“Cuando me enteré del traspaso por la jubilación de Pilar, vi que era una buena oportunidad para emprender en el mundo de la moda que siempre me ha apasionado.  Es una tienda con una gran trayectoria que ha funcionado a las mil maravillas y no ha habido problema en llegar a un acuerdo con Pilar que me ha ido enseñando y formando desde el pasado mes de septiembre”, explica  Cristina que no para de recibir buenos deseos y felicitaciones.

Cristina Sanz explica que mantendrá la línea y esencia que han distinguido a La Cabaña “pero le quiero dar un toque un poco más joven, pero sin peder la singularidad y esencia de una tienda que tiene muchas clientas. De hecho, Inma Menchén que es la dependienta, seguirá conmigo y va a ser una ayuda muy valiosa, por su valía y experiencia. Además, tengo niños pequeños que harán que no pueda atender la tienda yo sola”.

Reconoce que le ha causado respeto emprender el proyecto, pero finalmente dio el paso con esa valentía y arrojo tan característica de Tomelloso. “Me lo he pensado mucho porque no podía imaginar lo que conlleva el traspaso de un negocio. Pensaba que todo iba a ser más sencillo, pero es  muycomplejo, empezando por los pedidos que hay que hacerlos prácticamente con un año de antelación. Ahora que estamos vendiendo la ropa de primavera, ya tenemos pedida la de invierno. Eso genera siempre una presión porque luego hay que vender  lo que se pide”.

Todos los asistentes han brindado por el éxito de La Cabaña en su nueva etapa, empezando por la propia Pilar Morales Blanco que expresaba su satisfacción por el camino andado. “Me ha gustado mucho mi trabajo y no me ha importado dedicarle el tiempo que hiciera falta. Vender moda implica también vender ilusión y ganas a esas mujeres que siempre han sido felices a la hora de estrenar  prendas de una nueva colección. Deseo de corazón que a Cristina le vaya igual de bien que me ha ido a mí ”.