier Navarro ha cumplido sus primeros cien días como alcalde y La Voz de Tomelloso le ha entrevistado para analizar cómo han sido los primeros avatares de su gestión. El encuentro tiene lugar en el Hotel Paloma a primera hora de la mañana. Periodistas y alcalde elegimos acomodo en una de las mesas contiguas a los ventanales. Desde allí observamos el trasiego de una ciudad que ya bulle de actividad: repartidores, ciudadanos que pasean, vecinos que acuden a realizar sus gestiones en bancos, policías  que organizan el tráfico…Nos metemos en faena.  

—¿Cómo ha vivido estos cien primeros días de alcalde?

—Con mucha intensidad, pero también con mucha ilusión y ganas. En el nuevo equipo de gobierno únicamente yo tenía experiencia en labores de gestión municipal y eso ha obligado a trabajar mucho. Lo que hemos pretendido en estos primeros cien días es que los ciudadanos descubran que hay una  alcaldía abierta y cercana, que atiende a los colectivos y que ha colocado las necesidades de los ciudadanos en el foco de nuestra actividad política. Venimos de ocho años de gobierno muy personalistas,  enfocados en la figura de Inmaculada Jiménez, y creo que eso lo tuvieron en cuenta los ciudadanos el 28 de mayo. Nosotros queremos estar cerca de los vecinos y de sus intereses, facilitando contactos y encuentro, de hecho hemos celebrado más de doscientas reuniones.

—Hubo un acontecimiento que se vino encima al poco de tomar posesión, la feria, ¿qué nos puede decir acerca de su desarrollo?

—Tuvimos poco tiempo para preparar la feria y hubo que trabajar intensamente. Tengo que felicitar a todos los concejales y especialmente a los de Festejos, Manuel Marquina, y Cultura, Inés Losa, que se volcaron en una feria en la que había mucho por hacer: no estaban contratados los conciertos, no había pregonero, tampoco mantenedor de la Fiesta de las Letras o los presentadores, ni siquiera se tenía licitada la Zona Joven… Ha quedado demostrado que en Tomelloso nos gustan los toros y conseguimos una asistencia de 1.200 personas más que la media de años anteriores. También ha quedado clara que la asistencia a los conciertos no la garantiza la gratuidad de los mismos. Si se traen buenos artistas y grupos, se garantiza el éxito. Y fue un momento muy especial el Voto a la Virgen que hemos hecho coincidir con la llegada de la Patrona a la ciudad el 15 de agosto.

—La situación económica del Ayuntamiento ha provocado un cruce de acusaciones entre equipo de gobierno y oposición y la celebración de un pleno extraordinario para analizar las cuentas. ¿Tan mala es la herencia económica que han recibido ustedes?

—La herencia no es mala, pero está lejos de ser tan buena como la dibujaba el anterior equipo de gobierno. Estos primeros cien días le han costado muchos desvelos al concejal de Hacienda y le quiero agradecer su trabajo. En la primera semana que tomamos posesión, la tesorera nos presentó la situación real del Ayuntamiento y que, lamentablemente, era que en año y medio el equipo de gobierno anterior se gastó lo que había y lo que no había. En dieciocho meses se descapitalizó la tesorería del Ayuntamiento en casi el cincuenta por ciento, se generó un déficit de financiación de casi tres millones de euros. No es lo mismo heredar un Ayuntamiento con un superávit de más de tres millones de euros que dejó el PP en el 2014 que heredar un Ayuntamiento con un déficit de financiación de casi tres millones de euros.

—¿Qué herramientas de gestión están utilizando para que la economía del Ayuntamiento pueda remontar el vuelo?

—Nos hemos visto obligados a buscar dinero donde no lo hay y tomar decisiones para cerrar el año de la mejor manera posible. Tenemos la partida de suministro de energía eléctrica en —650.000 euros, la partida para sufragar el coste de los monitores deportivos también está negativa en 130.000 euros, faltaban más de 100.000 euros para terminar el programa de comida sobre ruedas y ayuda a domicilio. No se puede decir que la situación del Ayuntamiento es buena simplemente porque en un momento puntual hay 7 millones de euros en  caja; no es correcto. Es una foto fija que no se corresponde con la realidad y así lo han corroborado los técnicos. Hay que fijarnos que el ejercicio del 2022 se cerró con un déficit de financiación de 2,9 millones de euros. ¿Situación excesivamente mala?  No. No estamos en quiebra y la situación se puede reconducir, pero no es la situación tan favorable que se nos había vendido.

—Preside un equipo de gobierno de coalición del que forman parte PP y Vox ¿cómo está siendo la convivencia de las dos formaciones?

