La 28.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (COP28) se celebró entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre de
2023 en Dubai (Emiratos Árabes Unidos). Muchas eran las esperanzas, dada la
irreversible situación en la que nos encontramos.
Una de las novedades más reseñables: llegó la hora del primer
balance mundial, que ha servido para medir los avances logrados en cuanto a los
objetivos climáticos marcados por el Acuerdo de París (que, sorprendentemente,
no son favorables).
La UE es un actor internacional líder en materia climática, con
una legislación sólida en cuanto a las leyes de reducción de gases de efecto
invernadero y en cuanto al compromiso, marcado por el Pacto Verde Europeo, de
convertir a la UE en un continente climáticamente neutro de aquí a 2050, y reducir
sus emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí
a 2030 con respecto a los niveles de 1990.
Estrategias como Global Gateway buscan promover los intercambios
de tecnologías verdes y reforzar la seguridad energética, apoyando a países
socios, de cara a que puedan desarrollarse. Otra de las iniciativas europeas
más renombradas, REPowerEU, ayuda a la UE a ahorrar energía, a producir energía
limpia y diversificar su abastecimiento energético, principalmente motivada
tras la invasión de Rusia a Ucrania (alcanzando una reducción de la demanda de
gas en la UE, de agosto de 2022 a marzo de 2023, de un 18% frente al 15%
marcado como objetivo).
Acuerdos ambiciosos teniendo en cuenta que solo producimos el 7%
aproximadamente de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel
mundial.
La COP
arrancaba con otro objetivo: la eliminación progresiva de los combustibles
fósiles sin medidas de mitigación, la creación de un sistema eléctrico mundial
descarbonizado (total o parcialmente) para la década de 2030 y, además,
triplicar la capacidad de renovables de aquí a 2030. Casi nada.
El acuerdo adoptado finalmente en la COP28 lucha por dejar atrás
los combustibles fósiles, señalando como responsables directos de la emergencia
climática al petróleo, al gas y al carbón. En palabras de la presidenta de la
Comisión Europea, Ursula von der Leyen, da la bienvenida a la existencia de un acuerdo
multilateral para acelerar la reducción de emisiones hacia el objetivo de cero
emisiones netas para 2050, además de reducir las emisiones globales en un 43%
para 2030. Las energías renovables, la
energía nuclear y la captura y almacenamiento de carbono son las tecnologías
que se deben desarrollar de forma prioritaria.
Von der Leyen aprovechó la ocasión para recordar que las medidas
son cada vez más necesarias, puesto que 2023 ha sido el año más caluroso
registrado. Medidas financieras y de lucha contra el clima extremo también han
sido adoptadas en esta Cumbre, a nivel multilateral.
El liderazgo
europeo en materia climática es incuestionable, y buena prueba de ello es la
relevancia que se le otorga siempre dentro de los planes de acción de las
instituciones europeas.
Mario Villamor Nodal, técnico de Europe Direct Ciudad Real y Eurodesk Ciudad Real
Fuentes:
https://www.consilium.europa.eu/es/policies/climate-change/paris-agreement/cop28/
https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/statement_23_6582
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Miércoles, 21 de Mayo del 2025
Viernes, 23 de Mayo del 2025