Efectivos del plan Infocam de incendios forestales de Castilla-La Mancha han retirado arbolado afectado por el incendio del parque natural de las Lagunas de Ruidera de hace dos años, aquel negro 25 de julio en el que se produjeron más de tres incendios graves simultáneos en la provincia de Ciudad Real.
El arbolado retirado forma parte de un proyecto de tratamientos selvícolas preventivos, para impedir nuevos incendios en la zona, explica el Infocam en sus redes sociales.
Mediado abril y con las temperaturas subiendo el grueso del personal del plan de prevención y extinción de incendios forestales (unas cuatrocientas personas en la provincia) sigue en faenas preventivas. Este año hay cuarenta y siete obras, tajos, veintidós de ellos activos a mediados de marzo. La actuación se hará en más de 3.500 hectáreas.
Culmina la renovación de la flota de autobombas
Las novedades para la campaña 2024, que empieza oficialmente el 1 de junio, dependiendo que cómo siga evolucionando la meteorología, son más cualitativas que cuantitativas. “Partimos de un dispositivo bien dotado, con la posibilidad de apoyar a una provincia desde otras. En Ciudad Real este año hemos terminado de renovar la flota de autobombas terrestres, con la incorporación de la novena y última; y seguimos con el salto tecnológico, con más herramientas informáticas para mejorar la gestión de nuestros recursos”, explica Juan Pedro García, coordinador del Centro Operativo Provincial de Incendios Forestales de Ciudad Real.
Los técnicos forestales asumen que por “muy bien” que se diera la Semana Santa a efectos del fuego (suelos húmedos, etc) la campaña veraniega será muy dura, “nos preparamos para tener incendios en junio, julio y agosto cada vez más devastadores”, dice.
Preparados para un 2024 duro tras el anómalo 2023
Lo del año pasado (poquísimos incendios) no fue normal. 2023 pasará a la historia reciente de la extinción de incendios forestales en Ciudad Real como un año anómalo, “tuvimos una sequía extrema al final del invierno y la primavera, que impidió hasta que creciera la siembra, pero llovió en junio, al inicio de la época de peligro alto, lo que refrescó suelos sin pasto en los que las pocas igniciones no se propagaron”.
El experto en extinción todavía recuerda cómo hace un año, “en el hall de entrada de una campaña catastrófica”, refiere (la Semana Santa en abril fue muy cálida) la climatología dio un giro inesperado. La consecuencia es que hubo poquísimos incendios, incluso en el mes crítico de julio, y se quemó un 97% menos de superficie forestal.
Este año las cosas irán por otros derroteros, los normales que implican un verano meteorológicamente duro, y una primavera por ahora “normal”.
Hasta ahora no ha sido necesario activar vehículos autobomba, como el año pasado, y la campaña discurre “dentro de lo previsible”.
Dos aeronaves, tres patrullas y un retén
Desde mediados de marzo dos aeronaves están disponibles para toda Castilla-La Mancha y en la provincia se activaron el mes pasado tres patrullas y un retén terrestre para labores de extinción. El retén lo forma un grupo de bomberos forestales (mínimo seis, máximo ocho), que se desplazan en todoterreno con material individual: batefuegos, mochila de extinción y motosierra, para combatir el fuego si es preciso.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024