El estudio, ubicado en la calle Veracruz,  desprende el aire moderno y rompedor de la propia fotógrafa, con varios espacios diferenciados y causó una buena sensación entre los asistentes que compartieron bebida, aperitivos y buenas conversaciones.  Reconoció Inma Chacón que emprende el proyecto con nervios e inquietud “pero lo llevaba madurando mucho tiempo y arranco con mucha ilusión. La fotografía social exige mucho. Se trata de captar la esencia y detalles en el día más importante de muchas persona: la ilusión de una novia, el nerviosismo de una madre, la euforia de los amigos…hay que captar un poco todo esto”.

Aseguró también que le gusta el retrato y le apasiona el mundo de la moda “un  campo que quiero que se manifieste más, no ya solo pensando en el cliente, sino en mi propia satisfacción personal” . Chacón no tiene miedo a emprender. “Es cierto que vivimos tiempos complicados, que hay mucha competencia e incertidumbre, pero esto es lo único que sé hacer y lo tengo que intentar. Y algo importante, yo siempre he estado aquí, no es un hobby de alguien que de forma pasajera se dedique a hacer fotografías; siempre me he dedicado a esto y pienso seguir hasta que el cuerpo aguante”.