La Fiscalía de Ciudad Real pide seis años de cárcel para el joven que provocó el grave accidente de tráfico de Argamasilla de Alba en el murieron otros tres jóvenes de 21, 20 y 16 años, y hubo tres personas heridas más, entre ellas la acompañante del conductor temerario, el 6 de junio de 2021.

Bebido, drogado y a 90 km/h por el pueblo

El joven, de la misma edad que los fallecidos -22 años-, conducía bebido, drogado y a más de 90 kilómetros por hora por el centro de Argamasilla de Alba, cuando chocó de madrugada en un cruce con otro turismo ocupado por cinco jóvenes, tres chicas y dos chicos, a los que embistió y empotró contra la pared de una casa. Sobrevivieron dos chicas, que en estos años se han recuperado de las lesiones físicas.

La calificación del caso según el Código Penal

La fiscalía, que ya ha formulado escrito de calificación del caso, considera a A.D.L., de Montehermoso (Cáceres) y 24 años en la actualidad (los ha cumplido en prisión), autor “de un delito de conducción temeraria del art 380 del Código Penal, en concurso de normas con un delito de conducción a velocidad excesiva (art 379.1 CP) y un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas tóxicas, en concurso con el art 382 del CP, con tres delitos de homicidio por imprudencia grave del 142.1, párrafos primero y segundo, y el art 142 bis del CP,  y tres delitos de lesiones por imprudencia grave del art 152.1 y párrafo segundo del CP”, “todos ellos en concurso ideal”.

La pena a imponer son seis años de prisión e inhabilitación para conducir durante ocho años con pérdida de vigencia del permiso.

Un caso de jurado

El caso, que ha investigado el juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Tomelloso, se instruyó prácticamente en un año, si bien en la recta final ha dado un giro y se ha transformado en un procedimiento de la ley del jurado, que retarda los tiempos.

La acusación particular quiere que se condena al conductor temerario por tres homicidios dolosos (intencionados) y solicita quince años de cárcel, en una calificación de difícil encaje en el Código Penal actual, pero que podrá defender y tratar de probar en el juicio, que se celebrará en la Audiencia Provincial de Ciudad Real el año que viene y que según fuentes judiciales no tiene fecha.

El chaval, que lleva dos años y cuatro meses en Herrera de La Mancha como preso preventivo (ni ha intentado pedir la libertad condicional), declaró en el juzgado que no recordaba la velocidad a la que iba y que apenas había bebido, “solo una copa o dos”, aunque había consumido drogas. Tampoco sabe si saltó el airbag en el momento del impacto con el coche de los fallecidos. Contó que salió aturdido de su vehículo, perdió el conocimiento, y no recordaba nada más. En esa declaración a petición propia en noviembre de 2021 pidió perdón a las familias de las víctimas, jóvenes muy conocidos de Argamasilla de Alba y Tomelloso.

Fatídica casualidad

Emous, Gonzalo y Marta, jóvenes de Argamasilla de Alba y Tomelloso, circulaban con dos amigas más en un turismo por el centro de Argamasilla, sobre las dos de madrugada del domingo 6 de junio de 2021, cuando otro coche de alta gama, conducido a toda velocidad por el acusado y ocupado por una chica de 17, chocó con ellos en el cruce de dos calles céntricas, y los embistió contra la pared de una casa.

Tres de los cinco ocupantes del primer vehículo murieron en el acto y las otras dos resultaron heridas graves. La chica que viajaba con el conductor temerario también resultó herida de consideración, mientras que el responsable no sufrió ni un rasguño.

El imputado, que es extremeño, estaba en Argamasilla de Alba ese fin de semana de casualidad, de visita familiar. Desde su detención y como preso preventivo no ha podido salir de la provincia, podrá pedir el traslado a un centro penitenciario próximo a su lugar de residencia cuando cumpla una condena firme.

El caso provocó una verdadera conmoción en esta localidad de la comarca de La Mancha. Las familias iniciaron una petición a través de la plataforma Change.org para pedir que se endurezcan las penas por los homicidios imprudentes de tráfico, con manifestación incluida en Tomelloso el 17 de junio de ese año.

La pena más alta por un homicidio imprudente, en el que no hay dolo, es decir intencionalidad, es cuatro años de prisión. En este caso se puede elevar a seis por la concurrencia de más delitos.