A Cruz del Pozo Sánchez, guarnicionero de profesión, no le quedó otro remedio que reciclarse cuando una normativa obligó a poner gomas en las ruedas de los carros para que no dañaran el asfalto de calles y carreteras. Y en ello se aplicó Cruz que se fue a Madrid, a la Michelín, a realizar con éxito un curso  que le permitió cambiar de oficio. Así nació en el año 1960 en Tomelloso la aventura de Recauchutados Cruz del Pozo, hoy Vulcanizados del Pozo S.L., que se ha distinguido por su profesionalidad y excelente servicio a sus clientes,  primero con la marca General  y ahora con Pirelli.

En los comienzos, Cruz le compraba las ruedas a Negrillo, que regentaba un local en la calle Mayor, y él las montaba en su primer taller que abrió en la Plaza del Arcipreste, donde estaba la casa de la familia. El siguiente centro de trabajo se ubicaría en la esquina del Parque Urbano Martínez, justo al lado de la báscula municipal y en 1984 llegaron a sus actuales instalaciones, en la avenida Virgen de las Viñas, en lo que era la antigua Bodega de Eugercios, inmueble que adquirieron varios empresarios, entre ellos, Julián Jurado y Cruz del Pozo. El siguiente eslabón de la empresa, Juan del Pozo, empezó a trabajar siendo un niño, y cincuenta años después sigue al frente de esta conocida empresa de venta, montaje y reparación de neumáticos.

Echando una mirada a una andadura de más de seis décadas en la empresa, Del Pozo, asegura que “el sector ha evolucionado mucho, aunque el trabajo hay que hacerlo de igual manera. Cuando empezamos no había prácticamente maquinas, era todo a base de fuerza, martillo y desmontables. Además, no había las medidas, modelos y marcas de neumáticos que existen ahora, tampoco la competencia que hay ahora…Una evolución muy grande que nos ha obligado a reciclarnos”.

Vulcanizados del Pozo siempre ha querido estar a la última y cuenta con maquinaria  de la mejor tecnología. “Mi padre puso el primer alineador de direcciones que había en toda Castilla-La Mancha. De hecho venía mucha gente de fuera. De los talleres que trabajan para Pirelli somos de los más antiguos y la verdad es que es un motivo de orgullo mantener un negocio durante tantos años”. Y fue precisamente Pirelli quien les recomendó integrarse en el Grupo Driver “que nos ha permitido tener una  mejor posición a la hora de efectuar las ventas  y estar mucho más protegidos en un mercado cada vez más exigente y competitivo”.

Los cuatro trabajadores de la empresa, incluido el máximo responsable, son ya de larga duración en la empresa. “Mari Carmen Ortiz, la administrativa, lleva cuarenta  y dos años; José Luis padre estuvo cincuenta años con nosotros y ahora está su hijo y tenemos también un trabajador rumano, Florin, que también lleva ya un tiempo importante con nosotros”.

"Los clientes confían en nosotros"

El mejor activo de una empresa es su clientela y así lo reconoce el empresario. “En nuestro caso la gran mayoría de clientes son de Tomelloso, aunque esporádicamente tenemos algunos de otras poblaciones vecinas. Tocamos el turismo, el vehículo industrial, la agricultura, mucho de moto. Conservamos clientes de toda la vida. Algunos todavía se acuerdan de cuando trabajábamos en la calle Veracruz. Lo más bonito de todo es que antes vinieron los padres y ahora vienen los hijos con la misma confianza en nosotros”.

Con un reconocimiento y prestigio ganados a pulso, los clientes confían plenamente en Vulcanizados del Pozo.  “Muchos nos dicen que les suministremos y montemos los neumáticos que mejor consideremos y nosotros tratamos de darle el producto que más encaja con sus necesidades. Depositan una confianza plena en nosotros. Hay otro tipo de cliente que busca más el precio y compara, otros buscan directamente la marca Pirelli, en fin, diversas situaciones que tratamos de resolver de la mejor manera”.

La empresa cuenta con una avanzada  máquina para hacer el paralelo y también una lavadora de ruedas “destinada sobre todo a los vehículos que trabajan en el campo que suelen coger mucho barro. Es un servicio que no cobramos y es algo muy bueno porque después a la hora de equilibrar la rueda, si la llanta está sucia, ese equilibrado se puede ver afectado. Y el inflado de las ruedas lo hacemos con nitrógeno que hace posible que el neumático no se caliente tanto”.

Para posicionarse en un sector con mucha competencia, Del Pozo tiene muy clara la estrategia a seguir. “Es fundamental ofrecer un buen servicio y transmitir una  confianza total al cliente. Driver nos valoró años atrás y nos quedamos de los primeros del país. Creo que un buen servicio está por encima del precio a la hora de contar con la fidelidad de los clientes. Se trata de dar el mejor encaje posible a las necesidades y circunstancias de cada cliente que, lógicamente, son diferentes”. Juan mantiene unas buenas relaciones con otros empresarios del sector en Tomelloso. 

El empresario considera que la coyuntura económica ha ido mejorando y sobre la competencia de la venta por internet señala que “no es comparable al servicio directo, cercano y personalizado que damos en una empresa como la nuestra”.

En la recta final del reportaje toca hablar del futuro. Juan del Pozo se acerca a la edad de su merecida jubilación y aún no sabe cómo se producirá la sucesión de la empresa. “Yo no tengo descendencia y sería cuestión de plantear un traspaso o que los trabajadores siguieran adelante con la empresa”.   Una cuestión que ya se resolverá, de momento, Juan del Pozo mantiene la ilusión del primer día y atiende con amabilidad a unos clientes que, en realidad, son amigos.