Muchos de los pequeños iban muy bien disfrazados para la ocasión, también algunos padres. Cuando les llegaba su turno se enfrascaban en un intrigante  recorrido, lleno de suspense y sobresaltos, en el que se topaban con magos, pitonisas, peligrosos animales salvajes, recordados personajes de películas de terror que hacían correr y gritar a la chiquillería por los pasillos.  También  aparecían funambulistas, domadores, acróbatas, payasos y otros personajes del circo tuneados para dar miedo.

Un miedo divertido en el que ha vuelto a quedar de relieve el excepcional trabajo de Harúspices. Primero con la magnífica ambientación del Centro de Asociaciones para construir el pasaje; después con la caracterización de los personajes, tanto en el maquillaje como en el vestuario y después con la  cuidada interpretación de cada personaje. Con estos ingredientes, era lógico que los chavales pasaran su "miedecillo", pero la diversión ha imperado por encima de todo lo demás.

Los recorridos por el pasaje continuarán mañana domingo, de cinco a 8 de la tarde los niños, y de 10 a 12 los adultos y tambien el martes 31 con el mismo horario. Las entradas se venden al precio de 3 y 5 euros. 

En otros barrio de la ciudad, como el de Maternidad y Europa, sus juntas de vecinos también han organizado pasajes de terror.