José Carlos Lomas, junto a sus compañeros, Cortes Correas, Gema Jiménez, Samuel Pradillos, Nicolás Blanco y Esteban Berzosa, llevaron a cabo un trabajo de la asignatura Simulación Empresarial. “Consistía en crear un modelo de negocio al que le teníamos que obtener una rentabilidad rápida y que nos ilusionase”. En ese sentido, el grupo de estudiantes decidió sortear una cesta “algo que no se había hecho antes y que pensamos que iba a crear revuelo”. Con la colaboración de muchos negocios locales, se confeccionó “una gran cesta, que a cualquiera le hubiese gustado tener”. A un precio de 50 céntimos “vendimos muchas papeletas para el sorteo.

Dado que lo que buscaban era hacer un buen trabajo y obtener una buena nota, “decidimos donar los beneficios al proyecto Lanza Sueños”. Confiesa Lomas que “nos los pasamos muy bien llevándolo a cabo”. Se hizo un sorteo en directo en el salón del instituto “le tocó a una alumna del centro y le llevamos la cesta a su casa”.

Cortes Correas, muy emocionada, ha apuntado que decidieron donar el beneficio del trabajo a Lanza Sueños “porque el cáncer es una enfermedad universal que no entiende de clases sociales”. Considera Nicolás que completar el trabajo con la donación “es la manera más razonable de ayudar, todos hemos tenido personas cerca que ha padecido cáncer”.

Consideran los estudiantes el proyecto Lanza Sueños como “una iniciativa muy importante que quiere ayudar a las personas que están pasado por un momento tan delicado como es la enfermedad. Y que da esa fuerza tan importante a las personas enfermas y a sus familias. Es importante que tengan un hombro donde apoyarse”.