—Antes de conformar las delegaciones, ya anuncié que seríamos once personas trabajando en un mismo equipo por los intereses de los vecinos de Tomelloso. Un equipo que trabaja por la promoción económica de la ciudad, por poner una alfombra roja a nuestros emprendedores y comerciantes, por poner en el foco de nuestra acción política a las personas y colectivos más vulnerables. Son unas líneas muy claras que las dos formaciones asumimos como prioritarias y no habrá problemas. Sé que otros esperan fricciones, pero el PP y Vox caminan en buena sintonía, tanto en relaciones humanas como en el desarrollo de un proyecto político para la ciudad.

—Uno de los ejes de su programa fue que Tomelloso tiene que ser una ciudad con más y mejores servicios y para conseguirlos tendrá que lidiar con la administración regional, que es de otro color político, y la nacional, que todavía no se sabe en que desembocará… ¿cómo valora esta circunstancia?

—Evidentemente es más difícil conseguir mejorar en nuestra sanidad con un Gobierno regional que lleva ocho años desmantelando el hospital y mintiéndonos o con un Page que nos prometió un Centro de Salud en el 2016 y que iba a estar listo en dieciséis meses. Es complicado con un Gobierno que ha votado en contra de la UCI y de todas las enmiendas que el PP ha presentado en las Cortes regionales. Mucho más que con una persona, Paco Nuñez, que se comprometió  públicamente en Tomelloso a que en los primeros presupuestos  hubiera una partida para la dotación de esa UCI.  Pero a pesar de la dificultad, no vamos a dejar de intentarlo y ya lo hemos demostrado liderando la petición de una UCI, que nuestro hospital pueda ver completado su Plan Funcional, que nuestro Centro de Salud vea la luz cuanto antes. Lamentablemente, no hemos encontrado la unanimidad que buscábamos con esa abstención del Partido Socialista que busca antes proteger sus sillones y proyecciones políticas. Estoy convencido que hay muchos militantes y votantes del PSOE que no comparten esta postura. 

—Hay quien asegura que la petición de la UCI es un brindis al sol, que antes es necesario solicitar otros servicios y profesionales que le faltan al Hospital ¿Qué opina usted?

—Si yo pido una línea de ferrocarril, primero tenemos que contar con las vías y después adquirir los vagones, es algo lógico y entendible.  Pero si no la pedimos, no habrá ni vías ni vagones.  Algo parecido sucede con la UCI. Pedimos esa Unidad de Cuidados Intensivos y que se complete nuestro Plan Funcional porque una cuestión va ligada con la otra. Perseguimos un objetivo de máximos y somos conscientes de que para lograr llegar a la cima, hay que traspasar antes muchas metas: una dotación de médicos acordes a esa UCI y que se dote presupuestariamente. Una UCI es la consecuencia del buen funcionamiento de un hospital.

—Los proyectos que dejó el anterior equipo de gobierno del PSOE, ¿tendrán continuidad?

—Estamos orientando los fondos europeos para que cubran las necesidades reales de los vecinos de Tomelloso. La finalidad de los mismos tiene que ser que lo que se consiga se desgaste por el uso y no por el paso del tiempo. Y pongo el ejemplo del Mercado de Abastos. Como obra arquitectónica es intachable, precioso, pero como centro gastronómico no cumple ninguna de las funcionalidades. El pasado 17 de junio estaba con luz de obra y no se puede entender que se haga una licitación para que entren hosteleros a un recinto con luz de obra, que carece también de climatización  y de un sistema de extracción de humos. Lo único que se hizo fue vendernos una mentira y había que enseñar el edificio, de día, porque  de noche no se podía. Insisto, reorientaremos los fondos a proyectos que sean funcionales y que tengan sentido. 

—Se habla mucho de la movilidad sostenible en la ciudad ¿cuáles serán sus planteamientos en este ámbito?

—Se ha invertido mucho en carriles bicis por donde no hay bicis. Hay que hacer compatible el uso de las bicicletas con la circulación del resto de vehículos y aparcamientos para esos mismos vehículos. Y hay proyectos como el de la primera y última milla que tienen que ser realmente funcionales. Este equipo de gobierno no pretende municipalizar el servicio de reparto en la zona centro de Tomelloso, de paquetería mediana y pequeña, como sí pretendía el anterior con bicicletas eléctricas. No queremos que el Ayuntamiento sea competencia de las mensajerías que operan aquí, ni tampoco de Correos. Hay que intentar que esas empresas utilicen los mecanismos adecuados para evitar que haya más contaminación en la ciudad y que el tráfico sea fluido en la zona centro.  Trabajaremos también en la instalación de puntos de recarga rápida de los coches eléctricos, porque tardar seis horas es demasiado tiempo. 

