Tenorio, ha explicado las funciones que tiene encomedadas el Iriaf “que son la promoción de la investigación, la innovación y la formación en el ámbito agroalimentario y forestal”. Tenorio ha resaltado la importancia de la formación “como instrumento esencial para la innovación apoyándose siempre en el  conocimiento científico. Hemos acogido 127 jornadas y cursos que pudieron realizar unas dos mil ochocientas personas, además de las prácticas que han podido realizar alumnos de la Universidad y Formación Profesional en nuestras instalaciones. Para el próximo año tenemos previsto realizar cerca de 200 cursos y jornadas”.

El consejero de Agricultura  ha destacado los más de ochenta proyectos y convenios firmados con diferentes entidades y la publicación de 134 ponencias técnicas en revistas de investigación, además de la realización de cuatro doctorados y cinco trabajos de fin de grado que han sido guiados por técnicos del Iriaf. “Todo esto pone de relieve la gran capacidad de un centro que se creó en el 2015 y que supone una gran biblioteca de conocimiento para aplicar en el sector agropecuario y atender retos de futuro como, por ejemplo, de qué manera afectará el cambio climático a la agricultura, la ganadería  y otros sectores como el apícola o el forestal”.

Martínez Lizán ha considerado clave la innovación y la transferencia de conocimiento y ha valorado el trabajo de los doscientos profesionales que trabajan en el centro. “Recientemente, hemos aprobado la llegada de nuevos investigadores al Iriaf lo que viene a ser una prueba clara del compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con el sector”. 

El consejero ha deseado que el sector vaya solucionando los problemas que inevitablemente surgen en el desarrollo de la actividad agronómica y ha detallado algunos proyectos que se van a ir desarrollando. Algunos de ellos están l relacionados con el biogás y de la utilización de residuos o la creación de la nueva Denominación de Origen del Pistacho con el fin de conseguir más valor añadido a nuestras producciones, además de otros proyectos sobre aplicaciones fitosanitarias y veterinarias para la agricultura y la ganadería”.

Ha concluido señalando que “el Iriaf goza de buena salud y fue un acierto centralizar en este órgano los ocho centros que estaban dispersos por toda la región, porque se acumula conocimiento y se favorece la interconexión entre los centros y las universidades”.