La noche se engalanó con un mantón de Manila y un abanico rojo, símbolos de la tradición flamenca. La presentadora Argelia Sáez fue la encargada de guiar a los asistentes a través de esta velada inolvidable, creando un ambiente cálido y acogedor.

La concejala de Cultura, María José Díaz, que participó en el reconocimiento a Apolonio Moya, felicitó a José Cantón por su excelente trabajo en la organización del festival. Destacó que, sin su compromiso y amor por este arte, sería muy complicado disfrutar de grandes espectáculos como el vivido esa noche. También agradeció al público, que llenó el auditorio, por su apoyo a la cultura y al flamenco en particular.

Antes de la actuación de Reyes Carrasco, Apolonio Moya, conocido como Romero Villa, subió al escenario. Acompañado por la guitarra de Alberto Barquero "Tajá", realizó un emocionante recorrido por los cantes, desde soleás hasta seguiriyas, pasando por malagueñas, cantes de levante y fandangos. Su interpretación maestra de varios estilos del flamenco, incluyendo fandangos de Alosno, fue recibida con una gran ovación por sus paisanos y público presente. Romero Villa se mostró muy agradecido con la organización por el reconocimiento a su carrera en este arte tan difícil y complejo que es el flamenco.

Posteriormente, la joven promesa del flamenco, Reyes Carrasco, tomó el escenario. A pesar de sus tan solo 18 años, ya es un referente en el panorama flamenco nacional. La cantaora deleitó a los presentes con un repertorio que incluyó alegrías, bulerías, fandangos naturales y malagueñas, entre otros. Su interpretación vibrante dejó al público eufórico, con la certeza de haber presenciado uno de los mejores espectáculos flamencos en la historia vividos en este teatro.

Acompañada por la sonanta del Niño Seve, Reyes Carrasco transportó al público en un viaje sonoro desde el pasado al presente del flamenco. La respuesta del público fue inmediata, con aplausos y halagos que no cesaron en toda la noche. Para finalizar, su madre que le acompañaba al cante y a las palmas junto a Manuel Bellido y Manuel González, le cantó una patadita por bulerías a petición del público.

Reyes Carrasco, con su estilo único que fusiona la tradición con la vanguardia, nos regaló una noche mágica. Su voz, llena de nuevos colores y aromas, y su frescura en la garganta, junto con su ritmo y compás, nos evocaron a grandes maestros del flamenco como Pastora Pavón, Enrique y Estrella Morente, La Paquera de Jerez y Pepe Pinto, dejando una huella imborrable en el corazón de los asistentes.

La noche mágica del X Festival Primavera del Cante concluyó con las felicitaciones de la concejala de Festejos y una foto de familia, poniendo el broche de oro a este evento. Más que un festival, fue un homenaje al flamenco, a sus artistas y a su público. Sin duda, se convirtió en un recuerdo imborrable para todos los afortunados que estuvieron presentes en esa esta inolvidable.