—Viendo la evolución de la climatología, las infraestructuras de agua adquieren una importancia capital. Usted anunció recientemente que Tomelloso tendría que acometer importantes inversiones para soportar de la mejor manera las lluvias torrenciales que serán cada vez más frecuentes ¿cómo se pretende abordar este asunto?

—Tenemos que buscar soluciones que van mucho más allá de aumentar el diámetro de los colectores. Hay que buscar fórmulas alternativas que ya han puesto en marcha en otras localidades como tanques de tormentas o parques inundables. En Tomelloso sabemos que hay barrios que siempre se terminan inundando, llueva mucho o poco. Y será ahí donde tendremos que instalar esas nuevas infraestructuras. Evidentemente, son obras muy costosas que exigen una financiación enorme y habrá que buscar la mejor fórmula para acometerlas a medio y largo plazo. Sería importante también aumentar el tubo de las aguas residuales que llega a la depuradora. Pero cuando caen 34 litros en veinte minutos, ya no solo en Tomelloso, sino en cualquier otro lugar, las cosas se complican.

—¿Cuál podría ser el gran proyecto del mandato del nuevo equipo de gobierno?

—Uno que me hace especial ilusión es el de la urbanización de la avenida de Niort. Nuestra ciudad necesita un anillo exterior de tráfico. Si el Ayuntamiento es capaz de adelantar la urbanización, con un acuerdo con los vecinos evidentemente, daríamos un paso importante. Estamos hablando de una zona de Tomelloso que queda incomunicada y que provoca que se congestione el tráfico en otras zonas. También es vital la urbanización del polígono 30, de hecho ha sido de los primeros proyectos que hemos iniciado y espero que vea la luz en el año 2024 porque da respuesta a la demanda de los tres mil socios de la cooperativa Virgen de las Viñas, para que la entidad siga creciendo. Y hay que apostar por la modernización de la normativa urbanística para poder resolver las problemáticas de bodegas y alcoholeras, dar solución al polígono 28 que es el margen de la carretera de Argamasilla de Alba, que ya la vemos más cerca, en definitiva, hacer posible que todo aquel que quiera invertir en Tomelloso tenga suelo para poder hacerlo. La ciudad carece de suelo industrial cercano. Tenemos el polígono de SEPES es cierto, pero la pequeña y mediana industria necesitan localizarse cerca del casco urbano.

—¿Se tiene previsto acometer la redacción de un nuevo Plan de Ordenación Municipal?

—Los técnicos municipales son pesimistas al respecto porque la normativa de Castilla-La Mancha es bastante estricta. Cuando estuvimos en el gobierno tardamos ocho años en elaborar un documento. En el 2015 le dijimos al nuevo equipo de gobierno del PSOE que lo podía modificar, pero se quedó en el cajón. Ocho años después habría que partir de cero porque las previsiones de crecimiento y desarrollo de la ciudad han ido cambiando. Aspiramos, por lo menos, a poder realizar modificaciones estructurales y así se lo expondré al consejero de Fomento y al presidente regional en las reuniones que les he solicitado. Se trata de dar soluciones a problemas urbanísticos que se arrastran desde hace muchos años y que afectan a industrias del sector alcoholero y vitivinícola y empresas de otros ámbitos como el comercio y la hostelería, donde ya hicimos una modificación el pasado mes de agosto 

—Los ciudadanos echan de menos un mejor ambiente político en lugar de tanta gresca, pero seguimos asistiendo a unas tensas relaciones entre gobierno y oposición, ¿no hay posibilidad de que se tiendan más puentes?

—Esas mejores relaciones pueden ser posibles, por supuesto. Lo que pasa es que el PSOE no ha cumplido esas palabras de dejarnos trabajar en los primeros cien días de gobierno. Inevitablemente la oposición aprieta al gobierno y éste defiende su gestión. Pero si no somos capaces de ponernos de acuerdo en lo esencial, como por ejemplo en lo que nuestro hospital necesita, no iremos bien. La abstención del pasado pleno en la moción que pide una UCI dice mucho acerca de las ganas de entendimiento que tiene el Grupo Socialista. Las relaciones personales son buenas, pero todavía es más relevante que nos pongamos de acuerdo en defender los intereses de los vecinos.

—Este septiembre está siendo muy distinto a otros que ha vivido ¿le ha dado tiempo a echar de menos la docencia?

—Echo muchísimo de menos la enseñanza y por este motivo tengo claro que mi periplo en política no va a ser excesivamente largo. Tengo vocación de servicio público, y por eso estoy aquí. Pero me formé para ser profesor de matemáticas y espero jubilarme como profesor de matemáticas. Echo de menos a los alumnos y esa relación con las familias. Ahora, desde mi posición de alcalde, espero poder ayudarles de otra manera.


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