El mago ofreció un completo espectáculo de magia, ya fuera visual o gestual para introducirse finalmente en el mentalismo con un gran número final en que fue capaz de adivinar quien era la mejor amiga  de la infancia de una mujer del público, el dinero total que llevaba una familia en el bolsillo o la carta que había elegido al azar otro espectador.

Antes hizo volar una mesa, demostró un gran dominio del pañuelo, puso alegría navideña haciendo aparecer la nieve y asombró con otro número en el que un dado de grandes dimensiones que estaba en una caja acabó en un sombrero. Durante toda su actuación, que duró algo más de hora y media, el mago interactuó con el público, tiró de mucho sentido del humor y tuvo también sus momentos más sentimentales apelando a la ilusión y felicidad de todos en esta Navidad que está a punto de empezar. 

El mago se despidió agradeciendo a la Biblioteca Municipal y al Ayuntamiento que decidieran contratarle y también la colaboración del público por la cercanía y complicidad que demostró en todo momento.